Aunque ‘Un nuevo lugar’ era una canción absolutamente preciosa, fueron muchos quienes se quejaron de su escasa duración y, como para calmar las aguas, ya desde la portada de ‘El relámpago’ se revelaba que estábamos ante un tema largo, de más de 4 minutos y medio. En un mundo en el que la radiofórmula se compone de temas de 3 minutos o incluso algo menos, el tema de Amaia suena calmado, ajeno a las modas y concentrado en su melodía inspirada en la canción española. Marisol y Mari Trini pueden ser algunos de los nombres en venir a la mente, mientras la producción se orienta más al trabajo de Iñaki de Lucas para La Buena Vida. Esa tradición se ve adaptada a los nuevos tiempos en esa referencia a las redes sociales que aparece un par de veces («te miro las fotos pero no le doy al corazón»), algo que se confirma en el videoclip del tema, en el que en algunos planos Amaia sostiene un teléfono móvil.
Pese a su apego a la tradición, el tema no es menos pegadizo a tenor de lo que se repite su estribillo «escribo tu nombre en mi mano». La toma vocal de Amaia va in crescendo y es impresionante en lo que parece una canción post-ruptura, pese a que la cantante nos había indicado que el disco no iba a ir por ahí. Esto nos decía en diciembre: «El disco no va a hablar mucho sobre eso, por lo menos las canciones que tengo hasta ahora. Igual mañana hago una canción que sí, no lo sé. Pero por ahora no».
Algo ha cambiado en todo caso en el proceso de creación de este álbum, pues la producción no ha corrido ya a cargo de Refree sino de Santiago Motorizado de Él Mató a Un Policía Motorizado, uno de los grupos favoritos de Romero. En cuanto al vídeo, se trata de una sencilla pero bonita producción de Vampire, que se recrea en el carácter bucólico del corte, pero con un ligero punto psicodélico en algunos planos, en sintonía con los pequeños arreglos electrónicos del tema. Vampire ya había trabajado en el vídeo de ‘Un nuevo lugar’ y también para Primavera Sound.