Cuando en los 80 la música metal se consideraba corrosiva para la sociedad en general y para el desarrollo de la juventud en particular, nadie esperaba que, 30 años después, un estudio demostrara que los seguidores de este género musical eran en realidad los más felices de su época. Mucho más que oyentes de otros géneros e incluso que universitarios actuales.
A esa conclusión ha llegado el estudio ‘Three Decades Later: The Life Experiences and Mid-Life Functioning of 1980s Heavy Metal Groupies, Musicians and Fans’. Analizando a un total de 377 adultos -154 metaleros; 80 oyentes de otros géneros y 153 universitarios de California-, este informa de que los metaleros (fans, músicos y grupis) de los 80 eran los más felices y que, en la actualidad, son adultos mejor adaptados y más responsables que sus contemporáneos.
Según el estudio, recogido por The Guardian, los metaleros y metaleras analizados «mostraron niveles más altos de felicidad juvenil» y una «menor predisposición a arrepentirse por cosas que habían hecho en su juventud». La clave de estos resultados, sin embargo, es que a los aficionados a este género les unía sobre todo el sentido de comunidad. «El apoyo social es un factor de protección fundamental para jóvenes con problemas», escriben los investigadores.
Los resultados de esta investigación son una buena noticia para grupos metal de los 80 como Judas Priest, que fueron llevados a juicio en 1990 tras ser acusados de instigar a dos jóvenes a suicidarse en 1985 a través de supuestos mensajes subliminales incluidos en su disco ‘Stained Class’.