‘Whole Lotta Losing’ también suena medio new-wave, con un ritmo parecido a ‘12.51’ de los Strokes, pero lo que predomina en el disco ya os podéis imaginar qué es: las baladas y medios tiempos a la americana, con un acercamiento sobre todo al sonido de Bright Eyes, quizá porque es Mike Mogis quien se ha encargado de la producción.
Los tres cantantes, mientras, se reparten la parte vocal, bien con canciones casi en solitario o bien mediante coros que, a veces en compañía de ayuda femenina, son una maravilla, como en ‘The Sandman, The Brakeman And Me’. Probablemente Conor tenga la voz más personal y diferenciable de los tres, pero no puede decirse que robe ningún tipo de protagonismo a M. Ward y Jim James, que tienen mucho más peso en joyas como ‘Slow Down Jo’ o ‘Magic Marker’.
Muchas canciones tienen el encanto de la melodía perfecta, como ‘Say Please’ o ‘The Right Place’, pero como los Beatles de 1966, parece que no se conforman con sólo eso. ‘Dear God’, como su propio nombre indica, es una pedida de explicaciones a Dios que suena casi funky, mientras que ‘Losin’ Yo’ Head’ sorprende con su sucio comienzo y ‘Goodway’ con su tonta percusión. Si hubieran explorado un poco más esa curiosidad experimental y hubieran recortado un poco el minutaje, estaríamos ante un disco aún más grande.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Dear God’, ‘Goodway’, ‘Slow Down Jo’
Te gustará si te gusta: Bright Eyes, los Beatles
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