En esta interesante entrevista, la artista andaluza desmitifica la maternidad en base a su propia experiencia, habida cuenta de que su profesión está basada en su propia individualidad: «Mi profesión, de la que estoy enamorada, está muy ligada a mi identidad personal. Y de repente perderlo todo, ser una persona que lo único que hace es dormir, alimentar y cuidar… por muy bonito que sea, es un golpe”. Zahara explica que su post-parto fue especialmente duro, no sólo físicamente sino también anímicamente, al ver las dificultades que entrañaría su vuelta al trabajo.
La recomendable entrevista está llena de sentencias tan rotundas como “es precioso crear una vida, tiene partes muy bestias, animales y emocionantes. Pero dejé de ser yo en todos los sentidos, y no reconocerte en el espejo es muy duro” o “mi hijo me encanta desde que nació, pero la maternidad la disfruto desde que puedo ser madre y ser mujer, volver a ser Zahara” o “no existe la conciliación, es imposible. Es mentira, es la gran estafa de la sociedad. La única manera en que se puede, y es horroroso lo que voy a decir, es teniendo dinero”. Pero también derrocha su particular sentido del humor, cuando recuerda lo feliz que se sintió al recuperar su forma física (“el día que me miré y mi cuerpo se volvía a parecer a lo que era respiré: «ya conozco a esa tía que me está hablando””) o al hablar de su inspiración para recuperar su vida personal y profesional tras la maternidad, Leonor Watling, la actriz y cantante de Marlango que tiene dos hijos con Jorge Drexler: “La tenía como referente: hay vida después, resucitaré y me convertiré en Leonor Watling”.