El mejor disco de Rihanna para nuestra redacción es ‘Loud’. Aunque rácano en su nota hasta por dos veces, Sebas E. Alonso apuntaba en 2010 que era el primer disco de Rihanna que no te hacía «pensar en su futura colección de hits». «‘Loud’ se cierra con la segunda parte de ‘Love The Way You Lie’, el megahit grabado junto a Eminem, repitiendo la jugada de ‘Empire State Of Mind’ y su secuela a cargo de Jay-Z y Alicia Keys. El tema gana aquí puntos con mayor protagonismo de Rihanna, comenzando la letra con una referencia a la primera parte de la canción y concluyendo «quizá soy una masoquista / intento correr / pero no puedo marcharme», cerrando de alguna manera el círculo que se abría con ‘S&M’. El disco acaba con un hit y hasta quieres ponértelo otra vez». Elogiaba los hits ‘What’s My Name?’ y ‘Only Girl’ y destacaba que era una pena el par de canciones que no están a la altura (‘Cheers’, ‘Fading’…). De no ser por estas estaríamos realmente ante un gran disco.
En segundo lugar encontramos ya ‘Anti’, e incluso hay para quien es el mejor álbum de Rihanna, como Nicolás del Moral: «Sin la presencia de un hit estratosférico que la fagocite, Rihanna va y viene de un estilo a otro y por el camino se entretiene. El R’n’B de ‘James Joint’, con ese deje Stevie Wonder, poco o nada tiene que ver con ‘Work’, ‘Love on the Brain’ o ‘Higher’ pero, por primera vez, no hay sensación de falta de criterio a la hora de dar homogeneidad al álbum. Quizá porque no hay apenas relleno; quizá porque pocas veces ha contado con tantos growers». JB escribía en su crítica: «‘ANTI’ es, al fin y al cabo, el primer intento real de Rihanna de convencer al público de que es más que una voz y un nombre, de que es una artista. Ocho discos después, desde luego se ha hecho esperar, pero si entendemos esto como el disco de transición que es en lugar de como el “body of work” que nos han vendido, es posible que el camino hacia la verdadera obra maestra de Rihanna (¿su noveno disco?) se haga mucho más ameno y, en definitiva, que la celebración ante su llegada sea mucho más merecida». Después, proponía una secuencia alternativa.
La gran sorpresa es la buena valoración generalizada de ‘Unapologetic’, que ocupa el tercer puesto pese a las opiniones encontradas que generó. JB en su crítica publicada el día de salida ya advertía que pese a su «planteamiento completamente absurdo, con multitud de escritores y productores involucrados en cada una de las canciones y sin clásicos claros», estábamos, «sorprendentemente, ante uno de los mejores discos de Rihanna. ‘Unapologetic’ propone una experiencia sónica repleta de bases potentes como la de ‘Jump’, producciones lustrosas y sensuales como la de ‘Loveeeeeee Song’ y momentos de enorme belleza como ‘Get It Over With’ (que merece una escucha aunque suene a medio cocer) o el baladón ‘Stay’, aderezadas cada una de ellas con esa honestidad que siempre da puntos. Quizás le sobre un tema o dos y le falten grandes canciones, además de un planteamiento más coherente, pero ‘Unapologetic’, definitivamente, mola». Raúl Guillén coincide: «De acuerdo que en su minutaje hay que lidiar con naderías como ‘Numb’ o ‘Right Now’, que ya se podían haber guardado para sí mismos Eminem y Guetta, respectivamente. Pero el resto del álbum atina allí donde ‘Talk That Talk’ se perdía. Más apertura de miras de La Churrera de Barbados sin dejar de acertar en lo comercial. Y, sobre todo, un aperitivo de la aún mayor audacia de ‘Anti’, en cortes muy interesantes desde el punto de visto artístico como ‘Love Without Tragedy / Mother Mary’, ‘Jump’ o ‘Loveeeeeee Song’».
Por detrás queda el disco más vendido de Rihanna, y el que la presentó a lo grande en toda Europa, ‘Good Girl Gone Bad’. Raúl lo valora bien: «Pese a que su producción se haya quedado un puntito desfasadilla 8 años después, la vigencia de su primer éxito masivo es rotunda. Más allá de dos singles superlativos como ‘Umbrella’ y ‘Don’t Stop The Music’, estamos ante un conjunto impecable de R&B contemporáneo, revitalizador de un género que hoy domina el mercado musical global de forma indiscutible». Sebas coincide aunque le resta méritos: «No hay que olvidar que llegó bastante más tarde que Nelly Furtado y Justin Timberlake. En aquel momento, Rihanna no estaba tan espabilada como hoy. En la edición deluxe ‘Disturbia’ puede sumar, pero ‘Take a Bow’ y Maroon 5, en este caso restan».
En quinto lugar, ‘Talk That Talk’, un álbum que se desinfla después de concentrar sus hitazos importantes en el primer cuarto de hora (‘We Found Love’, ‘Where Have You Been’, ‘You Da One’). Sebas E. Alonso comentaba en 2011: «Prueba de lo distante que está este disco de estar bien acabado es ese interludio llamado ‘Birthday Cake’, que acaba con un “fade-out” tan espantoso que tiene que ser una broma. O lo desapercibido que termina pasando el sample de The xx con la producción de Stargate en otra de las canciones sobre la adicción al amor, ‘Drunk On Love’. No era una mala idea convertir la ‘Intro’ de los de Romy Croft en un tema con letra, pero habría casado mejor entre las baladas de un disco de Beyoncé».
Ya en la zona crítica de la tabla queda el polémico ‘Rated R‘, al que salvó por los pelos el éxito de ‘Rude Boy’. Raúl comenta: «Tiene los mimbres para haber sido un disco estupendo, con su background sórdido -está altamente influido por la ruptura post-malos tratos de Chris Brown hacia la cantante- y el descarrile de chica buena del R&B, adentrándose por primera vez en su carrera en sonidos más arriesgados (dancehall, dubstep…). Sin embargo, todo se queda en buenas intenciones, con singles aceptables pero muy lejos de sus antecedentes y, sobre todo, una recta final de lo más meliflua e inconsistente». Aunque JB está de acuerdo en que ‘Rated R’ podría haber sido mejor, destaca no obstante la calidad de cortes «como la oscura ‘G4L’, de espectacular puente; ‘Photographs’, de cuando will.I.am. molaba de verdad; así como el bonito himno bóller ‘Te amo’ y el baladón rockero ‘Fire Bomb’, que más de una P!nk hubiera querido para sí».
Como era de esperar, los dos primeros discos, casi desconocidos en España, quedan en los últimos lugares. Nico habla sobre ‘A Girl Like Me’: «es el típico ejemplo de cómo usar un sample como excusa para colar una colección de canciones de baratillo que, en trabajos posteriores, Rihanna mejoró hasta niveles insospechados. Basta comparar ‘Crazy Little Thing Called Love’ y ‘Man Down’ para darse cuenta de que ‘A Girl Like Me’ podía haber salido tranquilamente de la factoría OT». Y Sergio del Amo opina de ‘Music of the Sun’: «Rihanna jamás ha destacado precisamente por lanzar álbumes muy cohesivos que digamos. Y su puesta de largo, con ese artwork digno de ser expuesto en una gasolinera al lado de los discos de Camela, no iba a ser menos. Para distanciarse de su futura competencia la de Barbados se dejó querer por los ritmos caribeños (algo que de ahí en adelante estaría presente en casi la totalidad de su discografía de alguna u otra forma), pero ya apuntaba maneras por entonces como churrera de hits con aquel ‘Pon De Replay’ que ha envejecido mejor que bien, y temas como ‘Let Me’ o el baladón ‘Now I Know’. Sin pretensiones, nacía una estrella».
JB coincide más o menos recordando esta primera era, pero apuntando más cosas rescatables: «A la gente le gusta hacer como que los dos primeros discos de Rihanna no existen, que la carrera de la de Barbados empezó con ‘Umbrella’, pero tanto ‘Music of the Sun’ como ‘A Girl Like Me’ tenían cosas rescatables. Del primero cabe destacar que es el disco más reggae de Rihanna, lo cual no es decir mucho en verdad, pues su enfoque de este género es tan inofensivo y plástico como su portada, pero, con lo mucho que hemos reivindicado a la Rihanna más jamaicana en los últimos tiempos gracias a aciertos como ‘Man Down’, ‘No Love Allowed’ o ‘Work’, no está de más recordarlo. Para empezar, es el disco que contiene ‘Pon de Replay’, uno de los mejores singles pop de la pasada década, pero cortes de reggae amable como ‘Here I Go Again’, ‘If It’s Lovin’ that You Want’, ‘You Don’t Love Me (No No No)’ (una versión de Dawn Penn) y el tema titular tampoco estaban mal. El resto era un insufrible colección de baladas y medios tiempos R&B sin chicha ni muerdo, pero más bien por ahí tiró su continuación ‘A Girl Like Me’, que solo era un poco mejor y era el disco que contenía ‘SOS’ y ‘Unfaithful’. Del mismo merece la pena destacar nuevamente sus momentos más reggae, en concreto ‘Kisses Don’t Lie’ y la estupenda ‘Dem Haters’, así como el medio tiempo ‘We Ride’, pero poco más. Francamente, se puede decir sin ninguna duda que ‘Umbrella’ salvó la carrera de Rihanna, pero que también nos salvó a todos de lo que podría haber sido sin ella».
JB | Nicolás del Moral | Raúl G. | Sebas E. | Sergio A. | Ránking | |
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‘Music of the Sun (2006) | 4,9 | 4 | 6 | 8º | ||
A Girl Like Me (2007) | 5,4 | 4 | 6,5 | 6,25 | 7º | |
Good Girl Gone Bad (2008) | 7 | 6 | 6,8 | 7 | 7,25 | 4º |
Rated R (2009) | 6,7 | 5,5 | 5 | 5,9 | 5,5 | 6º |
Loud (2010) | 7,5 | 7 | 7,8 | 8 | 7,5 | 1º |
Talk That Talk (2011) | 6,3 | 6 | 6,5 | 7 | 6,75 | 5º |
Unapologetic (2012) | 6,8 | 6,5 | 7,3 | 7,5 | 6,5 | 3º |
ANTI (2016) | 7,2 | 7,8 | 7,6 | 7,9 | 7 | 2º |