Dado que en verano los estrenos cinematográficos suelen estar bastante de capa caída, aprovechamos para recomendar algunas películas (más o menos) recientes que no han encontrado distribución en salas de nuestro país pero que, paradójicamente, merecen mucho la pena.
‘Crystal Fairy & the Magical Cactus and 2012’ (2013): Junto a Pablo Larraín (‘Tony Manero ‘, ‘No’), Sebastián Silva es uno de los directores chilenos más interesantes de la actualidad. Después de arrasar en los festivales de todo el mundo con ‘La nana’ (2009), el año pasado firmó dos películas fabulosas: la ya comentada (y recomendada) ‘Magic Magic’ y la que ahora nos ocupa, con la que ganó el premio al mejor director en Sundance. ‘Crystal Fairy…’ es una divertidísima y casi improvisada road movie (se rodó en doce días) protagonizada por dos personajes a cuál más antipático: un obsesivo y neurótico geek de las drogas (estupendo Michael Cera) y una trasnochada e irritante jipi (estupenda también Gaby Hoffmann). Un viaje por el norte de Chile de dos gringos con personalidades contrapuestas, que van en busca de un cactus de propiedades alucinógenas y acabarán encontrando otra cosa: una inesperada conexión emocional. Cine ligero de equipaje pero cargado de talento.
‘Grand Central’ (2013): Dos de los actores de moda del cine francés, Léa Seydoux (‘La vida de Adèle’) y Tahar Rahim (‘El pasado’) viviendo un apasionado romance en un lugar tan atípico como una central nuclear. Esa es la sugerente propuesta de la prometedora directora Rebecca Zlotowski. Un radioactivo triángulo amoroso, una historia de amor que se desarrolla en un entorno naturalista más propio del cine social que del drama romántico. ‘Grand Central’ es una película para sufrir disfrutando de un tenso relato amoroso, para indignarse viendo cómo la injusticia y la miseria moral contaminan las relaciones laborales, y para quedarse embobado, hipnotizado, observando el funcionamiento de una central nuclear. Solo por conseguir esto último ya merece que apuntemos su nombre: Zlotowski.
‘The Spectacular Now’ (2013): Scott Neustadter y Michael H. Weber son los guionistas estrella del actual cine indie más romanticón. Tras su deslumbrante debut con ‘(500) días juntos’ (2009), la pareja volvió a pisar terreno conocido con esta historia de instituto, amores juveniles y dramas familiares (su última película, ‘Bajo la misma estrella’, está ahora en cartel). Adaptación de la exitosa novela juvenil de Tim Tharp (‘Mi espectacular ahora’, Alfaguara, 2014), la película dirigida por el semidesconocido James Ponsoldt es una digna sucesora de títulos como ‘Algo en común’ (2004), ‘Adventureland’ (2009) o la reciente ‘Las ventajas de ser un marginado
’ (2012), herederas todas ellas de la fundacional ‘La última película’ (1971). El difícil paso de la adolescencia a la madurez contado con una enorme sensibilidad, sutileza narrativa (vale, a veces es algo complaciente) y eficacia dramática. Atención a su dúo protagonista: darán que hablar.
‘Secuestro (A Hijacking)’ (2012): ‘Capitán Phillips’ (2013) no fue la primera. Un año antes, el danés Tobias Lindholm (guionista de ‘La caza’ o ‘Submarino’) ya había rodado una película sobre los piratas somalíes. Y qué película: angustiosa, absorbente, contundente… Dos escenarios: el barco secuestrado por los piratas y las oficinas de la empresa propietaria del mismo. Y dos conflictos: entre los tripulantes y los piratas, y entre los piratas y el director general de la compañía con quien negocian el rescate. Kalashnikovs contra corbatas. Familias angustiadas contra fríos consejos de administración. Utilizando recursos visuales del documental y herramientas narrativas del thriller, el director se pega a la piel trémula y sudorosa de sus personajes para elaborar un relato que funciona en dos niveles: como vibrante historia de suspense y como intenso drama humano. La película se estrenó en España directamente en dvd.
‘I Used to Be Darker’ (2013): “I used to be darker, then I got lighter, then I got dark again”, canta Bill Callahan en ‘Jim Cain’ (incluida en el disco ‘Sometimes I Wish We Were an Eagle’). De la oscuridad a la luz y nuevamente a la oscuridad, así se mueve la última película de Matt Porterfield, ganador del premio al mejor director en el BAFICI de hace dos años. Una adolescente sumida en la oscuridad espera encontrar un refugio luminoso en casa de sus tíos, una pareja de cantantes de folk. El problema es que entre ellos hace tiempo que también se apagó la luz. Tormentas emocionales que el director narra sin electricidad, en acústico. ‘I Used to Be Darker’ es la plasmación en imágenes de una balada folk, un musical triste y hermoso (atención a las canciones interpretadas por los propios protagonistas) construido sobre las cenizas del amor y la juventud.