Las metáforas ecologistas de Billie Eilish, el homenaje a la ciencia ficción de serie B de Lana Del Rey, los problemas con una femme fatale de C. Tangana, los juegos espacio-temporales de Camila Cabello y la venganza caricaturesca de A$AP Rocky. Nos empapamos de las imágenes de los videoclips más destacados de las últimas semanas y sacamos a flote sus referentes estéticos y narrativos.
Entre un ángel caído y un pájaro con chapapote del Prestige. Así se presenta Billie Eilish en su nuevo vídeo. Rich Lee, director habitual de los clips de Lana Del Rey y Eminem, retoma una de las imágenes más impactantes de ‘Bury a friend’ (dirigido por Michael Chaves, en la actualidad centrado en su carrera como director de cine de terror), y le inyecta nuevos significados. A la cantante le salen alas como a ‘Tobi’ (1978) o a un personaje de ‘Legión’ (2010), y cae del cielo en una escena que recuerda visualmente a la célebre ilustración de Gustave Doré ‘La caída de Lucifer’, perteneciente a su serie sobre ‘El paraíso perdido’ de Milton. Su posterior lucha por salir de un pozo de petróleo y avanzar por un escenario degradado, con reminiscencia iconográficas del infierno y apocalipsis bíblicos, alumbra una distópica metáfora ecológica en sintonía con la pesimista letra de la canción. El final, con la cantante dándose la vuelta y avanzando resignada hacia unas llamas donde bailan varias gogós, parece ilustrar una de las últimas frases: “no queda nada que salvar”.
De todas las películas que aparecieron durante la moda del gigantismo en la ciencia ficción de serie b –‘El asombroso hombre creciente’ (1957), ‘La guerra de la bestia gigante’ (1958), ‘El pueblo de los gigantes’ (1965)…-, la mayoría infumables, ‘El ataque de la mujer de 50 pies’ (1958) es sin duda la que mejor ha resistido el paso del tiempo. Aparte del icónico poster de Reynold Brown (autor de otras maravillas como ‘Tarántula’, ‘Creature from the Black Lagoon’ o ‘House on Haunted Hill’), el filme se ha convertido en una joya del camp de sorprendente discurso (pre)feminista. El vídeo ‘Doin’ Time’, también dirigido por Rich Lee, funciona como un estiloso homenaje a la mítica película. Lana Del Rey es una nueva “mujer de 50 pies”, que se pasea por las tórridas calles de Los Angeles buscando dónde refrescarse. En un eficaz giro metalingüístico, el director nos traslada a un autocine de los años cincuenta, el lugar donde se veían estas películas. Al final, en un nuevo giro, esta vez pirandelliano, la cantante sale de la pantalla como en ‘La rosa púrpura de El Cairo’ (1985) para echar una mano a su alter ego en la “vida real”.
La tipografía elegida para el título de la canción que abre el nuevo vídeo de C. Tangana, dirigido por Rogelio (autor también de ‘Bien duro
’), es toda una declaración de intenciones. El tipo de letra, con reminiscencias del cyberpunk y el retrofuturismo ochentero (es casi un calco de la de ‘Tron’), marca la línea estética a seguir en las siguientes secuencias. ‘No te debí besar’ narra, en forma de flashback, algo así como un fatalista thriller romántico. El vídeo comienza como un estilizado neo-noir de Nicolas Winding Refn, con escenas violentas fotografiadas con muchos rojos y azules. Continúa con una secuencia automovilística que recuerda a animes tipo ‘Akira’ (1988) o a las atmósferas creadas por Denis Villeneuve en ‘Blade Runner 2049’ (2017). Luego sigue con una metáfora visual –el coche recorriendo el cuerpo metalizado de ¿Paloma Mami?-, que parece una reinterpretación tunera del célebre ‘Amante menguante’ de ‘Hable con ella’ (2002). Y termina con un montaje acelerado de los tres bloques narrativos hasta finalizar, como un trompo en un aparcamiento, con la imagen que iniciaba el vídeo.Tras el reciente ‘Señorita’, el siempre imaginativo Dave Meyers vuelve a dirigir un videoclip para Camila Cabello. ‘Liar’ comienza como una tontorrona comedia romántica de colores pasteles. Luego, tras un giro inesperado, con macguffin incluido (la misteriosa nota), el director comienza a divertirse. Primero, con la imagen: añadiendo sorprendentes efectos visuales -las carreras en timelapse, el atropello de ciclistas, el elefante- que transforman el video en puro slapstick onírico. Después, con el argumento: exprimiendo las posibilidades cómicas de la dualidad verdad-mentira y del (auto)engaño, un tema que recuerda a las películas de Jim Carrey ‘Mentiroso compulsivo’ (1997) o ‘Di que sí’ (2008). Y, por último, con la estructura narrativa: haciendo malabarismos humorísticos entre el espacio y el tiempo, el sueño y la realidad, la cordura y la locura, la ficción y la metaficción.
En los años sesenta, durante las protestas contra la guerra de Vietman y a favor de los derechos civiles, se popularizó en Estados Unidos el término “pig” para referirse a la policía. La artista británica Nadia Lee Cohen (de quien se pudo ver hace unos meses una exposición en la Térmica de Málaga) recoge esta tradición y la transforma en sátira posmoderna en su videoclip ‘Babushka Boi’. Siguiendo la estética que le ha hecho famosa, colorista, artificiosa y con un punto irónico, la directora ilustra un relato de policías y ladrones (entre ellos un A$AP Rocky ataviado con su pañuelo babushka), utilizando la hiperbólica caligrafía visual de un cómic de Dick Tracy o de los cortos animados de Looney Tunes (no es casualidad que al final aparezca un personaje muy parecido a Porky). Una persecución narrada en clave caricaturesca, que se transforma en burla vengativa tras un giro final cuyo significado es imposible no vincular a la reciente detención de A$AP Rocky en Suecia.