Música

¿Ha emprendido The Guardian una caza de brujas contra Morrissey por «virar a la derecha»?

The Guardian, uno de los periódicos más prestigiosos del mundo, conocido por su buen hacer, se ha metido hoy en un jardín al publicar un artículo sobre Morrissey. A tenor del disco de versiones recientemente anunciado por el artista, a su vez con colaboraciones de otros artistas, el autor del artículo Daniel Dylan Wray ha contactado con todos los colaboradores del álbum para preguntarles qué opinan del «giro a la derecha» de Morrissey en los últimos tiempos. Y digo que es un jardín porque la palabra «derecha» aparece destacada en el artículo antes y más veces que la palabra «racista», que ha perseguido al cantante desde los tiempos de los Smiths por varias razones, unas más discutibles que otras.

El artículo se ampara en el apoyo de Morrissey hacia gente como Nigel Farage (dijo que «le gustaba» este líder del Partido de la Independencia del Reino Unido), Anne Marie Waters (de los anti-islamistas For Britain, partido al que Morrissey no considera «racista») o Tommy Robinson (se quejó de cómo los medios trataban a este activista de extrema derecha). Aunque el artículo no explica lo que ha dicho Morrissey de cada una de estas personas ni cuándo ni en qué contexto, sí incluye dos citas del artista: cuando dijo que el alcalde musulmán de Londres Sadiq Khan “no sabía hablar apropiadamente” (se burló de su pronunciación de «policin'» y «amazin'»), y otra algo sacada de contexto según la que Morrissey dijo que «los chinos eran una subespecie». Aunque no se indica, se puede comprobar en las mismas páginas de The Guardian que lo que dijo en realidad es que había visto «en las noticias de la televisión cómo los chinos tratan a los animales». Conocido defensor de la causa de estos, añadió: «no puedo evitar pensar que los chinos son una subespecie». Generalizó penosamente, sí, pero refiriéndose a ese documento visto en televisión y sobre todo a su conocido amor por los animales. ¿Alguien se ha tomado en serio su opinión de los españoles, en general, a raíz de las corridas de toros? Y sobre todo, ¿es suficiente para iniciar esta suerte de caza de brujas?

No voy a negar que muchas de las declaraciones de Morrissey me han incomodado sobremanera a lo largo de los últimos años, algunas moviéndose entre la vergüenza ajena, el tierra trágame y el eye rolling más absoluto. No tengo ni idea de si Morrissey es racista o no, por mucho que él diga que no lo sea, pero lo seguro es que este reportaje no se ha esforzado ni un mínimo por aclararlo. Sin embargo, preguntar a una lista de artistas qué les parece que Morrissey haya virado hacia la «derecha» me parece muy desafortunado por varios motivos. En primer lugar, el artículo parte abiertamente de la base de que ser de derechas en general y sin concretar ni un mínimo es malo, con todo el sesgo y el peligro que esto conlleva. Como muestra, la palabra «racista» ni siquiera aparece en el artículo (sí «anti-racismo», pero referida a una manifestación contra Morrissey, no a una declaración de Morrissey). En segundo, supone todo un invasivo interrogatorio hacia una lista de artistas que no tienen por qué dar explicaciones al respecto, pues son músicos y no políticos. En tercero, implica abiertamente que no puedes trabajar en ningún ámbito con alguien políticamente opuesto a tus creencias, haciendo flaco favor a un diálogo harto necesario en nuestra sociedad. Y en cuarto, las declaraciones de Morrissey son duras y controvertidas, pero demasiado puntuales y poco elaboradas como para comenzar a cerrar un cerco sobre él.

Ariel Engle de Broken Social Scene ha sido la única artista del disco colaborativo en responder, indicando que no conocía las declaraciones políticas de Morrissey. Ha dicho: «sé que es una excusa pobre, pero resulta que es la verdad», añadiendo que solo dijo que sí a la colaboración porque eran «500 dólares por 2 horas de trabajo» y porque le gustan los Smiths. Está por ver qué responde Morrissey a esto, pero hay que esperar cualquier cosa de un hombre que vio su penúltimo disco retirado del mercado por muchísimo menos que este agravio.

Varios medios están reproduciendo las declaraciones de Engle sin cuestionar las formas un tanto sensacionalistas en este caso de The Guardian, que parece dispuesto a que todo aquel que trabaje con Morrissey o siga a Morrissey tenga que hacer pública, no su condena al racismo, sino su voto por un partido que no sea de derechas. Como cualquiera que haya leído ‘Autobiografía’ sabe, o en su defecto una lista de sus citas más célebres de las muchas que circulan por la red, Morrissey en realidad siempre ha sido un polemista muy ocurrente que ha premiado la cita delirante e instantánea al sentido común o a la mismísima realidad. En un momento del libro dice estar buscando un hacha para matar al jefe de su sello que no está promocionando su disco de ese momento. SPOILER: no le quiere matar en serio.

Siempre me he tomado a broma las opiniones políticas de Morrissey, en tanto que parecían teñidas por la desesperanza y el desencanto que en muchas ocasiones ha empapado a la gente, cuando no por el mismo sentido del absurdo que un monólogo del Club de la Comedia. Recientemente se oponía a un nuevo referéndum sobre el Brexit preguntando «¿qué van a hacer cuando vuelva a salir que sí? ¿convocar un tercero?» y no pude reprimir la risa. Hoy resulta que el país está un pelín más cerca de convocar un segundo referéndum, si es que eso puede tener algún tipo de sentido, pero tampoco me lo tomé en serio. Ni su insistencia con que la prensa británica le odiaba. Pensé que era un delirio de artista egocéntrico u otra broma, pero este artículo, de alguna manera le da bastante la razón después de todo.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: morrissey