Choriqueso. Gurififlai. Onomeatropella. A Bejo le gustan las palabras raras (como demuestran también sus letras). A ellas se ha sumado ‘Perogrullo’, uno de los varios singles que el rapero canario ha publicado en 2018 y, tras ‘Sirope’ con el rapero venezolano Akapellah, el segundo producido por Nico Miseria, conocido por su trabajo en ‘Golden Boy‘ de Sandro Jeeawock y sobre todo en ‘Banzai‘, el debut de la tristemente fallecida Gata Cattana.
Miseria ofrece a Bejo una elegante base que se aproxima al reggae, y en la que se va intuyendo un elemento bailable -en el modo en que el ritmo se acentúa en puntos concretos de la canción- que se confirma entorno al minuto 1.46. El rapero canario aprovecha este sofisticado beat para construir una bonita canción de amor (“tú me miraste con esos ojitos lindos”, dice el gancho principal) como solo puede hacerla él, y en la que se suceden rimas tan características como “si te me empegostas me escabullo, pero si arrancas la caña voy detrás tuyo, esto a mí me pasa por perogrullo” o “déjalo en calma, tú eres como aceite de palma, me gusta pero me dañas, qué bonitas pestañas”.
Hipnotiza como siempre en ‘Perogrullo’ el magistral “flow” de un Bejo que domina como nadie el arte de rapear en castellano, y de hecho, como sucede en mi opinión también con C. Tangana y Nathy Peluso, el personalísimo vocabulario y el carisma vocal de Bejo es tal que en su voz el español suena siempre como nuevo, como cuando en ‘Perogrullo’ rapea eso de “ahueca el ala, yo no soy un parrala, yo no me chupo el dedo, soy noticias malas”. Las palabras de Bejo, por muy absurdas que parezcan (“fumando raggamuffin, catafinfunflin”), se clavan en el cerebro con un único disparo, y en ‘Perogrullo’ la belleza de la base y la personalidad de las líneas construyen una canción cómica y a la vez extrañamente poética, realzada por cierto por un surrealista videoclip dirigido por Cachi Richi que tampoco os podéis perder.