Menuda cara se les ha tenido que quedar a Florence, a los Horrors, a Glasvegas, a Kasabian, a La Roux, a Bat For Lashes, a Friendly Fires y compañía cuando han visto cómo una completa desconocida se hacía con el Mercury Prize de este año, cuando no partía precisamente como favorita. Speech Debelle es una rapera del sur de Londres con una historia turbulenta. Cuando tenía seis años su padre abandonó el hogar y cuando era adolescente y empezó a fumar, fue ella la que decidió separarse de su madre. Vivió en hostales, mendigó y se codeó con gente que ha terminado muriendo como consecuencia de sus adicciones al alcohol y a las drogas. Ahora que tiene 26 años y se ha reconciliado con su madre, cree que de los 18 a los 23 sufrió una depresión. Quizá el mérito de su disco sea contar todo esto sin recurrir a la agresividad habitual del UK Garage o el hip-hop. Todo lo contrario, las canciones de ‘Speech Therapy’ beben del jazz, del easy-listening y de la balada para desahogar toda esta mierda.
No es la primera vez que un MC hace un disco sentimentaloide. The Streets o Kanye West han tirado por el drama en ‘Dry Your Eyes’ o ‘Love Lockdown’, pero pocas veces se ha llegado a los extremos bucólicos alcanzados por Speech Debelle en la pista con la que cierra el disco, que es precisamente ‘Speech Therapy’, prácticamente una súplica de reconciliación con su madre para que esté orgullosa de ella.
Speech Debelle, cuyo verdadero nombre es Corynne Elliot, las ha pasado putas, pero no lo cuenta a base de gapos como Missy Elliott ni a base de ritmos tribales a lo Timbaland. Sus arreglos a menudo suenan muy jazz (‘The Key’), jamaicanos como sus orígenes (‘Buddy Love’) o trip-hop, recordando al Craig Armstrong que cedía sus arreglos a Massive Attack o a Neneh Cherry (‘Bad Boy’). En ‘Searching’ la delicadeza de la guitarra es la misma que la de ‘To Zion’ de Lauryn Hill y en general el disco puede interesar a aquellos que disfrutaron del primer álbum de Amy Winehouse: historias crudas sobre arreglos clásicos.
Las letras de Speech Debelle, como casi todas las de los raperos, pueden acusar cierta previsibilidad. Culpa a Blair de los males del mundo (‘Working Weak’) y a su padre de lo mal que le va con los hombres (‘Daddy’s Little Girl’), pero como en el caso de Mike Skinner, su sinceridad y su honestidad son entrañables. Agarraos: «No puedo verte en Facebook porque no somos amigos de Facebook, pero quiero ver tu estatus para saber qué estás haciendo», canta en la, por otro lado, flojilla ‘Go Then, Bye’.
Sobre todos los dramas vividos, canciones como ‘Spinnin’ parecen apuntar a un futuro mejor. La colaboración con Micachu directamente se llama ‘Better Days’. Después de un premio de 20.000 libras, ¿a quién no le espera una gran carrera?
Calificación: 7/10
Temas destacados: ‘Searching’, ‘The Key’, ‘Buddy Love’
Te gustará si te gusta: el Kanye West más sentimental, Amy Winehouse, Neneh Cherry, Lauryn Hill, The Streets
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