‘I Always Wanna Die (Sometimes)’ es la última pista en la secuencia e ‘A Briefly Inquiry into Online Relationships’, y cierra el disco por todo lo alto, demostrando nuevamente que The 1975 son capaces de escribir canciones estupendas en cualquier estilo. En este caso está claro a lo que recuerda ‘I Always Wanna Die (Sometimes)’ y solo hay que pasarse por la sección de comentarios de la canción en Youtube para corroborarlo: a Radiohead y Oasis circa 1995, a Jimmy Eat World, a Coldplay, a Keane… y por tanto a la “típica canción que suena en los créditos finales de una comedia romántica” de principios de los años 2000 (¿nadie ha dicho Hoobastank?). Una mezcla, como el propio Matt Healy ha declarado a Genius, entre el pop británico y el “gran rock americano de finales de los 90” y principios de la pasada década.
En Pitchfork, Healy ha sido un poco más específico con las influencias de la canción, citando ‘Bittersweet Symphony’ de The Verve (el tema contiene un arreglo de cuerdas), ‘I Don’t Wanna Miss a Thing’ de Aerosmith y ‘Iris’ de Goo Goo Dolls, además del “sonido Manchester”. En la misma entrevista, Healy recordaba que, en el momento en que añadía las cuerdas a ‘I Always Wanna Die (Sometimes)’, se le ocurrió que esta podría ser la “gran canción” de The 1975, y no es un pensamiento descabellado, ya que es sin duda una de las canciones más emocionantes y “grandes” que ha compuesto el grupo hasta la fecha, escondiendo en una melodía preciosa una letra que habla sin tapujos sobre el deseo de morir, que Healy asegura “todos hemos sentido alguna vez, aunque no terminemos planificando nuestra muerte”.
La letra de ‘I Always Wanna Die (Sometimes)’ habla de viajes solitarios en tren o “recuerdos que son escenas de cosas que dijiste pero jamás quisiste decir” y se cuestiona hasta qué punto la “geografía” determina la identidad de una persona en relación sobre todo con su religión (¿hasta qué punto se “nace” musulmán o cristiano?). Pero la idea de la canción parece más simple: “la tragedia del día día es agotadora”, declara Healy a Genius, y esa energía es la que parece mover una canción que suena desolada al principio, pero que va abriéndose poco a poco hasta llegar a su magistral cumbre, tan clásica como todas las canciones a las que pueda recordar, en el mejor sentido. Al fin y al cabo puede ser perfectamente “la gran canción” de The 1975.