Desde hace un par de semanas, esa canción es otra. St Vincent, que siempre creyó en la versatilidad de dicha composición, advirtiendo que permitía muy diferentes lecturas, la ha transformado en una canción de baile, no tan disco eso sí, más bien electro, que ha llamado ‘Fast Slow Disco’. Dice haberse inspirado en Taylor Swift a través de un amigo común (Jack Antonoff ha producido a ambas) y la verdad es que el resultado se parece un poquito, en espíritu, a ‘Style’. La remezcla ha tenido una aceptación enorme, acercándose al millón de reproducciones en Spotify y siendo su canción más oída ahora mismo, por lo que la ha llevado a la tele y además ha estrenado un videoclip para ella.
El vídeo es una visita a una discoteca gay, con la cantante embutida en cuero negro a lo Olivia Newton-John al final de ‘Grease’ y ha montado una orgía con esos hombres que ni la Kylie de ‘All the Lovers’. Otra referencia podría ser la Madonna de ‘Girl Gone Wild’, dado el carácter oscuro y pro-S&M del escenario. De hecho, Annie Clark se ha entregado más “a lo salvaje” todavía porque ha prescindido de los servicios de maquillaje y peluquería para mostrarse sudada de verdad. La verdad, matamos por ver cómo queda esto en el próximo Vida Festival la semana que viene.