La cantante no descarta sacar disco con material propio, si bien reconoce que aún no tiene suficientes canciones para ello, por lo que de momento se conforma con un disco de versiones que necesitaba sacar fuera. La idea ha sido esta: ella acostumbra a desfogarse en un karaoke de FilipinoTown (Los Ángeles), Smogg Cutter, y en este álbum ha querido, según está contando en las entrevistas promocionales, seleccionar no canciones que estuvieran poco trilladas, sino las que eran importantes para ella. Bien por la honestidad y por la justificación del proyecto, vinculado además a los tiempos en que conocimos a Russian Red haciendo una versión de Cyndi Lauper. En algún momento este álbum pareció una obligación contractual con Sony, y ahora resulta que es autoeditado y ha aparecido de mala manera a mitad de la semana pasada en Spotify, cuando los discos han de salir los viernes. ¿Cuál es el problema? Que mientras Russian Red se lo ha pasado pipa en un karaoke con las versiones bailables de ‘All that She Wants’ y ‘Don’t You Want Me’, a nosotros nos las ofrece en una adaptación balada que no, no genera muchas ganas de ir a un «karaoke».
Esa contradicción entre título del disco y disco, al menos para el usuario que no va a karaokes a cantar versiones lentas de temas uptempo, termina por llevarse por delante lo apetecible de todo el proyecto. Sin embargo, Russian Red logra salvar los muebles a medias evitando que el disco caiga en la reducción acústica. Ha producido una mitad del largo con los hermanos «Babes», Zach (su esposo) y Aaron Leigh, y la otra con Brian Hunt, pero el álbum nunca cae en la manida versión «guitarra y voz» que ya hemos podido oír en el nuevo garito supuestamente cool de Malasaña, de fondo, de manos de un artista random. En su lugar Russian Red nos sumerge en una especie de folk futurista, fantasmagórico, animado por pianos, sintetizadores y reverb, muy adecuado para suceder un disco titulado ‘Agent Cooper’ y también su producción electrónica.
Así, entre el aletargamiento que produce su interpretación de ‘All That She Wants’ o la de ‘Take My Breath Away’, podemos rescatar lo diferente para bien que es el ambiente creado por el single ‘I Want to Break Free’ respecto al original de Queen, lo bien que le sienta a su voz el estribillo de ‘I’ll Stand By You’, las espléndidas guitarras de surf lento de ‘Heartache’ o ese arranque en el que ‘Shout’ parece más bien ‘My Girl’ de los Temptations.
Aprobado justito para ‘Karaoke’, que deja cierto sabor a fracaso. Sobre todo el nuestro por no haber sabido entender antes o ahora a una artista que, por ejemplo en Francia, sí habrían sabido tratar como una superestrella. ¿Tenemos nosotros el mismo respeto por nuestra cultura que en el país vecino o estamos muy ocupados decidiendo quién es indie, quién no indie, qué artista ha de mojarse políticamente y quién hace una declaración desafortunada a los 25 años? Si los científicos emigran, y los artistas con tanto talento para la composición, presencia escénica y cualidades de artista como Russian Red también, mal asunto.
Russian Red actúa hoy 25 de mayo en Barcelona y el 2 de junio en Madrid (hay doble pase, uno a las 20.00 y otro a las 22.30).
Calificación: 5,5/10
Lo mejor: ‘I Want to Break Free’, ‘I’ll Stand By You’, ‘Heartache’
Te gustará si te gusta: básicamente su preciosa voz, sobre cualquier cosa, sea la que sea
Escúchalo: Spotify