¿El año de Caribou… o la década de Caribou?

‘Our Love’ de Caribou ha sido votado mejor disco de 2014 por la redacción de JENESAISPOP. En este caso, la victoria no ha sido tan holgada como en canciones, lo que se traduce en que, como avanzamos hace un par de semanas en un artículo, o en este tweet en el que pedimos disco sorpresa de Triángulo de amor bizarro para antes del viernes pasado, no teníamos tan claro el álbum del año como en 2007 (‘Back to Black’), 2008 (‘Third’), 2009 (‘The xx’), 2010 (‘Año santo’), 2011 (‘Let England Shake’), 2012 (‘Bloom’) o 2013 (‘Overgrown’).

Pero que hayamos dudado no significa que Caribou no sea un ganador muy justo. No creáis que en aquel artículo titulado «El peor año de nuestra vida» no intuíamos ya lo que pasaría. No, no fue casualidad que el artista fuera la primera persona mencionada del texto. Si tuviera que definir el momento en que ‘Our Love’ nos hizo «clic» como posible competidor a «disco del año», sería sin duda aquel en el que publicó el vídeo para el corte titular. Su álbum se había filtrado en verano, acompañando a parte de la redacción por carreteras y lugares de descanso y recreo, pero esta preciosa pieza sobre el paso del tiempo, la vejez, el amor y la muerte que nuestro público votó instantáneamente como número 1 de nuestra lista semanal cambiaba totalmente la percepción de la obra.

Varias cosas habían pasado antes, como por supuesto el single principal del álbum ‘Can’t Do Without You’, y varias cosas pasaron después, como la revelación de que Owen Pallett estaba tras las cuerdas del largo (tampoco falta Jessy Lanza), o el hecho de que Caribou lograra su primer top 10 en las listas británicas de álbumes con este lanzamiento. The Guardian daba la máxima puntuación (5 estrellas) al disco. Estaba claro que algo estaba funcionando bien, realmente bien.

Él, además, supo venderse mejor aún en la entrevista que nuestra colaboradora María Clara Montoya le realizaba por teléfono, mostrándose honesto y muy confiado en su trabajo. Si el vídeo de ‘Our Love’ a alguien le recordaba a ‘Amor’ de Haneke, era por el planteamiento del álbum. «Es sobre todos los tipos de amor. He tenido una hija en estos años y bueno, no es que las canciones sean para ella pero mi esposa tiene un peso muy importante aquí, así como mi familia y mis amigos. El disco se acerca a toda la gente de mi vida y mis relaciones con ellos, también a mi amor a la música en sí misma. La conexión con la gente que comparte mis canciones. No sé si estoy más reflexivo después de todo esto que está pasándome, pero me he dado cuenta de que todas las cosas que me importan se manifiestan de una u otra forma en el amor. Así que tenía sentido capturar esto en un disco».

El artista incluía en el álbum un tema de dos minutos, el breve pero muy efectivo ‘Julia Brightly’, dedicado a su ingeniera de sonido fallecida a causa de un cáncer este año. Lleno de misterio pero bailable, no es sólo un puente entre el R&B renovado de ‘Second Chance’ y la sublime parte final del disco (mi favorita). Es un tema con entidad propia. Así hablaba sobre Julia, persona y canción: «Era nuestra ingeniera de sonido y cuando la conocí hace diez años era un hombre, así que su transición a mujer en ese tiempo fue apasionante. Murió de cáncer mientras estaba terminando ‘Our Love’ y era una parte muy importante de los directos. Cuando la gente nos veía tocar, estaba al control de todo y realmente confiábamos en ella, aunque lo más importante para mí es que nos hicimos muy buenos amigos y la experiencia de viajar por el mundo entre 2010-2011 y ver su transición de hombre a mujer fue muy inspirador para mí. Nunca había conocido a nadie que estuviera en ese proceso, así que pude entender mejor cuál era el significado y además entenderla mejor a ella, que desde niña quería ser una mujer. Todo esto nos acercó un poco más, fue muy trágico que se fuera tan pronto, por eso quise darle este homenaje».

Si en el disco de Caribou cabe el amor por la comunidad LGBT, el amor por los mayores, el amor por tus hijos y por tu mujer, lo normal es que su disco conecte con casi todos los estratos sociales, como así ha sucedido al menos en nuestra redacción. Y es que no queda ni siquiera por cubrir el nicho de los más jóvenes, pues para ellos parece el rompepistas ‘Can’t Do Without You’, una canción igual de buena que ‘Odessa’. Y él se ha dado cuenta de que no tiene problemas por conquistar a esas nuevas generaciones. «La cosa es que después de diez años haciendo música, pensaba que las cosas iban a seguir por el mismo camino. Pero es muy bonito ver cómo las cosas van cambiando y que una cantidad de gente joven vaya a tus conciertos. Me hace sentir toda la emoción por la música, me encanta transmitir ese afecto a todos los que me están escuchando y ese fue el verdadero motor que me animó a hacer otro disco», nos indicaba. Cupo cubierto. ¡Si casi parece una estrategia de márketing! Pero para esto también tenía una respuesta cuando le preguntábamos por qué no había recurrido a tácticas marcianas de promoción como la del último de Aphex Twin: «La idea de este disco es la de conectar con la gente, me quiero sentir generoso y cálido. Quiero alejarme de todo lo que parezcan estrategias de márketing y hubo muchas ideas en el aire con cosas similares, pero las descarté».

Al margen de sus declaraciones o de las coartadas conceptuales, la calidad de ‘Our Love’ es innegable, con canciones como ‘Mars’ que se mueven entre lo onírico y lo hedonista; la cadencia italo-francesa de la evocadora ‘Silver’; lo agridulce de ‘Back Home’, tan pronto cerca de Wim Mertens como de los Daft Punk más tristones; o la solemnidad de las cuerdas, nada empalagosas y perfectamente encajadas en la épica ‘Your Love Will Set You Free’, el mejor cierre imaginable para un álbum de Caribou. Está claro que su pasado practicando pop sesentero, incluso colorista psicodelia (¿recordáis la maravillosa ‘Melody Day‘?) y su experiencia como DJ con más actuaciones al año que ninguna otra persona sobre la faz no han sido en balde. De alguna manera, mientras muchos artistas se preocupan por acercarse o alejarse de subgéneros como el dubstep, el synth-pop, el R&B, el italodisco, el house, el UK garage o el dance noventero, Caribou se las apaña para introducir pequeñas gotitas de todos ellos en este disco sin que suenen a homenaje al pasado ni oportunistas. Algunas aparecen sólo en una canción o incluso en algún fragmento, sonando únicamente a Caribou, y así, leer reseñas sobre este disco es de hecho hilarante: tan pronto se cita a Disclosure como a Vangelis o a Junior Boys como cosas parecidas. Puro siglo XXI… y sin ser una marcianada, sino un disco que cualquiera puede entender y disfrutar.

¿Es esta, por tanto, la obra maestra de Caribou? Desde luego es cuando menos planteable. Un vistazo a Metacritic nos dice que todos los discos del artista firmados con este nombre están prácticamente igual de bien valorados. ‘The Milk Of Human Kindness’ (2005) recibe un 8,1 de media de la crítica, ‘Andorra’ (2007) y ‘Swim’ (2010) sendos 8,3 y este ‘Our Love’ un 8,4. Y quizá, más que la diferencia decimal, lo realmente importante sea su regularidad, su capacidad para hacer discos excelentes que reciben el beneplácito unánime de la crítica, uno detrás de otro, aunque el artista ya no sea un jovenzuelo que hypear como lo más guay del momento. Estoy seguro de que si este disco estuviera firmado por un artista novel, estaría más alto en muchas listas de lo mejor del año, pero al menos está claro que de Caribou ya no nos olvidaremos.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: caribou