La industria musical española ingresó 237,2 millones de euros en 2018. Se trata de una buena noticia, puesto que en 2017 se ingresaron 231,7 millones, y por tanto esto supone una subida de un 2,4%. Sin embargo, la gráfica realizada por Promusicae muestra muy claramente que la recuperación de la industria musical es muy tibia y paulatina. Los días de gloria de 2001, en torno a los 700 millones de euros de facturación anual, son simplemente imposibles de alcanzar si cada año simplemente recuperamos 6 millones en ingresos respecto al anterior. De hecho, el citado aumento del 2% está muy lejos del 10% de subida que se ha producido en 2018 a nivel mundial. De nuevo, España no está siendo precisamente pionera en pagar por el consumo de música, ni siquiera en Spotify o Apple Music.
De los 237 millones recaudados, 169 millones (71,2%) proviene del área digital, lo que constituye un récord. La industria musical española fue perdiendo fuelle, cuesta abajo y sin frenos, desde 2001 a 2014. Sólo a partir de este año hubo cierta recuperación por el asentamiento del streaming. En España hay ya 2,3 millones de suscriptores de pago a Amazon Music Unlimited, Apple Music, Deezer, Spotify, YouTube Music o Tidal, y eso genera 115,3 millones al sector. Sin embargo, el streaming «freemium», es decir, el sustentado en la publicidad, no genera más ingresos sino muchos menos (de 29,9 a 17 millones) y lo que genera el streaming de vídeo se estanca, lo que nos lleva al siguiente punto.
¿Cómo es posible que no suban los ingresos por Youtube si la plataforma es usada masivamente por los usuarios españoles dejando cifras de visionados cada vez más estratosféricas? En este caso estamos ante un problema no local, sino global, y votado recientemente en el Parlamento Europeo: Youtube es la plataforma que peor paga a los artistas por la reproducción de su música, ante lo que se han tomado cartas en el asunto con la aprobación de una ley de derechos de autor en la era digital. Aunque Podemos y otros partidos han votado en contra, puesto que interpretan que se recortarán libertades a su vez, Promusicae espera que «la nueva directiva aprobada recientemente en las instituciones europeas consiga corregir el grave desajuste que existe entre el tráfico que genera la música para estas páginas web y los ingresos que llegan a la industria por ese consumo».
Como era de esperar, en la era streaming casi nadie descarga singles o discos de la red y la venta digital de canciones o álbumes completos también sufre un severo retroceso del 22,5%. Ha pasado de facturar 10,2 a 7,9 millones de euros. Igualmente, se vendieron 6,5 millones de CD’s, por valor de 54 millones de euros, y por muy bien que suene, esto supone otro descenso del 20% respecto a los 67 millones facturados el año anterior en este formato.
En el pie de página simpático que permite la lectura de este informe cada año, continúa subiendo una vez más la venta de vinilos, pero continúa siendo anecdótica. En una industria musical que aspira a superar los 250 millones de euros de facturación, los vinilos representan solo 11,7 millones de euros, si bien es verdad que la subida desde los 9,9 millones de 2017 es bastante firme: de casi un 19%. Casi 1 de cada 5 compras en soporte físico se realiza en vinilo en España.
El informe se completa con la relación de discos más vendidos en España en 2018 y canciones más populares en España en 2018, sobre la que ya os hablamos en días pasados.