Aunque en realidad estará disponible un día antes, el viernes, sigue teniendo mucha coña que el lanzamiento de ‘Fuerza nueva’ coincida con el 12 de octubre, día de la hispanidad. Prosigue así la costumbre de Fuerza nueva –un proyecto en el que la costumbre, en todos sus sentidos, es un leit motiv importante– de lanzar sus canciones coincidiendo con fechas señaladas, enviando mensajes al respecto en los textos de Pedro G. Romero que forman parte de este disco. Un disco que, bajo esa bandera –la retórica, dadas las circunstancias, no podía ser otra–, reúne a Niño de Elche y Los Planetas, que llevan trabajando dese hace más de año y medio en él. Y que no solo hace confluir la heterodoxa visión del flamenco de ambos –con el rock y la psicodelia como base– sino que también gira en torno a la idea de la evolución de canciones consideradas como himnos en el imaginario popular. Y cómo estas pueden exaltar o resultar una provocación para según quién y cómo la escuche, a tenor del contexto personal y social de cada uno. [Fotos: Davit Ruiz.]
Sobre esas teorías hemos charlado por vía telefónica con Paco Contreras, Jota y Florent. Una conversación a cuatro bandas por momentos confusa –todos querían decir muchas cosas, y el manos libres para eso es traicionero– pero sobre todo amena, sin gravedad, afrontando con alegría las posibles implicaciones socio-políticas que pueda darse a temas como su versión del himno de la legión española o ‘Els segadors‘, y destacando sobre todo el carácter artístico y experimental del proyecto. Fuerza nueva firmarán copias del disco el martes 15 de octubre en la Fnac de Callao, un día antes de la (por el momento) única presentación en directo del álbum, en la Sala Joy Eslava de Madrid. Las entradas están obviamente agotadas hace tiempo.
En el encarte del disco, Pedro G. Romero habla de una sobremesa en la que presumimos que estabais los implicados, donde sitúa el germen del disco. ¿Recordáis bien ese momento? ¿Ya entonces pensabais en una grabación juntos o surgió a raíz de ahí?
Niño de Elche: Todo comenzó antes como una propuesta de Juan Vázquez, y a partir de ahí nos reunimos básicamente Jota, Florent y yo un par de veces para charlar, en principio con la intención de publicar un single. Después invitamos a Pedro G., expusimos nuestras ideas y nos pusimos a tocar, y vimos que podía ser más que un single. Pero sí, sobremesa hubo. (Risas) En realidad nos juntamos por la mañana y hablamos sobre las cosas que queríamos hacer, el flamenco, las músicas populares que nos gustaban… Todo eso.
Ya que lo mencionas tú mismo… Mi primera impresión es que ‘Fuerza nueva’ es un disco de música popular más que de flamenco, que igual es la primera idea que uno podía tener dados vuestros antecedentes…
Jota: Yo creo que tampoco es un disco de música popular, que me suena a una cosa arty, como de museo.
N: Es una performance de principio a fin.
J: Está basado en canciones populares, en himnos populares. Pero tampoco creo que sea música popular en el sentido de alcanzar a mucho público.
Digamos que no tiene vocación popular.
N: En el sentido de pop, no. En el sentido de pueblo, pues sí. Son canciones basadas en himnos, letras, letrillas…
Florent: Tiene música religiosa, también.
N: En ese sentido sí es popular, en el de que lo puede comprender mucha gente.
J: En el sentido de que se pueda entender como pop, no es tanto. Es más experimental.
O sea, ¿que lo entendéis así, como un disco experimental?
J: Para Los Planetas, sí. Posiblemente sea el disco más experimental que hemos hecho. Hay sonidos más radicales, a los que hay que pillar el sentido. Hacemos cosas más fuertes, creo yo.
Jota, sobre Fuerza nueva: «A mí lo que me interesaba más era poner a Paco a cantar flamenco, es lo que más me gusta»
¿Cuál era el planteamiento de ‘Fuerza nueva’? ¿Queríais hacer un disco de himnos, con todas las connotaciones que eso tiene?
N: Tiene mucho material de himnos, sí, y tratamos los temas que estos plantean. No todos lo son, pero sí, el concepto de himno atraviesa bastante el disco.
J: Esto es idea de Pedro G. A nosotros, o a mí personalmente, lo que me interesaba más era poner a Paco a cantar flamenco, que es lo que más me gusta. (Risas) Esa parte es la que prefiero del disco, la que más me gusta. La mariana, ‘Los campanilleros’, las cantiñas… La parte que busca la emoción, más que la parte conceptual. Aún así, las partes flamencas también son himnos.
Antes, precisamente, se ha dado un cruce de conceptos de la idea de «lo popular». Es curioso cómo el término popular tiene una connotación generalmente positiva, mientras que populismo –palabra usada hasta la náusea últimamente– ha adquirido un peso negativo. Mi impresión, no sé si me equivoco, es que en cierto modo el disco gira en torno a esa dualidad, ¿no?
J: Para mí es importante marcar la diferencia entre música popular y música comercial. La música comercial es la que está dirigida por el poder y las corporaciones, buscando su beneficio económico. Y la popular es la que sale del pueblo para el pueblo, hay una diferencia que me gustaría remarcar. Yo aplicaría el término «populista» a la música comercial, ¿no?
N: Sí… Entendida como un entretenimiento. Y después estaría la música del populacho. (Risas)
F: El extrarradio del pueblo. (Risas)
Pero ahí no habéis querido entrar, ¿o sí?
N: Sí, sí, algo de eso hay. El populacho se relaciona con la música populista, con la música popular y con la alta cultura.
«La mayoría de himnos tienen una retórica muy parecida, tanto los fascistas como los comunistas»
En los textos se alude al paganismo de muchos himnos luego religiosos, e incluso se destaca el erotismo de la Virgen María –creo que en ‘Santo Domingo’– o se pone de relieve en ‘Mariana’, donde se habla de una virgen de Cartagena como una mujer apaleada, o sea, maltratada… Es como si un himno casi lleva implícito el hecho de que se pase por alto el sentido real de su letra, ¿verdad?
N: Sí, claro. Como un himno tiene muchísimas lecturas dependiendo del contexto, la letra, por muy concreta que sea, puede tener diferentes lecturas. Por ejemplo ‘El novio de la muerte’, que antes Jota lo apuntaba: nadie piensa ya que sea una canción de amor, de amor fanático. La relacionamos con algo muy casposo, pero cuando leemos la letra en un sentido superliteral, te das cuenta de que la connotación ideológica está más en el contexto que en el texto en sí. Pasa con la mayoría de himnos, porque todos tienen una retórica muy parecida, tanto los himnos fascistas como los comunistas.
J: Es muy interesante lo que mencionabas de los himnos paganos, porque tanto ‘Los campanilleros’, que es un villancico, o la saeta (Nde: se refiere a ‘La cruz’), han sido adoptados por la cultura católica pero son ritos paganos, la primera luna de la primavera, el solsticio de invierno…
N: Sí, sí, cuando coges los textos, dices «¡joder!» Por ejemplo en la saeta, que en la Semana Santa se ha tomado como La Gran Marcha, con la música de Serrat, lees los textos de Machado y… bueno, ya lo dice explícitamente, no es un canto a Dios, precisamente, no quiere cantar a ese Jesús del madero.
J: Claro, canta al humano.
N: O el de la SEAT (Nde: su propia versión de ‘Els segadors’). Es paradójico.
Sí, a eso me refería. Es como si al sacarlas del contexto habitual, adquiriesen otro significado.
F: Sí.
N: Adquiere otro significado… porque hay gente que le había dado otro. Nosotros la ponemos en otro territorio y las miradas cambian.
«De ‘El novio de la muerte’ es curioso observar cómo es una estructura de pop superclásica»
Quizá por los textos de Pedro, la impresión es que buscáis ofrecer significados distintos a estas canciones, sacándolas de su contexto habitual. ¿Cuál de las que habéis grabado es la que, al investigar en sus orígenes y desarrollos, más os ha sorprendido a vosotros mismos?
N: Para mí la de ‘El novio de la muerte’ es muy significativa. Tiene tantas lecturas y tan diferenciadas… Me ha gustado leer sobre ello. Y ‘Els segadors’ también.
J: De ‘El novio de la muerte’ es curioso observar cómo es una estructura de pop superclásica: estrofa-puente-estribillo, con una letra que cuenta una historia, un estribillo arriba… Es superclásica. De hecho, nosotros la hemos sintetizado más todavía, tiene tres acordes y le hemos quitado uno. Y con esos dos acordes está perfectamente identificada la canción pop (que hay detrás). Es perfectamente actual, como muchas que suenan hoy en la radiofórmula.
Es curioso, porque Pedro menciona la versión que hizo hace años Javier Álvarez de ‘El novio de la muerte’. Él me contó en una entrevista que esta canción es para él toda una catarsis y que le ha dado unos momentos en directo que no olvidará nunca. Que fuera de su contexto político y social es una canción fantástica…
J: Sí, esa es la idea.
N: Tampoco se puede obviar al 100% su contexto, no es posible. Pero sí adaptarlo, llevarlo con nosotros.
J: También surgió como referencia una versión que hacían Glutamato Ye-yé, con la misma melodía pero una letra sobre el Atlético de Madrid. Ya Iñaki usaba ideas que estamos usando nosotros, con su bigotillo de Hitler, y letras de humor negro muy chungo, como aquella de «todos los negritos tienen hambre y frío». (Risas) Al tocarla me acordé de aquella canción y pensé «hay que meter una referencia a esto»…
Ah, claro, ¡lo de «la foto de Luis Aragonés»! Me quedé de piedra cuando lo escuché…
J: Eso, eso… (Risas)
A estas alturas, o eso creo yo, pocos se rasgarán las vestiduras al escuchar una mariana o una cantiña en un formato space rock. Pero, ¿creéis que vuestro público habitual entenderá que hayáis adaptado el himno de la Legión o ‘Els segadors’?
J: Bueno, el público de Paco está acostumbrado a casi todo. (Risas)
N: Si tampoco tengo público, cada semana va cambiando… (Risas)
J: Bueno, pero están acostumbrados a…
N: … a que los traicione. (Risas)
J: El de Los Planetas no está tan acostumbrado. Vamos a sufrir más, sí… (Risas)
¿Lo asumís?
J: Sí, sí… Pero merece la pena, yo creo, vamos a ver. A ver, el público de Los Planetas también está acostumbrado a cosas… Cuando cambiamos al flamenco todo el mundo se llevaba las manos a la cabeza, o cuando hicimos el acercamiento a Yung Beef y demás, la gente decía «¡qué barbaridad!» Y luego lo escuchaban y era ya «¡cómo mola!» Hemos hecho cambios bastante fuertes. Poco a poco van entrando en la idea.
«Cuando una canción es susceptible de ser modificada e interpretada es porque es muy buena canción»
Otra reflexión que deja el disco es hasta qué punto las transformaciones históricas, políticas y sociales pueden cambiar el sentido primero de una canción. ¿Os habéis parado a pensar cómo podría eso llegar a transformar vuestra propia obra? Quiero decir, ¿en qué os gustaría –o no os gustaría– ver convertida en el futuro una de vuestras canciones o discos?
N: Yo creo que cuando una canción es susceptible de ser modificada e interpretada es porque es muy buena canción. Cuando no da esa posibilidad es que es demasiado hermética, demasiado contextualizada…
F: Cuando una canción da un giro diferente es interesante, conocer esa nueva visión de otro artista. La música es abierta.
N: Para mí sería el mejor homenaje, que alguien cogiera una canción (mía) y la llevara al sentido que quiera, incluso malinterpretarla.
F: Nosotros en ese plano nos divertimos muchísimo, haciendo ese tipo de cosas. Viendo cómo conjuga una cosa con la otra, si funciona y nos gusta, pues palante. Si no, si ves que es una chaladura, a otra cosa.
Bueno, normalmente las versiones desde un punto de vista creativo están como desprestigiadas, ¿no? Sin embargo vuestro enfoque es otro, porque entendéis que estáis dando una importancia enorme a esa canción…
J: Bueno… Por ejemplo, en el flamenco lo que está mal visto es hacer cosas nuevas, ¿sabes? (Risas)
F: Ahí hay que coger el cancionero: «Tomo 1», «Tomo 2″… (Risas)
N: A mí que la gente haga versiones no me molesta, me interesa cómo se hace la versión, cómo te acercas al archivo. Si te acercas desde un prisma diferente, puede ser interesante.
F: Si intentas hacerlo igual, fracaso absoluto. Para eso está el original.
J: Hay un sector purista del flamenco que opina que debes interpretarlo con absoluta fidelidad. Si haces algo como Rosalía, ya no es flamenco.
N: Pero también la gente de la música clásica, o del folclore es así… Quieren que sea exactamente igual.
J: Depende de cada círculo cultural. Y en el rock ‘n roll sin embargo está desprestigiado hacer siempre la misma canción, y es lo que es. Sólo hay «un palo». Alguno llega diciendo «esto me lo he inventado yo». ¿Pero cómo que te lo has inventado tú? Si ya lo hacían Chuck Berry y Buddy Holly exactamente igual…
«(Sobre Fuerza nueva) Nos enseña el poder que tiene una maldita melodía de dos notas, el poder que tiene para soliviantar los sentimientos»
Supongo que sois conscientes de que en varios momentos estas canciones se entenderán como una provocación. No sé si os han llegado ya sentimientos de exaltación de algún ofendido u ofendida por ‘El novio de la muerte’, ‘Canción para los obreros de SEAT’…
F: Estamos expuestos a todo. A lo bueno y a lo malo. Ante eso no podemos hacer nada. A mí no me intoxica tanto ese tipo de feedback, me interesa más la creación, el propio arte en sí. No buscamos la provocación sencillamente por provocar. Pero es un poco como cuando Billy Bragg salía a tocar con una guitarra donde ponía «esta guitarra mata fascistas». Al final esto nos puede llevar a los 360º absolutos: caemos mal en todos lados.
J: Sí buscamos cierta provocación en el sentido de que la gente reaccione antes de escuchar, desenmascarar esas actitudes conservadoras, que las hay en todos los ámbitos, incluidos a nosotros mismos.
N: También nos enseña el poder que tiene una maldita melodía de dos notas, el poder que tiene para soliviantar los sentimientos. O una palabra, que puede hacer entrar en delirio a un colectivo, es apasionante. Habla, para muy bien, del poder de la música. Pero como dice Jota, hace aflorar pensamientos conservadores, que están en todos lados. No solo en lo político, también en lo musical.
¿Entiendo que ‘Una, glande y libre’ no está en el disco porque es una composición propia y, por tanto, no es un himno, aún?
J: Por muchas razones. Está hecha un poco a posteriori, como resumen de lo que estamos…
F: Y para cerrar el proyecto, ¿no?
N: Sí. Y bueno, que no caben todas, teníamos que elegir y pensábamos que funcionaba mejor como single.
J: También se aparta un poco de la línea del disco, de todo esto de los himnos. Tiene una línea más irónica o hiriente, un poco más chirigotera. El disco es más serio, tiene más peso, y desvirtuaba el ambiente. Así que mejor sacarlo aparte.
Pero, ¿por qué ha desaparecido el vídeo de Youtube y no está en plataformas de streaming?
N: No sabemos por qué es.
J: Está en single de vinilo. (Nde: pregunta a una persona de su equipo) ¿Se pueden comprar aún los singles de vinilo? (Nde: «algo queda», oigo que le responden)
N: Tú ponlo Raúl, ahí en Jenesaispop, «se puede COMPRAR», «comprar» ponlo en mayúscula… (Risas) Quién quiera escucharla, por favor…
F: Y tiene una portada de Aramburu increíble.
J: Dicen por ahí que lo han censurado en Alemania porque no les gustaba mucho la última estrofa. (Risas)
N: No les ha gustado porque claro, Jota ha escrito que Franco era más listo que Hitler. Eso les ha jodido mucho… (Risas)
«Todo el arco parlamentario es socialdemócrata»
En su letra parece que os mojáis, o Jota se ha mojado, contra del llamado trifachito que gobierna en Andalucía…
N: Pero un matiz… Tú dices que va en contra del trifachito, pero si la leemos literalmente no es para nada así, haciendo el ejercicio que decíamos antes. Si atendemos a la letra, está diciendo que el trifachito no son fachas.
F: Va más allá. «Eso ni es derecha, ni es ná».
J: Mira, eso es una idea de Paco, que dice que ahora todos somos socialdemócratas. (Risas) ¡Y es verdad! Yo antes era anarquista, y desde que conozco a Paco soy socialdemócrata. (Risas) La idea de la canción es esa, todo el arco parlamentario es socialdemócrata.
N: Lo que está diciendo es que realmente la actual derecha o ultraderecha tiene que relajarse, porque realmente la ultraderecha es Blas Piñar, ellos son una mierda. Y eso en un sentido de ciencia política es real.
J: Blas Piñar llevaba pistoleros por ahí matando gente.
N: Hace poco lo decía Escohotado en una entrevista, no es irónico. Abascal y demás tienen una parte conservadora, pero no son ultraderechista. Entonces, no sé si es una canción contra la ultraderecha, les estamos diciendo a ellos, y también a la izquierda, que se relajen, que nadie va a coger las armas.
J: En realidad se dirige a la socialdemocracia.
N: Después de la II Guerra Mundial es la lógica política que impera. Ni unos piden que se ilegalice el Partido Comunista ni otros que se ilegalice la banca privada, que son sus respectivas luchas clásicas. Aquí nadie pide nada.
Pues será quizá que yo la he querido leer un poco así, claro…
N: Bueno, yo lo que digo que hay que hacer ese ejercicio, que en la letra está puesto así. Viene un poco de lo que veníamos comentando antes.
J: Eso sí, habla de algunas ideas que defienden estos partidos, como cerrar las fronteras, que son un poco estúpidas, no tienen sentido.
En todo caso, insisto en mi pregunta política: ¿creéis que estas elecciones, incluso formándose Gobierno, servirán de algo?
J: Mira, si nos dejan presentarnos a nosotros, servirán para algo. Pero aquí los mánagers no nos dejan. (Risas)
N: Queremos presentarnos. Raúl ¿tú nos votarías?
Yo sí, claro.
F: Tenemos que hacer un partido.
N: ¿Sí? ¿Te gustaría ser un día rojo, otro fascista, un día nacionalista español, otro catalán…? (Risas)
Bueno, la verdad es que ya me pasa un poco eso, sí. Así que no habría problema.
N: Sí, ¿no? Como Jesús Gil. (Risas)
Jota: «La acción política de los grupos de nuestra generación es la propia música, claramente»
A los grupos de la generación de Los Planetas, del ámbito independiente, se les había acusado en muchas ocasiones de no mojarse políticamente. Esto ha cambiado en los últimos tiempos, y no sé cuál ha sido la respuesta que habéis percibido del público sobre eso…
J: Pues alguna gente sí se ha quejado, pero… (Nde: Piensa un rato) Yo creo que siempre ha sido suficientemente explícito, que esa lectura siempre ha estado ahí en la música de Los Planetas. Es más explícito a partir de que ya no tenemos la necesidad de ceder a ciertos medios que nos hubieran censurado si hubiésemos sido más claros. Ahora estamos libres de eso, tenemos nuestra propia estructura, nuestro propio público. Cuando empezamos había una censura muy fuerte con respecto a ciertas cuestiones y había que meterla un poco por debajo de la música. La acción política de los grupos de nuestra generación es la propia música, claramente. Se refleja en la forma de tocar, en nuevas técnicas de interpretación, todo eso. En general todo el mundo, al menos los que yo he conocido, tenía una intención bastante política y social: crear una industria alternativa a la establecida. De hecho se ha creado, y Jenesaispop es parte de esa estructura. Medios, festivales, sellos… forman parte de esa estructura que se buscaba en ese momento. Fue una acción social.
N: Yo creo que realmente ese fue uno de los movimientos políticos más importantes (Nde: en la historia de nuestra música, se entiende). Porque, por ejemplo, si atendemos a los cantautores, todos se pusieron a hacer baladas de amor en la época socialista. Y a esos no se les critica. Y sin embargo al movimiento indie, de independiente, sí. Tenía un sentido mucho más político que los flamencos o la gente de la clásica, o esos cantautores. Que en los 70 estaban muy bien, pero en los 90 hacían sevillanas, rumbas y boleros.
J: La prueba es que persiste esa estructura, en la que participamos todos, y que ha crecido mogollón: Primavera Sound, Festival de Benicássim, hay una serie de eventos internacionales potentísimos… Es eso, una industria alternativa, aparte de la que había.
Antes decías, Jota, que a ti lo que te gusta es escuchar a Paco cantar flamenco, pero él ahora dice que no le interesa mucho ese circuito…
J: El circuito no le interesa mucho, pero el flamenco ya te digo yo que le interesa mogollón. Eso no se le olvida.
N: El circuito no me interesa, pero porque no hay dinero. (Risas) Desde que Susana Díaz no está en la Junta, no está pagao. (Risas) Desde que Felipe González, como sevillano, ya no es presidente… Entro Zapatero y claro, ¿a quién le dan los premios? A Ramoneda y todos estos… (Risas) No, pero… como buen flamenco, hay que saber dónde hay que ir.
J: Ese es el verdadero espíritu del flamenco. (Risas)
N: Exacto. Pero el flamenco como música, claro que me interesa. ¿Cómo no me va a interesar?
Lo que quería preguntar es que me parece curioso que, o esa es mi impresión, a Los Planetas no les han llegado tantos palos desde el sector flamenco pese a que también han transgredido sus normas, a su manera.
N: Desde el sector flamenco quizá no, pero desde el sector indie… (Risas)
J: Y los flamencos, porque les pillamos desprevenidos, no se imaginaban lo que venía después. (Risas)
F: No sabían que venía la gran ola.
J: Cuando han visto lo que se les venía encima, se han dado cuenta.
F: Al Niño de Elche, Rosalía…
J: Ya ves, la que han liado.
N: Pero claro, como los flamencos no escuchan, ni flamenco ni otras cosas, no se dan cuenta de lo que les puede venir. Pero a Los Planetas sí que recuerdo al principio muchas críticas. ‘La leyenda del espacio’ o ‘Una ópera egipcia’ no son discos precisamente cómodos para según qué sectores del público de Los Planetas ni de la prensa. Antes de que me pusieran a mí verde con titulares según qué periodistas, esos mismos ya habían hecho sus pinitos con ellos.
«‘La leyenda del espacio’ es el disco que menos ha vendido de Los Planetas»
Pues fíjate que yo no tengo esa impresión, yo creo que son discos bastante bien considerados por la crítica…
J: Sí, la prensa y un público más especializado sí aprecian ese salto, ese riesgo que tomas. Pero por ejemplo, ‘La leyenda del espacio’ es el disco que menos ha vendido de Los Planetas. Y a nivel crítico sí tuvo aceptación enorme, pero a nivel de repercusión popular se resintió un poco.
F: Pero es normal. Cuando das un giro en tu carrera hacia otra visión de la música, corres el riesgo de que todo el mundo no comulgue con esa idea.
J: A los que les gustaba cómo era antes, no les gusta que sea de otra manera.
F: Aquello fue una cosa vital: teniendo aquí a Enrique Morente, esos conocimientos que tenía del flamenco, queríamos beber de esa fuente. Nos pareció interesantísimo abrir esa puerta y que entrara esa magia. Fue fantástico. Quedaron cadáveres en el camino, está claro. O no, también hay gente que vuelve a Los Planetas. La música es muy cíclica. Hoy escuchas un disco de punk del 77 y parece un disco de rock and roll. El paso del tiempo hace que la gente asimile los conceptos. Es cierto que a Paco, por ser un cantaor flamenco, le llueven más palos, porque es una escena más tradicional. Normal que quiera salir de ahí, quiere hacer su visión personal, de lo que le apetece hacer, con los artistas que quiere, y avanzar con esa nueva idea del flamenco, entre comillas. Me parece interesantísimo.
J: Antes de ‘La leyenda del espacio’, la música tradicional estaba muy mal vista en el indie. Había que fijarse en los grupos anglosajones y creo que abrió un poco a la cultura de nuestra tierra, que es muy potente y muy importante.
F: Ahora hay artistas que no son flamencos pero reivindican el folk, la música de su tierra, como Los Hermanos Cubero, gente que tiene una visión nueva del folk español.
Es cierto que puede que vuestros discos, más que abrir una puerta al flamenco, la han abierto al folclore.
N: De hecho, creo que las propuestas de folclore más interesantes actualmente están en el mundo del indie y del rock.
J: Lorena Álvarez…
N: Nacho Vegas, Pablo Und Destruktion, Maria Arnal… Ahí está el folclore.
¿Contempláis ‘Fuerza nueva’ como un trabajo único? Es decir, si os plantearais hacer algo juntos de nuevo, ¿sería un proyecto distinto?
J: Hombre, habrá que verlo.
F: De momento tenemos esto.
J: Partido a partido. (Risas)
N: Elección a elección. (Risas) Como el año que viene habrá otras, ya veremos.
J: Presentarnos a las elecciones es el siguiente proyecto, lo veo ahora.
N: Queremos jubilarnos ya.