FIB 2014: la apoteosis de M.I.A. y el cierre

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FIB 2014: la apoteosis de M.I.A. y el cierre

Trágicamente no pude llegar a tiempo de Blank Realmn, una de las actuaciones más interesantes programadas el domingo del Festival de Benicàssim… pero a unas imposibles seis de la tarde después de cuatro días de festival. Una pena, pero la última jornada comenzaba para nosotros una hora después con The Presidents of the USA. El trío, con un sonido excelente, el propio de una banda con años de rodaje, nos hizo recordar no sólo por estilo musical sino por atuendo (pantalones cortos, calcetines largos) el rock americano universitario de mediados de los 90. Eran los tiempos en que se agotaba el grunge y temas como ‘Lump’ o la payasísima ‘Peaches’ se convertían en himnos generacionales. No faltó ninguna de las dos, bastante celebradas, ni su versión de ‘Video Killed the Radio Star’. De nuevo es difícil averiguar dónde han aprendido los adolescentes británicos que nacieron en aquella década las letras de canciones como estas, pero la química entre público y formación fue más alta de lo que esperaba para este grupo -que yo sepa, al menos- tan poco reivindicado.

Antes de que Nina Nesbitt ocupara el Escenario Trident con un concierto diferente a lo visto en el festival (lo cual siempre se agradece) de tintes americanos en un sentido bastante Taylor Swift del término (no faltó, por supuesto, su canción sobre los «selfies», llamada muy imaginativamente ‘Selfies’), The Academic dieron un buen show lleno de canciones indies «typical FIB» que recordaba al gran concierto que hace unos años The Wave Pictures daban en el festival. Ignoro si sus temas llegarán a ser hits, pero deberían.

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travis-fibSi el sábado celebramos haber visto seguidos a artistas tan capitales para nuestra redacción como Triángulo de amor bizarro, Katy B, Manic Street Preachers, Lily Allen o Cat Power, el domingo teníamos todas nuestras esperanzas puestas en la sucesión de Travis y M.I.A. para venirnos arriba. El de Travis fue, sobre el papel, mi setlist favorito del festival. Un concierto en el que suenan canciones tan emocionantes, melodías tan espectaculares como ‘Selfish Jean’, ‘Driftwood’, ‘Where You Stand’, ‘Writing to Reach You’, ‘Side’, ‘Closer’, ‘Sing’, ‘Turn’ (a la postre su mejor canción), ‘Flowers in the Window’ (en un precioso formato acústico en plan cuarteto, con toda la banda tocando al mismo tiempo la única guitarra acústica de Fran Healy, sic) y para acabar ‘Why Does It Always Rain on Me’ («is it because I lied when I was 17» sigue siendo una frase tan bonita como el primer día) no puede ser mal concierto. Healy, bromeando sobre su barba Karl Marx, se mostró simpático, sonriente y atento, pero el sonido no acompañó al 100%, quedando algo lejano. Que el show comenzara con una intro de Nick Drake nos había advertido que el grupo no explotaría precisamente su vena más eléctrica, y tampoco lo hubiéramos necesitado, pero sí un volumen más contundente que llegara más allá de las primeras filas con mayor claridad. No mola escuchar cantar más al de al lado (o peor, a ti mismo) que al propio cantante de un grupo. Nos vemos cuando queráis pero en sala pequeña, Travis.

chloeEntre Travis y M.I.A. pudimos ver un ratito de Chlöe Howl, ese constante «revelación o timo» que, no obstante, prometió disco para algún momento de este año. Fue un buen concierto orgánico en plan cuarteto que nos hizo pensar más bien en propuestas grupales tipo Yelle que en el típico show de diva pop solista. La bellísima chica de las pecas no pudo mostrarse más encantadora ni bailonga, sin parar de moverse por todo el escenario durante lo que vimos al menos de su set. No nos tocó ver su interpretación de su hit ‘Rumor’ que suponemos se habría guardado para abrir o, más probablemente, cerrar. Pero M.I.A. aguardaba.

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miafib

En el FIB la puntualidad se lleva a rajatabla, pero hemos vivido este año dos retrasos angustiosos de cinco minutos: el de Lily Allen y el de M.I.A., quizá las dos artistas que por su historial más papeletas tienen para no presentarse «last minute» (M.I.A. canceló un Summercase hace unos años y no viene mucho a visitarnos). M.I.A. se tiró al público nada más salir al escenario -luego repetiría diez veces más aproximadamente- cuando aún estábamos hipnotizados por las esperables proyecciones no aptas para epilépticos, donde no faltaron ataques a Google y al gobierno (no hubo holograma de Julian Assange, por desgracia). Lo suyo no fue un concierto sino más bien un DJ set de 45 minutos en el que se iban sucediendo algunos de sus hits seguidos, sin espacio para ni un solo triste aplauso. Acompañada de un DJ, M.I.A. escupía sus letras confiada aunque algo floja de voz (a veces solo salía un timidísimo hilillo de sus cuerdas vocales) pero con una actitud que le servía de contrapeso. Si musicalmente el show es una perfecta confluencia de modernidad y clásicos jamaicanos, el orden de su repertorio no podía ser más atractivo, con ‘Bucky Done Gone’ y ‘Bird Flu’ sonando en los primeros minutos, ‘Bring the Noise’ y ‘YALA’ hacia la mitad, y dejando ‘Boyz’, esa obra maestra llamada ‘Paper Planes’ y ‘Bad Girls’ (una gozada ver su absolutamente genial vídeo proyectado en gigante) para el cierre. Se echaron de menos muchísimas canciones como ‘Jimmy’, ‘XXXO’, ‘Born Free’ o sobre todo por pertenecer a su último disco ‘Matangi’ la estupenda ‘Come Walk With Me’ (con sus ya clásicos sonidos de teclas subiendo y bajando el volumen del mac ejerciendo de ritmo), pero ya podemos decir que hemos visto a M.I.A. hacer una peineta en el Escenario Maravillas. Mención especial para los dos go-gós, chico y chica (profesionales contratados, no fibers, aunque podría haber sido), que no pararon de dar botes en todo el concierto alrededor de Maya. Ha rozado lo insoportable entrar este año en el Facebook del FIB para leer cosas como que dónde están los artistas de este año en el cartel del Festival. Yo no sé, si M.I.A. no es una grande del siglo XXI, quién podría serlo. M.I.A. es el siglo XXI.

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charlatansfibThe Charlatans, uno de los grupos que parecía que más ganas tenía de volver al FIB por lo que leíamos hace unos días en las redes sociales, dieron un concierto correcto -quizá algo de más, rozando lo plano- en el que no faltaron algunas de las canciones más clásicas de su repertorio, como ‘Tellin Stories’ o ‘The Only One I Know’, con su imprescindible sonido a Reino Unido año 1990, en sintonía con gente como Happy Mondays y Stone Roses y dando un par de ideas a Kula Shaker un tiempo después. Fue una gozada escuchar que su sonido no ha perdido vigencia ni frescura, aunque ya a estas alturas del fin de semana se habría agradecido algo más diferente (o no haber sido programados después de la locura de M.I.A.).

slowmagicY algo diferente fue lo que vimos hacer a Slow magic. Esta persona decidió llevar hasta el extremo el secreto de su identidad y actuó con la indescriptible máscara que veis en la imagen. «¿Será Cat Power?», bromeaba un compañero de profesión. Cuánto habría pagado para que sí. En solitario sobre el escenario, Slow Magic tampoco dudó en tirarse al público mientras sonaban temas con tanta pegada como ‘Girls’. Sonidos robóticos e hipnotizantes sobre alguna idea chillwave que podrían estar constituyendo un verdadero timo, pero que al menos entretuvo.

Tras haber aguantado un único segundo del concierto de Paolo Nutini (nada en contra, salvo la posibilidad, por la hora, de terminar dando cabezadas), The Courtneers fueron una opción más animada. Con un sonido ultra Killers incluso en la voz tan masculina y afectada de su vocalista, el grupo se benefició del aire populista y strokiano de algunas de sus canciones, y todo el mundo terminó cantando ‘What Took You So Long’ y sus «oh, oh, ohs». ¿Qué cantante, por cierto, fue el primero en llamar «Beni» a Benicàssim? Ha hecho historia.

La noche se cerró con Alesso, que de lejos sonaba a clase de spinning de Holiday Gym pero de cerca se beneficiaba de una buena puesta en escena (terminaba con ‘Under Control’ de Calvin Harris con Hurts), y DJ Rojiblanco, en el escenario pop, que todavía no se ha olvidado de los Cardigans ni de Pet Shop Boys para nuestra alegría. Y después, la última fiesta hasta altas horas de la mañana en un festival que quizá tendría que haber contado con un cabeza de cartel tamaño Prince para haber celebrado un 20º aniversario más apoteósico, pero que, por lo que a esta página web de música pop respecta, nos ha dado una decena de buenos conciertos de gente que rara vez actúa por aquí (toda la sección Brit tipo Katy B, Ellie Goulding, Lily Allen… ¿volverá en algún momento?) y sobre todo de nuevo ese ambiente totalmente festivalero, de fin de semana de desmadre, de celebración, de ’24 Hour Party People’, que no se paga con dinero ni aparece en los carteles de los festivales. Gracias, Benicàssim.

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