Pero como un yang para el yin, también tiene un lado oscuro que parecía estar más presente en sus dos últimos discos, ‘Ceremonia’ y ‘Premeditación, nocturnidad y alevosía’. Es el que representan canciones como ‘Peor que las demás’, ‘La pieza que me falta’ –colaboración con el productor de sus discos y a su vez pareja, David Rodríguez de La Estrella de David– o la espeluznante ‘Lo veo posible’.
Esta canción está construida sobre un arpegio de guitarra sobre el que Ana canta una melodía tan clásica como melancólica –propia de la más memorables Cecilia o Jeanette– cuyo dramatismo se acentúa tanto con un tenebroso arreglo de cuerdas como con el sobrecogedor silencio instrumental posterior al estribillo. Un estribillo que enfatiza el pesar de su letra con una caja de ritmos grandilocuente, casi exagerada, que redobla su efecto cuando Ana sube su tono una octava y unos violines le ofrecen el contrapunto.
Un ambiente casi cinematográfico que se adapta perfectamente a ese texto de imágenes poderosas (“llévame al futuro de tu mundo, abrázame sobre el puente de hierro”) en el que una amante desesperada ve cómo la manera de querer de la otra persona (“los árboles tienen sus pájaros fieles, las ramas no atan”) difiere de la suya, más posesiva. Ante esto, prefiere tenerle a la manera de él/ella que a la suya (“si no puedo tenerte para nada, es mejor tenerte así”), pero ese “quiero que veas lo que veo, que creas lo que creo y entienda que lo veo posible”, en cambio, parece albergar una inquietante amenaza, oculta, acechante.
Tal y como se anunció con este chanante vídeo, La Bien Querida comienza esta semana las primeras presentaciones en directo de ‘Fuego’ con un grupo en formato quinteto en la que ella, nos adelantó, será “solo” la cantante. Será mañana, día 15 de diciembre en Madrid (OchoyMedio), y el sábado, 16 de diciembre, en Barcelona (La [2] de Apolo). Las entradas están a la venta en Ticketea.