Hoy se estrena un vídeo oficial para esta canción y Kesha se ha tomado literalmente lo de “canciones de boda”, porque en el clip oficia una boda entre dos mujeres que, además, son sus fans. Pero la oficia de verdad, con papeles, ceremonia, tarta y todo el plantel. El vídeo comienza con un road-trip hasta Las Vegas, donde se celebra el casamiento, e intercala entre retazos de la canción emotivas declaraciones tanto de Kesha como de las novias, sobre la diferencia y el amor.
En lo estrictamente musical, Kesha confirma con esta canción tan rockera que ya ha dejado atrás el papel de estrella del pop que tanto sufrimiento le causó, por su relación con el productor y ejecutivo musical Dr. Luke, cuyo juicio aún no se ha resuelto. Pero ella ya ha pasado página y ha retomado su carrera con el notable ‘Rainbow’, un disco repleto de soul, rock y R&B en el sentido más clásico. Con él, quizá no ha obtenido el mismo reconocimiento popular que con sus primeros discos, pero a cambio se ha ganado el respeto y la admiración de otros sectores de público, quizá más exigentes. Además, su gran single ‘Praying‘ fue empleado como símbolo de la lucha feminista de la campaña #MeToo en los últimos premios Grammy.