Hace alrededor de un mes nos entristecía saber de la disolución de Delorean, uno de los grupos españoles que han contribuido como pocos a elevar el nivel de nuestro pop alternativo, abriendo brecha más allá de nuestras fronteras con discos como ‘Ayrton Senna’ o ‘Subiza’. Los guipuzcoanos se despiden tras 18 años de carrera, meses después de publicar su última referencia –’Mikel Laboa‘, un disco-homenaje al cantautor vasco reimaginando su música– y con la sensación de que aún podían decir muchas cosas.
Por eso hemos querido hablar con el batería Igor Escudero sobre las razones para este adiós, recapitulando un poco sobre el pasado, con los mejores y peores momentos de las casi dos décadas del grupo, y también sobre el futuro musical a medio plazo, que se presenta incierto en lo musical. El inmediato es que ofrecerán un concierto en Madrid este próximo miércoles, 21 de noviembre, en un evento en la Sala Joy Eslava junto a Soledad Vélez cuyas entradas puedes conseguir de manera gratuita. Pero no será su despedida final, que tendrá lugar en unos meses y contará con invitados especiales.
¿Qué ha pasado, por qué decir adiós ahora?
Bueno, tampoco hay una razón concreta. Todos llevábamos casi un año con otros trabajos y, cuando llegó el momento en que teníamos que hacer otro disco, porque teníamos bastantes temas, te planteas todo lo que eso conlleva, hacer el disco, pasar todo el verano que viene tocando, combinándolo con nuestros trabajos… De repente pensamos que nos apetecía tener otra vida, probar otras cosas, ¿sabes? Miramos atrás y dijimos «llevamos 18 años, hemos hecho bastantes cosas y estamos orgullosos de lo que hemos conseguido». Así que lo dejamos y ya está.
«Tenemos como una tonelada de canciones que hemos hecho en los últimos 10 años y no sé si en un futuro haremos algo con ellas»
¿Y esas canciones que decías se quedarán ahí en un limbo? ¿Planteáis hacer algo con ellas?
No sé. Todavía no hemos hablado, pero tenemos como una tonelada de canciones (inéditas) que hemos hecho en los últimos 10 años y no sé si en un futuro haremos algo con ellas, si las iremos sacando poco a poco… Tampoco tenemos nada claro.
¿Habéis estado todos de acuerdo en la separación o ha sido fruto de un tira y afloja en la dirección del grupo?
A ver, a alguno le hacía más ilusión seguir tocando, otros estábamos más cansados. Al final piensa que nos conocemos desde los 14. Como grupo llevamos 18 años, pero como amigos son más de 20 y no sé, nos conocemos muy bien. Sobre todo es que nos apetece probar más cosas en la vida. Yo cuando veo gente que ha hecho muchas cosas distintas en su vida me da mogollón de envidia.
«El otro día bromeaba con mis amigos que (la despedida del grupo) es como vivir tu propio funeral»
¿Cuáles son las sensaciones con las que os vais? ¿Hay más satisfacción por lo logrado o cierta amargura por lo que podría haber sido o alcanzado en algún momento?
No, no, la verdad es que nos quedamos con súper buen sabor de boca con las muestras de cariño que nos está dando la gente después de la despedida. Es superemocionante. El otro día bromeaba con mis amigos que es como vivir tu propio funeral… (risas) No sé si has visto el documental sobre Ayrton Senna, el piloto…
No…
Pues en él se ve cuando se celebra su funeral y está todo Sao Paulo en la calle, una locura. Pero piensas «joder, el tío está muerto y no puede ver nada de esto». En nuestro caso, el grupo se muere pero notas el cariño de la gente y para mí eso tiene un valor incalculable.
«Cuando estábamos en pleno apogeo, parecía que todo lo que nos hacía ilusión o teníamos ganas, nos sucedía»
¿Cuál dirías que es la cumbre de vuestra carrera? ¿Qué es lo más fuerte que os ha pasado como grupo?
Mogollón de cosas, tanto buenas como malas. Hay un montón de cosas que nos han hecho ilusión: girar por Estados Unidos… Bueno, haber ido gracias al grupo a los 5 continentes es algo que ahora, que estoy metido en una vida normal, digo «joder, ¡ya no podré viajar tanto!» (risas) Eso me da rabia. Pero haber tocado en más de 20 países es muy fuerte. Me acuerdo que, cuando estábamos en pleno apogeo, parecía que todo lo que nos hacía ilusión o teníamos ganas, nos sucedía. Por ejemplo, éramos superfans de la serie ‘Entourage’ y nos metieron una canción en la BSO; o cuando fuimos el primer grupo español en tocar en Coachella, que entonces era lo máximo. Era como si cumpliéramos todas las metas que teníamos entonces.
¿Y el momento más chungo, el que os puso más al límite? ¿Quizá todo aquello del secuestro en México?
Sí, claro, todo el mundo lo sabe. Pero yo diría que fue también todo aquel año, porque también sucedió la ruptura con Mushroom Pillow, que nos descentró mucho. El secuestro fue como «la guinda del pastel» a un año bastante chungo. Pero bueno, le dimos la vuelta, porque la gente también nos apoyó un montón y mira, aquí estamos.
¿Recuerdas cómo fue cuando os enterasteis de que estabais en portada de Pitchfork? ¿Qué recuerdas de aquellos días?
Buah, mira lo recuerdo perfectamente: estábamos grabando el ‘Subiza
«Si observas la mayoría de los grupos, sólo un 20% es capaz de enlazar un montón de discos buenos»
¿Dirías que, en cierta medida, la repercusión de ‘Subiza’ a nivel internacional ha sido un poco de doble filo, una referencia que ha costado superar y que ha pesado en vuestros trabajos siguientes?
Es difícil mantenerse. Si observas la mayoría de los grupos, sólo un 20% es capaz de enlazar un montón de discos buenos. Casi todo el mundo tiene sus dos años buenos, en el que los astros se alinean y eres capaz de hacer música al 100% y luego ya… No sé, te empiezas a perder un poco. (risas) No estás tan centrado o tan inspirado… No sé. Le pasa a todo el mundo. Echando la vista atrás, todo eso nos puso en un sitio y lo pudimos mantener durante años. Y estamos superorgullosos de eso.
¿Qué valoráis más de haber logrado esa dimensión internacional y qué ha sido lo peor, si es que ha tenido algo malo?
Como te decía, aprecio un montón haber podido viajar por todo el mundo junto a mis amigos, y también conocer en esos viajes a un montón de gente con los cuales sigo teniendo contacto y los considero también mis amigos. Eso es lo que me llevo de todo esto, y yo creo que los demás también.
¿Cuál ha sido el feedback que os ha llegado de EEUU tras la noticia de vuestra disolución? Allí os quieren mucho, y lo consideráis vuestra segunda casa…
Bueno, ya tenemos dos ofertas para hacer un bolo de despedida en Nueva York así que, después de tocar aquí, tenemos claro que iremos a hacerlo allí. De hecho, cuando el otro día tocamos en Barna y recuperamos un montón de canciones de ‘Subiza’ que hacía mucho que no tocábamos, dijimos: «¡vámonos a tocar ya!» (risas)
Diría que, junto con El Guincho, sentasteis un precedente generacional para que se mirara al pop español con otros ojos. ¿Cómo valoras el hecho de que cada vez haya más presencia en medios yanquis de artistas como Rosalía? ¿Os veis como un precedente?
No. Para empezar es que ha cambiado todo un montón. Creo que los primeros en salir en Pitchfork fueron Pinkertones, que obtuvieron una reseña muy buena y tocaron en Estados Unidos. También me acuerdo que cuando pasó lo de El Guincho todos estábamos superemocionados, y cuando nos pasó a nosotros fue como «¡Buah!», bastante emocionante. Pero yo creo que hace 10 años quizá la prensa internacional tenía mucha más fuerza que ahora. Los que seguimos consumiendo prensa musical tenemos ya más de 30 y las nuevas generaciones esto ya no les afecta igual. Aparte, Rosalía está a un nivel estratosférico.
«Para mí Hinds han llegado mucho más lejos que nosotros a nivel global»
Sí, entiendo que Rosalía no es el ejemplo más apropiado, aunque sea lo más actual. Pero me refiero también a grupos como Baywaves, que llenan salas en Reino Unido (que me estoy yendo constantemente a EEUU), o a lo que están haciendo Hinds.
Sí, sí, entiendo. Hombre, para mí Hinds han llegado mucho más lejos que nosotros a nivel global. Y eso mola. Al final las nuevas generaciones han nacido ya con internet. Esto hace que, por un lado, las herramientas se hayan democratizado más, y de ahí que el nivel de productores de este país a día de hoy no tiene nada que envidiar al de otros países. Pero a la vez la competencia es mucho más feroz, y por eso es más difícil destacar. Por eso apreciamos mucho lo que han conseguido Hinds, Baywaves, Alizzz, etcétera.
¿Qué consejo darías a alguien que quiera proyectarse comercialmente fuera de España, desde vuestra experiencia?
Sobre todo, que piensen que es algo incontrolable. Yo no creo en el trabajo en sí, sino que el trabajo es como una especie de lotería: cuanto más trabajas, estás comprando más tickets de lotería. Pero trabajar duro no te garantiza nada. Es una mezcla de trabajo duro y de estar en el momento justo en el lugar justo. Hay un montón de azar. El mundo de las artes está lleno de gente que ha trabajado duro y no se ha comido una mierda. Esto es música, no es ciencia.
«‘The Metropolitan Death’, nuestro EP debut, me lo escuché hace poco y no me gustó nada. Me pareció terrible, la verdad»
Supongo que con estos conciertos de despedida habréis hecho un poco repaso de todos vuestros trabajos. ¿Cómo valoras ahora vuestros inicios, más guitarreros? ¿Qué os parecen?
Pues mira, el ‘Delorean‘ siempre ha sido de mis favoritos, y es algo que hemos comentado entre nosotros. Después de ‘Subiza’, es el que me parece más completo. Casi todos los temas me gustan y veo un montón de influencias, un montón de ilusión. Le tengo mogollón de cariño a ese disco. Pero por ejemplo ‘The Metropolitan Death‘, nuestro EP debut, me lo escuché hace poco y no me gustó nada. Me pareció terrible, la verdad. (risas) Y se lo dije a todos.
¿Pero qué pensaste? ¿»En qué momento se nos ocurrió hacer eso» y cosas así?
No, recuerdo que los temas en directo funcionaban bien, pero no sé por qué no me entró muy bien el otro día.
«Ninguno de nosotros se ve ahora mismo con fuerza de estar encima de un escenario liderando un grupo»
¿Sabéis ya qué vais a hacer después? ¿Todos seguiréis en la música?
Bueno, casi todos tenemos trabajos relacionados con la música: yo trabajo en una agencia de promo y management, Ekhi es profesor en la universidad pero también ha producido el disco nuevo de E.J. Marais, que sale pronto, Unai está trabajando a tope haciendo mappings y cosas así… Seguimos muy ligados al mundo de la música.
¿Pero proyectos de grupos o discos de material en solitario?
Yo diría que ninguno de nosotros se ve ahora mismo con fuerza de estar encima de un escenario liderando un grupo o así. Igual de secundario con alguien que tenga muy clara su movida y tal… Igual sí. (risas) Pero de momento, a día de hoy, nos apetece desconectar un poco.