Sin embargo, esta parodia, que intenta reproducir algunas escenas y coreografías del vídeo de Bey en escenarios insólitos (establos, áreas infantiles de un centro comercial…) y con un vestuario más low-cost, ha caído bastante mal por considerarse que ridiculiza el mensaje de empoderamiento de la mujer afroamericana de la canción original. Como observa NME, Twitter se ha llenado de reacciones negativas, sobre todo de mujeres que afeaban la conducta de Amy en el vídeo, acusándola de racismo y de apropiacionismo. Por el momento, Schumer no se ha pronunciado al respecto.
En realidad, buena parte del trabajo de Amy Schumer se basa en la provocación, en decir o hacer cosas inesperadas. Así hace unas semanas la vimos liarla en los premios de una revista masculina con un discurso que hizo estallar de risa a la misma Florence Welch. Y hace apenas unos días, involucraba a Madonna en uno de sus espectáculos, donde esta ofrecía sexo oral a cambio de no votar a Donald Trump. Os dejamos con parodia y original, así como con algunos de los tuits acusatorios.