Música

Pavvla: «En todo el disco hay muchas cosas que nacen de un «¿a que no hay huevos?»»

Paula Jornet era sólo una jovencísima actriz en una serie de TV3, hasta que decidió probar en el mundo de la música en serio: se marchó a una escuela en Brighton, Reino Unido, y allí perfeccionó su técnica y, sobre todo, su confianza en sí misma. Así comenzó Pavvla, un proyecto musical que debutó con el interesantísimo ‘Creatures‘ (2017), un disco con referentes hasta hace poco infrecuentes en el pop de nuestro país como Daughter o Bon Iver.

Aquel álbum tuvo casi tanta repercusión en Reino Unido y otros países como aquí, llegando a ofrecer hasta 96 conciertos en todo el mundo. Pero Jornet, ya consolidada como trío junto a Aleix Iglesias y Pau Calero, se lanzó a grabar un segundo disco cuando ni siquiera había terminado esa gira: a finales de 2018 publicaba vía Luup Records un ‘Secretly Hoping You Catch Me Looking’ que marca un giro considerable en Pavvla a todos los niveles, tanto musicales como estéticos. Días antes de comenzar a presentar este álbum en directo –este jueves, 31 de enero, actúa en Festival Mil·leni de Barcelona; el 14 de febrero lo hará en la Sala 0 de Madrid– charlamos con ella sobre esta nueva dirección del proyecto, la repercusión de su debut o la colaboración con Alfred García en el debut de este, que ha supuesto nuevas cotas de popularidad para ella.

La nota de prensa del disco dice de él que son “9 canciones que suenan bajo el telón de la nocturnidad y la vida frenética que lo envuelve todo de contemporaneidad y vivacidad”…
¡Toma ya! (risas)

Escuchando el álbum, creo que entiendo un poco lo que intenta decir ese texto. ¿De dónde surge? ¿Qué quiere contar ‘Secretly Hoping You Catch Me Looking’?
Pues básicamente lo que ocurrió es que vi que las canciones que estaba escribiendo, aunque seguían con ese toque de melancolía mío, pero que me llevaban un poco por ahí. Así que fuimos un poco buscando ese ambiente, ese rollo “gamberro”, que digo yo, que le da una unidad como disco.

Pese a que musicalmente no es tan nostálgico y es más abierto y colorido, las canciones siguen hablando de amor, a veces como celebración, pero también con algo de amargura.
Sí, es verdad. Pues no sé, es que me sale así, reconozco que lo que más me inspira es eso, cosas que me pasan a mí, aunque a veces también hablo de otras personas, pero sobre todo de lo que siento yo.

«Pensamos que la peluca era una idea guay para dar una entidad a todo, (…) me ayuda a distanciarme un poco de Pavvla como de un personaje»

También habla de la noche, de salir, pero como una especie de máscara para ocultar lo que te aflige por dentro. ¿Todo esto de la peluca de la portada y las imágenes de promo va por ahí?
Sí, totalmente. Con el primer disco pasó que salió un poco de una manera casual, sin pensar. Simplemente hice mis canciones, las produjo Aleix (Nde: Iglesias, productor y batería de su grupo), las saqué y empezaron a llamar la atención. Así que cuando llegó el primer concierto de unas dimensiones ya considerables, en el Mercat de Mùsica Viva de Vic, allí estaba yo con mi ropa de andar por casa, no teníamos técnico de iluminación, no teníamos técnico de sonido… Y pensé “esto no me va a pasar con el segundo disco”. (risas) Así que toda la imagen de este álbum ya ha venido pensada, junto con una chica con la que hacemos los audiovisuales, y sí, pensamos que la peluca era una idea guay para dar una entidad a todo, que además tenía un poco que ver con ese aire nocturno, de fiesta, del disco. Y también me ayuda a distanciarme un poco de Pavvla como de un personaje, a separarlo de Paula.

Pese a esa contemporaneidad, que es palpable, persiste un componente añejo en algunas melodías, como de canciones de entreguerras o valses –pienso en el puente de ‘The World Stopped…’ o en toda ‘None of the Above’, que debajo de la producción suena a blues a lo Billie Holiday–. Entiendo que pueden venir del jazz que has vivido en casa. ¿Eres consciente de que ese componente es algo inherente a tu estilo?
Supongo que es así, porque me lo dicen en las entrevistas. Pero yo no soy consciente para nada, no es algo que piense, simplemente surge. Quizá también tiene que ver que he escuchado y escucho mucha música de Motown, porque me encanta. Imagino que puede venir también de ahí.

La sensación es que ‘Creatures’ parte de lo acústico y se mueve hacia lo electrónico; pero que ‘Secretly Hoping…’ nace directamente de la electrónica. ¿Es así?
Sí, justo así. ‘Creatures’ nació de mi habitación, de encerrarme ahí a escribir canciones con una guitarra acústica, porque ni siquiera tenía una guitarra eléctrica o un amplificador, y aunque luego las vistió Aleix, en esencia el disco seguía siendo así. Pero para ‘Secretly Hoping…’ comencé a trabajar de otra manera, la base la creaba yo misma con el Logic y componía con un teclado. Y de esa idea, junto con Aleix y Pau Calero, que se incorporó luego como teclista, las hemos hecho más grandes.

«[Sobre el cambio de sonido respecto a ‘Creatures’] Sigo trabajando de esa misma manera, componiendo sola en mi dormitorio»

A pesar de eso, ¿te sigues definiendo como una chica que escribes canciones en tu habitación?
Pues aunque Pavvla es el trabajo de un grupo del que hemos decidido que yo sea un poco la imagen, en esencia sí sigue siendo así, porque sigo trabajando de esa misma manera, componiendo sola en mi dormitorio.

Una de las canciones que más llaman la atención del disco es ‘Something New’, que es abiertamente bailable, y escapa al intimismo del disco. ¿Cómo surge? ¿Nunca tuviste la tentación de hacerla más introspectiva?
No, nació así. Esta es una canción que surgió de uno de esos “¿a que no hay huevos de hacer…?” tal cosa. (risas) En realidad, en todo el disco hay muchas cosas que nacen un poco así, de un “no hay huevos”. De hecho, teníamos una lista de cosas así que íbamos apuntando, para ver si nos atrevíamos a hacerlas. (risas) Y ‘Something New’ es el resultado de “¿a que no hay huevos de hacer un tema reggaetonero?” (risas) Que al final no es eso para nada, pero sí que partió de una base rítmica que hice con la caja de ritmos, y a partir de ahí fuimos construyendo todo lo demás, fue creciendo. Trabajamos mucho en ella, y recuerdo que Meri, mi mánager, se llevaba las manos a la cabeza como pensando “¿pero esto dónde va a acabar?” (risas)

Tanto esta canción como ‘Dance Alone’, sobre todo, plantean nuevos caminos creativos para ti. ¿Es así? ¿Visualizas ya nuevas canciones?
La verdad es que, aunque planeamos lanzar nuevas canciones pronto, que sí seguirán un poco esta línea, no he pensado aún en el próximo disco, pero no partiría de una idea preconcebida.

Lo pregunto porque, a veces, para cuando se lanza un disco el artista o grupo ya ha tenido tiempo de ir componiendo nuevas canciones, no sé si es el caso.
Sí, te entiendo. Pero no, por el momento estamos volcados en presentarlo en directo y no tengo nada escrito, ni me lo he planteado. Imagino que ahora, cuando empecemos a tocarlas, quizá vayamos descubriendo cosas nuevas.

Aunque si hay una propuesta emocionante y estimulante esa es ‘It Could Be’, para mí una de las favoritas del disco, me fascinan esos coros multiplicados, cómo se pasa del minimalismo al maximalismo y al revés. Le veo incluso cierta querencia a los primeros trabajos de St Vincent. ¿Cómo surge? ¿De qué trata?
¡Qué guay! ¡Pues esta es una de esas que surge de esa lista de “no hay huevos”! (risas) Era muy diferente a como la escribí al principio, no me convencía demasiado y no quería ni enseñársela a Aleix y Pau. Me parecía muy cursi lo del estribillo, el “it could be wonderful”. Entonces nos pusimos a hacerle cosas en el estudio, en plan de risas, y surgió ese “wa-wa-wa-wa…” y dijimos “¡hala! Esto se queda”. (risas) Fue todo así. Y la parte final es en realidad otra canción, que no sabíamos muy bien qué hacer con ella. Una de las cosas que apuntamos en aquella lista era cambiar de una canción a otra, con una melodía y un tempo distintos, que lo hace Childish Gambino en un par de temas y nos flipa.

De manera inesperada, porque no entra en el grupo de las más reposadas, ‘Secretly Hoping You Catch Me Looking’ –la canción– es de las pocas que, por el momento, alcanza cifras streaming cercanas a ‘Young’ en Spotify. Entiendo que las playlists de Spotify son cruciales para posicionarse hoy en día. ¿Temes que los artistas lleguéis a depender demasiado de ellas?
Pues la verdad es que sí. Es curioso porque recuerdo que, cuando estábamos haciendo esta canción, dije “esta canción no entrará en ninguna playlist de Spotify, porque el estribillo entra al minuto y medio”, e incluso pensé en adelantarlo, llevarlo al segundo 50. Al final entró en una que se llama Sad Songs y mira…

«Sí es cierto que las playlists de Spotify tienen un poder enorme»

O sea que incluso creativamente puede llegar a condicionarte…
No tanto, no es algo que piense cuando escribo, pero es evidente que es muy fuerte la influencia. Aun así, pienso que es algo accesorio, que lo importante es que la gente vaya a verte a los conciertos y ahí ves qué canciones realmente llegan a la gente. Pero sí es cierto que [las playlists] tienen un poder enorme.

Con ‘Creatures’ tocaste en el SXSW y en muchos países europeos, y este lanzamiento está alcanzando una repercusión internacional. ¿Es un poco burbuja todo esto? ¿O realmente has encontrado que es más receptivo el público anglosajón que el español/catalán?
Sí es un poco burbuja, sí. Cuando toco aquí, y no me refiero aquí en Cataluña, viene mucha más gente que allí. Pero a la vez, tocar en un pub de Londres y que vengan 50 o 100 personas a verte y, sobre todo, que se sepan tus canciones y las canten, es superfuerte. El panorama allí es mucho más competitivo, y lograr algo así no es fácil. Supongo que sí están algo más acostumbrados o abiertos a este tipo de sonidos, más relacionados con la electrónica. Ahora planeamos volver a Reuno Unido, pero quiero hacerlo con banda. En aquel momento estábamos empezando, no teníamos mucho dinero para montarlo, y tuve que ir yo sola a tocar en pubs. Ahora queremos hacerlo bien.

Cuando te entrevistaron al publicar ‘Creatures’, comentabas que habías tenido que irte a UK a estudiar porque aquí no hay escuelas tan especializadas. ¿Ha cambiado esa percepción?
Ufff, a ver… Aquello fue un comentario que hice diciendo que para mí en particular, para lo que yo quería hacer, allí encontré lo que yo quería hacer. Y se me echaron un poco encima, como si yo estuviera desprestigiando la formación musical de aquí, que para nada. Básicamente, por entonces yo me veía incapaz de ponerme a cantar delante de un público en el que pudiera haber alguien que me conociera, y en Brighton, donde no conocía a nadie, logré quitarme ese miedo. Aun así, aunque por ejemplo en Barcelona están el Taller de Músics o el ESMUC donde no se exige ser un virtuoso para que te admitan, es cierto que aquí a los 12 años te ponen a tocar la flauta. Y allí, te ponen a tocar en un grupo. Además, hay una formación más específica, más orientada al área que tú quieras aprender más: composición, producción…

«Escribo muchas canciones, (…) y muchas me salen en castellano o catalán, pero siento que no son para Pavvla»

¿Y en cuanto a cantar en inglés, que también te afearon que no cantaras en catalán o español? ¿Es irrenunciable?
Sí, también me lo dijeron, a raíz de aquello. Pues yo escribo muchas canciones, porque me encanta escribir, y muchas me salen en castellano o catalán, pero siento que no son para Pavvla. Es un proyecto que comenzó así y seguirá así. No descarto que esas otras canciones en lengua no-inglesa se publiquen, pero no como Pavvla.

A diferencia de la era ‘Creatures’, en la que tenías más oyentes de Londres, con ‘Secretly Hoping You Catch Me Looking’, parece que Barcelona se ha puesto en cabeza. ¿Es satisfactorio ser profeta en tu tierra?
¡Claro! Desde entonces se me ha ido conociendo más aquí y eso siempre es un orgullo, se nota en los conciertos. Aun así, ya digo que todo esto de Spotify es orientativo y muy relativo, pero sí, viene más gente a verme y eso mola.

Personalmente percibo una conexión en la manera de entender la música pop en toda una generación de mujeres de tu edad, en las que la electrónica está asimilada con naturalidad, no como una impostura. Pienso en Ondina, Museless, Mow, Marion Harper… ¿Tú también lo percibes así? ¿Te sientes parte de una escena o, como mínimo, percibes esa conexión?
Es curioso, porque me gustan mucho todas ellas, las escucho, es totalmente mi rollo y sí veía conexión entre lo que hacen. Pero yo no me veía a mí misma como parte de eso, hasta que la gente me lo ha empezado a decir, como tú ahora. Y es verdad que hay puntos en común. Supongo que es algo generacional, porque todas somos de la misma edad y, por entrevistas que he leído, hemos crecido escuchando a los mismos artistas. Así que sí, entiendo lo que dices.

Debo decirte que ‘Wonder’, el tema que hiciste con Alfred García, es una de mis canciones favoritas de su disco…
[Levanta los brazos en señal de victoria] ¡Sí! ¡Qué ilusión! (risas)

Y no es por peloteo, ¿eh? Lo escribí tal cual en la crítica de ‘1016’. ¿Cómo os conocisteis?
La historia viene de largo… Cuando salía en televisión yo pensé “esta cara la conozco…” Al principio pensé que sería porque él acudió a Taller de Mùsics, pero no estaba segura. Y un día, revisando los DMs de Instagram, estos que no ves directamente porque no son de contactos, ¡me encontré un mensaje suyo! Era de antes de entrar a OT, claro, y me decía que había ido a mis conciertos –de ahí me sonaba–, que le encantaba y que quería hacer música conmigo. Y ya me hablaba de ‘Wonder’, que él ya tenía grabada en demo. Luego yo pensé que se olvidaría, pero cuando salió del programa me volvió a escribir: que seguía pensando en hacer esa canción conmigo, y que quería trabajar conmigo en ella para incluirla en su disco. Yo le dije que sí, claro. Y en todo este tiempo nos hemos hecho muy amigos, la verdad.

¿Pero cómo trabajasteis en la canción? Porque diría que tu sello está ahí, aunque no estás acreditada en la producción…
Quedamos y me mostró ‘Wonder’, que ya era bastante parecida a como es en el disco, aunque sin producción, y le faltaba el estribillo. Fui al estudio y la verdad es que yo no sabía muy bien qué hacer. Me llevé mis apuntes y notas y pensé en usar una melodía que yo no conseguía encajar en ningún lado, y de ahí salió el estribillo. Y nada, guay. Yo estaba encantada, porque me encanta componer canciones para otros, es algo que he descubierto. Así que nada, pensé que me acreditaría en el disco y ya está. Pero entonces me dijo “ya te aviso para que vengas al estudio”. Y ahí ya flipé, claro. ¡No me lo esperaba!

¿Tuviste alguna duda cuando te hizo la propuesta?
A ver, yo estaba encantada, pero no me lo terminaba de creer. Y bueno, que él ya tenía mucha gente pendiente de él. Pero nada, fuimos Aleix y yo, y trabajamos en el tema, también en algunas cosas de producción, así que sí entiendo que digas que se nota nuestro sello. Pero, como digo, Alfred ya lo tenía muy encaminado a como es.

«[Sobre la colaboración con Alfred García] Es muy grande lo que mueve. Pero la verdad es que estoy encantada de haberlo hecho»

Te preguntaba lo de las dudas porque imagino que su mundo, al menos en este momento de su carrera, debe dar un poco de vértigo, ¿no?
Sí, sí… Es muy grande, lo que mueve. Pero la verdad es que estoy encantada de haberlo hecho. Y bueno, luego están sus seguidores, que me dejan unos mensajes divertidísimos en redes sociales, yo me parto de risa. Por supuesto me está ayudando a llegar a un público que igual de otro modo no me conocería, así que agradecidísima.

En cuanto a la interpretación, ¿es algo que tienes aparcado o te planteas volver a trabajar como actriz? ¿Qué fue lo mejor y lo peor de esa etapa?
No, no, es una faceta que me encanta y en la que me sigo preparando y trabajando. De hecho, en mi vida me he preparado mucho más para la interpretación que para la música. Lo que pasa es que ahora ha llegado esta ola y no la voy a dejar escapar. Pero sigo teniendo proyectos. He estado trabajando en un musical, por ejemplo. Y tengo unas amigas que tienen una compañía de teatro fantástica, y estoy colaborando como ayudante de dirección.

«De lo que más me gusta hacer en la música es componer, y escribir canciones para otros intérpretes lo veo muy interesante»

Antes decías que te interesaba componer para otros. ¿Has dado ya algunos pasos por ahí?
Bueno, es que hace poco he sido consciente de que de lo que más me gusta hacer en la música es componer, y escribir canciones para otros intérpretes lo veo muy interesante. Ahora Pavvla va muy bien, pero nunca sabes cuánto tiempo va a durar, y en el futuro sí lo veo como un camino. Como te decía, he escrito las canciones para el musical ‘La importancia de ser Frank’, de David Selvas, que ha tenido bastante éxito en el Teatre Nacional de Catalunya y en el Poliorama, y en breve comienza una gira por otras ciudades catalanas. Y me ha encantado la experiencia.

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: pavvla