Música

The Cranberries / Something Else

‘Zombie’ suma más de 500 millones de reproducciones en Youtube, el doble que ‘Wonderwall’ de Oasis y ‘Song 2’ de Blur… juntas, 10 veces más que el mayor hit de Alanis Morissette, 150 millones por encima de ‘Losing My Religion’ de R.E.M. y está a muy poco de superar los streamings de ‘Smells Like Teen Spirit’ de Nirvana. El éxito de la canción anti-violencia de Cranberries fue monstruoso, pero además no fue el único. Las excelentes -mucho mejores- ‘Dreams’ y ‘Linger’ del primer álbum, ‘Ode to My Family’ o ‘Animal Instinct’ y ‘Just My Imagination’ del multiplatino -en España- ‘Bury the Hatchet’ son también canciones muy recordadas.

Es normal que Dolores O’Riordan quiera revivir su gloria de vez en cuando, ya sea en forma de directos, ya sea en forma de «greatest hits» con cuarteto de cuerda: escribió ‘Zombie’ completamente sola, siendo una de las canciones escritas por una mujer en solitario más exitosas de la historia, por lo que el cheque que le llegue de autores cada cierto tiempo ha de ser fino, y ellos… todos sabemos que volverán cada vez que ella quiera. The Cranberries son uno de esos pocos grupos que nunca ha cambiado de formación, y el interés del público baja de 6 a 2 cada vez que Dolores hace algo por su cuenta, pero aquí es ella quien maneja el cotarro para bien y para mal.

‘Something Else’, titulado así en guiño al debut del grupo y planteado como posible álbum final, no termina de ser una buena idea porque las canciones en ningún caso aparecen mejoradas. A veces no había nada que mejorar, como es el caso de ‘Dreams’, ahora arreglada con un exceso de almíbar solo medio gracioso; otras no podían sumar recortadas y desprovistas de garra, como ‘Zombie’, ‘Free to Decide’ y sobre todo ‘Ridiculous Thoughts’, cuyo intenso final ha sido cruelmente castrado; y las que sí porque por producción podían beneficiarse del formato cuerdas, como ‘Animal Instinct’ y ‘Ode to My Family’, no han sido especialmente embellecidas ni mucho menos reinventadas. El disco se deja oír, porque las canciones originales son mucho mejores de lo que dijo la prensa, pero no ofrece ninguna sorpresa, y además deja un cierto regusto a semi directo, algo confuso. Ni ofrece la fuerza y espontaneidad de un disco en vivo, ni la perfección de un disco de estudio: hay tomas que suenan improvisadas, pero al mismo tiempo aparece algún autocoro de manera aislada. ¿En qué quedamos?

El foco está en las tres canciones nuevas, y las tres presentan el mismo problema: contienen ideas buenas pero a medio terminar. Toda la maestría que Dolores O’Riordan ha mostrado para dar con una buena melodía no la ha mostrado para rimar letras -a la postre las de ‘Bury the Hatchet’ parecen las más trabajadas- y sobre todas las canciones pesa la sensación de haberse quedado con las ideas que fueron esbozadas en los primeros minutos de escritura. No le vendría mal a O’Riordan un co-autor o co-autora de confianza, como al que han recurrido Sia, Alanis o Ed Sheeran, para obligarle a dar dos vueltas a las canciones. Una pena porque ‘Rupture’ comienza como un atractivo número cercano a Yann Tiersen, pero después se pierde sin expresar demasiado sobre la depresión sufrida por la artista, y en algún lugar de ‘Why‘ hay un tema a la altura de ‘Empty’ o ‘Dreaming my Dreams’ que tampoco ha sido desarrollado. Para muestra, esos «tell me» susurrados. Preciosa voz como quedan pocas, desperdiciada por la autocomplacencia y cierta holgazanería.

Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Why’, el principio de ‘Rupture’
Te gustará si te gusta: mucho el grupo
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Sebas E. Alonso