Si nadie recomienda un 9º álbum, como aseguran !!!, ¿quién recomendará un 11º? Belle & Sebastian llegan al reto tranquilos, conscientes de que hay gente que cree incluso que ya no están en activo y agradecidos de seguir entre nosotros. Su único objetivo es acabar las composiciones de la mejor forma posible, con el buen gusto que siempre ha caracterizado su producción, y sin que ni siquiera sea Stuart Murdoch quien lidere o se encargue de las pistas más emblemáticas.
En algún momento entre ‘Dear Catastrophe Waitress’ (2003) y ‘The Life Pursuit’ (2007), Belle & Sebastian decidieron dejar de ceñirse a un ambiente folkie y melancólico, hasta entonces solo ocasionalmente salpicado de cajas de ritmos, para abrazar texturas diferentes, incluso disco-funky. Desde entonces sus obras han podido vestirse con diferentes estilos, sin que ninguno llegue a imponerse, ni tampoco a abrir una vía que continuar después. Esa es la gran pega que se le puede poner a ‘A Bit of Previous’, que no rompe con nada como prometía el single ‘Unnecessary Drama’. Que ofrece en su lugar «un poquito de todo lo anterior».
Como seguidores de alguien tan versátil como ha resultado Lawrence -de Felt a Go-Kart Mozart, pasando por Denim-, Belle & Sebastian han entregado con ‘Unnecessary Drama’ una de sus producciones más turbulentas. Las armónicas y los pedales a lo Smiths les valen para hablar de una persona que tiene que volver a ser persona otra vez. Después, nada ni remotamente parecido en el disco.
En cambio, ‘A Bit of Previous’ ofrece después una amalgama de sonidos similar a la del vibrante ‘The Life Pursuit’ solo que 15 años después. Lo mismo les cabe un tema acústico sobre el amor a uno mismo (‘Do It For Your Country’), que un himno synth-pop sobre necesitar auxilio (‘Talk to Me, Talk to Me’), que una canción de cuna lúgubre a medio camino entre Stephin Merrit y Graham Coxon (‘Deathbed of My Dreams’, la aportación de Stevie Jackson).
Todo está en su lugar y Belle & Sebastian no van a publicar ninguna cosa mala ni regular. Siempre han sido demasiado exquisitos. Lo que es una pena es que este nuevo álbum no sea por ejemplo un decidido disco de góspel, como en un momento apunta ‘If They’re Shooting At You’ o después la balada ‘Sea of Sorrow’. Stuart Murdoch lleva 8 años aprendiendo budismo junto a una «instructora» y hay cierta espiritualidad en muchos de los textos, que es una pena que no hayan encontrado un desarrollo mayor en forma de álbum completo.
Quizá es su carácter comunal lo que impide que hayan dado un paso en una dirección concreta y aquí por ejemplo Sarah Martin aporta temas que merecen mucho la pena como ‘Reclaim the Night’, un grito de guerra contra un acosador, impidiendo que la identidad de ‘A Bit of Previous’ sea demasiado diferente a la de discos anteriores. Es más que un consuelo, en cambio, que las exigencias compositivas del colectivo continúen con el listón tan alto. La flauta de ‘Working Boy in New York City’ prueba que tienen mucho que enseñar sobre arreglar un tema y cerrar un disco; y también sobre cómo abrirlo. ‘Young & Stupid’ compite con dignidad con sus viejos clásicos, al tiempo que resulta una ácida mirada a ese pasado que siempre parece mejor y que tanto añoran sus viejos fans.