‘Living for Love’, la incomprendida canción de amor de Madonna

Esta semana, con su última presentación en vivo en televisión, en el show de Ellen DeGeneres, podemos dar por terminado el curso como single de ‘Living for Love’, el tema de Madonna que los lectores escogíais como top 1 de JENESAISPOP durante tres semanas consecutivas a finales de 2014 y principios de 2015. Se trata del cuarto top 1 de la artista en nuestra lista después de ‘Get Together’, ‘4 Minutes’ y ‘Gimme All Your Luvin».

Antes de las filtraciones de decenas de maquetas, cuando ya sabíamos que ‘Living for Love’ sería una de las canciones del nuevo disco de Madonna gracias a los hashtags utilizados hasta la saciedad en su cuenta de Instagram, un rumor empezó a circular por las webs de fans: algunas de sus nuevas letras tratarían su ruptura con el bailarín Brahim Zaibat, fechada por los tabloides en diciembre de 2013, tres años después de haberse iniciado.

Aunque todos hemos visto lloriquear a gente por una ruptura ya no de tres años, sino de tres meses (y de tres días), la noticia fue recibida con horror: letras tristes de Madonna sobre un muchacho de 25 años no era lo que el mundo esperaba de ella, por alguna razón que se nos escapa. De manera sorprendente, ninguna de las críticas publicadas sobre el álbum (ni la nuestra), muchas de ellas centradas en su edad, como las de NME o The Guardian (desde luego no la nuestra), ha querido detenerse en esto, pero lo cierto es que ocupa una buena parte del álbum ‘Rebel Heart‘: ‘Heartbreak City’, ‘Unapologetic Bitch’ y este ‘Living for Love’ nos cuentan sobre Brahim lo que nunca hemos escuchado de la propia boca de Madonna en las entrevistas.

«Al principio me quisiste y me entregué / me hiciste sentir como si acabara de volver a nacer / me diste fuerzas y me animaste / me convenciste de que nada podría irme mal», empieza diciendo, casi a capella la canción. Pero ese ambiguo «I could do no wrong», que también podría hacer referencia a lo «impropio» e «inadecuado» de una pareja a la que separan 30 años, se estropea enseguida, en cuanto ella «baja la guardia». «Caí en tus brazos y olvidé quién soy / No escuché las advertencias y ahora estoy de rodillas, sola en la oscuridad / no quise ver tus juegos y apuntaste directo a mi corazón», lamenta, pero no dando lugar a un drama, sino a todo lo contrario.

‘Living for Love’ es una canción de autoayuda y autoafirmación en la que no se renuncia al amor, sino que se utiliza como esperanza, mientras se deja atrás al amante perdido, al que sí se renuncia por completo: «I found freedom in the ugly truth / I deserve the best and it’s not you», advierte en su parte más sonora. La aparente sencillez de la letra, en sintonía con su sutil producción, muy rebajada tanto en su lado noventero como en su lado góspel con respecto a la maqueta, ha terminado presentando varias lecturas. El tema fue interpretado por primera vez en directo en la ceremonia de los Grammy (la actuación está geobloqueada para España) y poco después en los Brits, donde Madonna sufría una caída escaleras abajo debido a que su capa de Armani estaba atada demasiado fuerte y el nudo no se deshizo cuando sus bailarinas tenían que tirar de ella. Caídas, subidas, metáforas sobre cómo salir adelante cuando tienes todo en contra… la letra de repente parecía escrita para una caída en una ceremonia que veían millones de personas. Incluso la cantante tenía que negar en el programa de Jonathan Ross, grabado sólo un día después, que la aparatosa caída estuviera preparada. «Nunca volveré a hacer una letra así», prometía. Según ella, si salió indemne y pudo seguir con la actuación, para sorpresa de Tracey Thorn (muy divertido su texto «¿alguna vez os habéis caído de espaldas? yo sí (…) y no pasé de la autocompasión»), es porque está acostumbrada a caerse del caballo y sabe cuál es la mejor forma de comer suelo.

Pasando a lo que realmente importa a nuestros comentaristas, la canción ha sido uno de los mayores fracasos comerciales de Madonna. Por primera vez desde 1983 un primer single suyo ha quedado fuera del Billboard Hot 100 (ha sido algo así como puesto 108 en Estados Unidos al ser top 8 en el Bubbling Under) y sólo ha sido número 26 en Reino Unido, sirviendo, eso sí, para constituir su top 40 número 71 en las islas, siendo la artista femenina con más entradas en esta lista. El top 21 de España, el top 40 de Alemania o el top 50 de Francia no han servido de consuelo para una canción que no ha hecho «click» con la audiencia ni en los países en los que se ha radiado (básicamente Italia).

Entre los posibles motivos del flop, un exceso de sutileza para una artista que al fin y al cabo saca discos cada 3 ó 4 años (es difícil decidir exactamente qué es el estribillo), la falta de inmediatez o necesidad de ser escuchada una decena de veces para ser apreciada (en ese sentido recuerda mucho a ‘You Rock My World’ de Michael Jackson) o su improvisado vídeo junto a Julien Choquart y Camille Hirigoyen «J.A.C.K.», que venían de protagonizar un semi viral con Christine & The Queens, pero no han podido sacar provecho a Madonna. No sólo el concepto de la artista toreando minotauros resulta algo peregrino por mucho que guarde relación con la letra, sino que el par de trucos de post-producción y momentos rescatables del vídeo (los guiños a ‘Papa Don’t Preach’ o Michael Jackson, la repetida suspensión en el aire) aparecen demasiado acelerados o ralentizados, cuando no empañados por contraplanos innecesarios y muy molestos efectos sonoros. Como guinda, una cita medio antitaurina de Nietzsche con el apellido del filósofo mal escrito.

Si sirve de consuelo para los hardcore fans, no se conoce crítica mala para esta canción, con varias apuntando a que estamos ante el mejor single de Madonna desde ‘Hung Up’ (New York Times, Entertainment Focus, Bustle) e incluso alguna señalándolo como su «single más disfrutable desde ‘Express Yourself'» (Popmatters). Los medios que más duros han sido con ‘Rebel Heart’ de todo el mundo (Pitchfork y NME, que puntuaban el álbum con un raquítico 5/10), también han hablado bien de ‘Living for Love’: NME decía que el resto del disco debería sonar como esta producción «de cabo a rabo» y Pitchfork indicaba que el primer single del álbum londinense de Mary J Blige debería haber sonado como este.

La exquisita producción ha corrido a cargo exclusivamente de Diplo junto a Madonna (estamos seguros de que Disclosure llegaron a meter mano en una de las demos, pero no pudieron completar el trabajo por falta de tiempo). La participación de Mozella, el autor de hits Toby Gad y el productor de hits Ariel Rechtshaid (Vampire Weekend, Haim, Sky Ferreira) se limita a la co-autoría junto a los propios Diplo y Madonna. No está nada claro qué ha tenido que ver el emergente MNEK en todo esto, ya que el disco no incluye créditos y Madonna declaró en una entrevista que no era su voz la que aparecía al final de la canción, sino que aparecería en un remix (?); pero sí se sabe que el piano lo ha tocado Alicia Keys. En cuanto a remixes, el rescatado para los Grammy responde al nombre de ‘Living for Drama’, mientras que el últimamente interpretado en televisión, con Madonna como dando la canción original por perdida o vendiendo la gira, responde al nombre de ‘Living for Drums’. Si eres profesor de spinning, el recomendado es el de Mike Rizzo «Funk Generation Club». También medio rescatable es el mash-up con el hit noventero ‘What Is Love’ de Haddaway.

Como propina, unas cuantas versiones de cantantes amateurs que más que nada dejan claro que la canción puede gustar al joven oyente medio de Radio 1 y que sí, tarda en hacer click, pero cuando lo hace, es para siempre.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: madonna