‘Reina’, la balada anti-bullying de Miss Caffeina, es un himno para ajustar cuentas al pasado

Lo mágico de la música pop es que, aunque no lo parezca, no todo está bajo un determinado control o es predecible por parte de los artistas, los sellos o la prensa. Sirva de ejemplo ‘Reina’ de Miss Caffeina: una balada que fue lanzada sin demasiada convicción, como buzz-single, entre los dos pelotazos del disco, ‘Merlí‘ y ‘Prende‘, resultó ser la mejor canción de ‘Oh Long Johnson‘, el álbum en el que se incluían todas ellas. Y no sólo eso, sino que a día de hoy es la segunda canción más escuchada del disco en Spotify y, más importante aún, todo un himno para todo aquel con un mínimo de sensibilidad a cuyos oídos alcanza.

Aunque no ha contado con un vídeo oficial de acuerdo con su estatus de no-single –sí hay, en todo caso, un clip de una gran toma de directo en estudio–, ‘Reina’ tiene hechuras de clásico casi de forma instantánea, con una melodía preciosa envuelta en una instrumentación de pop electrónico sutil y elegante, al estilo de las baladas cantadas por Martin L. Gore en Depeche Mode. Pero es que su estribillo redobla la apuesta con un giro prodigioso, con la irrupción de una batería épica y un bajo sintético que elevan aún más la canción y hacen que se clave más profunda.

Y es que ‘Reina’ se clava como un puñal y corta la respiración con su preciosa y personal letra: en ella Alberto Jiménez, con un increíble equilibrio de concreción y poesía, hace las paces con su pasado, sin olvidarlo pero renunciando al rencor y la rabia hacia aquellos que se esforzaban por destruirle física y/o emocionalmente cuando solo era un niño que soñaba con ser cantante. Incluso me aventuro a pensar que el título de la canción podría ser el supuesto insulto que tantas veces le dedicaron de chiquillo y que, como tantas veces ha hecho la comunidad LGTB+ a lo largo de la historia, lo ha revertido en un símbolo de orgullo. En ese sentido, reconforta ver que ahora él les mira de tú a tú, con suficiencia, y les perdona con un ademán magnánimo. Como apuntaba mi compañero Sebas E. Alonso en su crítica del álbum, desde ese punto de vista profundamente íntimo, Jiménez y Miss Caffeina han construido un himno anti-bullying con el que se identificará y que hará suyo todo aquel que sintió (o sentirá) ese dolor, ese miedo. Y, también, que quiera dejarlo atrás de una vez por todas.

Miss Caffeina son uno de los grandes atractivos del cartel de Dcode Festival 2019, que se celebra hoy en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid.

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Publicado por
Raúl Guillén