Así fue 2014

Comentábamos hace bien poco que 2014 había sido un año raro, aburrido y poco emocionante, sobre todo en lo que a la música se refiere. Si echamos la vista atrás, lo cierto es que no han pasado grandes cosas, aunque la actualidad sí ha salpicado la vida cotidiana, eso no lo podemos negar. Hay una noticia, de hecho, que ha marcado este 2014 tanto para bien como para mal. El «celebgate» ocupaba portadas de diarios tradicionales y electrónicos, y llevaba a muchas compañías a replantearse sus protocolos de seguridad… al tiempo que revolucionaba Internet, el mundo de la música y el del cine. A pesar de lo desagradable del asunto, parece que los desnudos se han puesto de moda, porque desde un concierto de Laura Pausini hasta la televisión, ¡nadie se ha librado!

Claro, que si de filtraciones hablamos, toca mencionar a Madonna. La Reina del Pop ha protagonizado un tortuoso culebrón que ha finalizado –o no– con la forzosa publicación anticipada de algunos de sus temas en iTunes. Forzosa fue también la no adquisición del último disco de U2, que aparecía por sorpresa en las librerías de los usuarios del famoso programa de Apple, como quien no quiere la cosa. Sonado fue también el caso de Tarantino, que estuvo a puntito de no grabar su última película porque se había filtrado el guión. Hablando de cine, este año ha sido provechoso para el español, que ha encumbrado ‘Ocho apellidos vascos’ como un taquillazo sin límites (aunque nosotros nos quedábamos con ‘La isla mínima’ y ‘Magical Girl’) ¿Remontará el mercado ahora que The Pirate Bay se ha ido a negro?

Otras revoluciones que se han vivido en Internet venían de la mano de Flos Mariae

y su impagable contribución al mundo de la música. O de Taylor Swift, que retiraba todo su contenido de Spotify. Aunque para revolucionario el Pequeño Nicolás, que ha puesto patas arriba la política española (y el mundo del pop, eso sí, este a través de memes). Tal ha sido su influencia que estuvo incluso en el acontecimiento político del año (y -te pongas como te pongas- ese no han sido las conversaciones navideñas de tu familia sobre Podemos): la abdicación de Juan Carlos I y posterior coronación de Felipe VI, cuya reina consorte es indie reconocida y se fue a celebrarlo al Dcode.

Hablando de festivales, no podemos olvidarnos de tamaños acontecimientos, imprescindibles en la escena musical de nuestro país. El Primavera Sound nos ha traído a Kendrick Lamar y a Slowdive; en el FIB flipamos con M.I.A; el Sónar acogió a Nile Rodgers acompañado de Chic y vimos a un grande como Raphael en el escenario del Sonorama. Un gran año para la música en vivo también a nivel conciertos: fuimos testigos del estado de gracia de Portishead, de cómo Morrissey hacía felices a los fans españoles, de unos incombustibles Rolling Stones y de una Kate Bush que volvía a los escenarios después de chorrocientos años. ¡Y por si fuera poco Daft Punk arrasaron en los Grammy!

Y eso que no todo han sido buenas noticias. Madrid sigue persiguiendo a la música en vivo tras el trágico incidente del Madrid Arena (1, 2 y 3), y va camino de convertirse en una de las capitales europeas más pobres culturalmente hablando. Algo tan triste como la separación de The Knife, la de The Rapture o la de Crystal Castles (aunque para estos últimos hay esperanza). Por si fuera poco, nos tuvimos que despedir de una lista interminable de personalidades, entre las que nos gustaría destacar a Robin Williams, Philip Seymour Hoffman, Paco de Lucía, Dunia Ayaso, Tommy Ramone, Joe Cocker, Andrea Marongiu y -el mismo día, que ya es mala suerte- Bob Crewe y Cosimo Matassa.

Por aquello de no terminar con un recuerdo amargo, nos vais a permitir destacar que en 2014 hemos tenido la suerte de conocer más a fondo a muchas personas a las que admiramos. De Roddy Frame a nuestros venerados Blondie; pasando por Holly Johnson, Raphael o Nina Persson, que tanto ha marcado a algunos de los redactores de JENESAISPOP. D’Angelo nos jodía las listas de los mejores discos del año con un álbum sorpresa como en 2013 sucedía con Beyoncé, pero merecía la pena. También descubrimos -por fin- quién era la madre de los hijos de Ted Mosby, y si Sookie terminaba convertida en vampiro o no. Claro, que de quedarnos con algo en la tele, nos quedamos con ‘Fargo’.

Para finalizar, ahí va el apartado «mundo insólito», que tanta gracia nos hacía de pequeños en el papel cuché. De este año también recordaremos que Russian Red no tuvo un romance con Xabi Alonso; que Bob Dylan sirve hasta para anunciar un banco; que Jay-Z y Solange la liaron parda en un ascensor y que Lana del Rey tuvo un enganchón con el periódico The Guardian a raíz de una polémica entrevista.

¿Que nos quedemos solo con una cosa? Pues nosotros lo tenemos bien claro: 2014, el año que Azealia Banks dejó de dar por c**o y por fin sacó su puñetero disco, dando lugar así a la única noticia en la que no mencionaba a la (por fin consolidada, por cierto) Iggy Azalea. Azealia, guapa, YA ERA HORA.

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