Música

Little Boots / Jump

Acaban de cumplirse 10 años de ‘Hands‘, el exitoso –si bien no tan memorable como hubiésemos querido algunos– debut de Little Boots. Victoria Hesketh piensa celebrarlo con una reedición en vinilo que incluirá un disco extra con demos inéditas y nuevas versiones de aquellas canciones. Pero, aunque lo parezca, la de Leeds no es una artista precisamente dada a la nostalgia. Desde aquel disco, no ha parado de evolucionar y mirar hacia adelante, incluso aunque sus resultados comerciales hayan ido siendo cada vez más desoladores para discos como ‘Nocturnes‘ y ‘Working Girl‘.

Con el tiempo, Little Boots se ha ido alejando (aun sin renunciar del todo a él) del pop y se ha visto más cómoda en los claroscuros de la cultura de clubs, donde casi se ha empleado más como DJ que como performer. Si ya en su último álbum trazaba ese camino, su impulso ha sido aún más contundente en ‘Burn’, el EP que lanzó el año pasado. Sin renunciar a las melodías, parecía ya más interesada en la progresión de bases de deep-house y disco oscuro que en dar con gemas pop. Y en esa línea, inspirada por otras nuevas figuras femeninas como Yaeji, Peggy Gou o The Black Madonna, prosigue en ‘Jump’, nuevo EP publicado la pasada semana, marcado por una dolorosa ruptura y por su mudanza a Los Ángeles, donde vive ahora gran parte del año.

Curiosamente, estas cuatro canciones producidas por Jordan Reyes –miembro del interesante grupo de pop electrónico californiano BASECAMP– no se dejan llevar por la melancolía y la tristeza –de hecho, el humor lo preside con esa genial portada inspirada en el viral #flauntyourwealth

–, aunque tampoco sean precisamente luminosas. Más bien nos arrastran a un espacio de misterio y seducción, donde Hesketh muestra que le basta con pequeños esbozos melódicos para ganarnos. ‘Secret‘, con confesos ecos de ‘Slow’ de Kylie Minogue, se lleva la palma de austeridad. Pero cuando es más generosa en lo melódico, como en ‘Jump’ y ‘Mistake’ termina por inducirnos a un trance de graves, palmas y percusiones que beben del estilo balearic.

Quizá la pieza más descaradamente hedonista sea ‘Lesson’, co-escrita con el reputado artista electrónico suizo Cyril Hahn, con el que editó meses atrás el single ‘Infrared‘. Con una magnífica línea de bajo funk que rememora al ‘Lady’ de los one-hit wonders Modjo, es el perfecto ejemplo de la elegancia que, más que nunca, preside la actual obra de Little Boots. Tampoco renuncia a un buen gancho, en este caso ese «si eres la respuesta / déjame ser la pregunta / el deseo es un bailarín / y el amor es la lección» que canta en su estribillo acompañada por la voz invitada de Kiddy Smile –que resulta ser más anecdótica que crucial–. ‘Jump’ –un salto a lo incierto, diciendo adió a la inseguridad– prueba, en suma, que Victoria Hesketh se está encontrando a sí misma en la penumbra de la noche, más que en la luz artificial del mundo del pop.

Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Lesson’, ‘Jump’, ‘Secret’
Te gustará si te gustan: la última Róisín Murphy, Hercules & Love Affair, GusGus, Peggy Gou
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: little boots