Maronda / Vibraciones

Para mi gusto, ‘La orfebrería según los místicos‘ no fue en absoluto un paso atrás en la aún breve carrera de Maronda sino todo lo contrario. Canciones preciosas e infalibles, en busca de la melodía perfecta, con influencias clásicas y letras muy trabajadas, huyendo de obviedades y efectismo. Ahora, la banda de Pablo Maronda y Marc Greenwood (La Habitación Roja) se ha apuntalado con Paco Beneyto (Midnight Shots) y Alfonso Luna (Tachenko) para la grabación de ‘Vibraciones’, su tercer álbum, y se palpa instantáneamente la fuerza que eso ha dado al conjunto.

El disco, autoeditado y financiado a través de un crowdfunding que aún sigue en marcha, arranca con una contundencia fabulosa, casi virulenta. ‘Brindar con detergente’ suena grande y ruidosa dentro de los cánones de belleza melódica del grupo (fantástica coda), y algo semejante sucede en ‘Quemando cromo‘, un dueto con Marina Gómez que muestra un registro muy distinto al habitual en Klaus & Kinski. Ambas, junto con ‘Nefertiti’, canción con un par de esos guiños a la cultura pop que tanto gustan a Pablo (aparte del «anillo egipcio», una réplica de una línea de ‘She Belongs To Me’ de Dylan, ese «eres como el aire» del final parece coquetear, quizá involuntariamente, con ‘Aire’ de Pedro Marín), vienen a ensuciar un poco esa imagen de nuevos Juan y Junior que les otorgábamos con sus álbumes previos y se listan como momentos álgidos para sus próximos conciertos.

Esos tres temas son la punta de lanza de este nuevo álbum, pero Maronda siempre han destacado por su versatilidad. Y ‘Vibraciones’ no es una excepción, adentrándose en géneros antes ajenos, esta vez con resultados desiguales: brilla ‘El oráculo’, una especie de sangriento trip pleno de blues furibundo a lo The White Stripes; pero la épica mística de ‘La fe inmortal’ y la muy Big Star ‘Ajoblanco’ quedan un tanto desubicadas, con esos arreglos próximos a lo sinfónico. Pero que nadie se asuste: ‘Alguien mejor que yo’ y una emocionante ‘Improvisado’, que podría encajar en el repertorio de Nino Bravo, retoman el brillo sesentero que siempre les destacó. Curiosamente encontramos que los dos momentos más aparentemente plácidos del disco, la folkie ‘Pastoral de tierras baldías’ (preciosos la flauta y el clavicémbalo) y el medio tiempo ‘No va a quedar nadie en Madrid’, resultan ser de lo mejor del mismo. Ambas, especialmente la segunda cuando culmina con sonidos de manifestaciones frente al Congreso de los Diputados, son bastante explícitas y emotivas en su forma de reflejar el nubarrón socio-económico-político que nos atenaza. A los que hemos tenido que dejar Madrid en los últimos tiempos, nos basta con esa referencia al Palentino (conocido y añejo bar de la ciudad) para sacarnos la lágrima. A ver si ese «gire a la izquierda», extraído de un dispositivo GPS, que se repite obsesiva y subliminalmente al final, sirve de algo.

En suma, ‘Vibraciones’ (cuyo título y portada, obra del artista mejicano Sergio Cases, son una nueva referencia a Madrid, al de la Movida) cumple holgadamente en su tarea de consolidar la banda y sumar nuevos números a su repertorio en directo, que ya se antoja infalible. Ahora solo queda que programadores de salas y festivales se den cuenta de que Maronda son un nombre que considerar para sacarnos del hastío que produce ver una y otra vez a las mismas bandas.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Brindar con detergente’, ‘No va a quedar nadie en Madrid’, ‘Pastoral de tierras baldías’, ‘Quemando cromo’
Te gustará si te gustan: Big Star, Lori Meyers, Miles Kane
EscúchaloSpotify y Bandcamp (libre descarga)

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: maronda