*También podéis optar por esta sinopsis que el usuario Oscar ha dejado en nuestro foro de ‘Élite’: «¿Pero por favor qué mierda es esta? Me meo. Llevo capítulo y medio como 60 minutos en los que hay todo mezclado: lucha de clases, racismo, homofobia, xenofobia, corrupción, vandalismo, voyeurismo, el problema de la reinserción, drogas, sexo en público, el estigma del VIH, alcoholismo, un asesinato… y muchas más que se me olvidan. Todas con una cuota de share media de un minuto. Me meo. ¿Hay algo que no vayan a meter? ¿Alienígenas? Eso sí, todo bien susurrado y nada vocalizado. Gracias subtítulos. Es una mierda como un piano».
Esta frase atribuida a Oscar Wilde que aparece 2 veces en el mismo capítulo viene a resumir el espíritu de ‘Élite’. La serie es un «whodunit», pues parte de un asesinato, pero al final por supuesto el «quién» es lo de menos. No deja de ser todo un «jo, tía, han matado a mi amiga» como el de las 300 temporadas de ‘Pretty Little Liars‘. Lo de más es el sexo y el dinero. La acción se centra en un instituto pijísimo al que llegan 3 becados a los que solo salva de lo harapiento el imperativo uniforme del colegio. En ‘Élite’ no hay lugar para Pacos o Pepes, y los personajes se llaman cosas como Polo y Guzmán. Incluso para los secundarios más wannabe los guionistas han escogido nombres como Cayetana.
Quizá de forma involuntaria, quizá a través de una de esas sutiles e ingeniosas campañas comerciales que emprende a menudo Netflix, esta frase que aparece en una escena inofensiva e incluso puede pasar desapercibida, se ha viralizado, llegando a las mismísimas aplicaciones de ligoteo. En la serie, un personaje, el intensito Samu, la utiliza para evitar sexo casual. En la vida real se está utilizando para buscarlo, al modo de «Ontás? Te pongo un Uber»
.Aunque no se ha viralizado tanto, esta otra frase extraída exactamente de la misma escena que la anterior, solo que unos segundos después, en realidad contiene muchísimo más «punch». La pronuncia Carla, en este caso da igual dirigiéndose a quién, pues resume de todas formas lo único que importa en ‘Elite’. Carla y Polo cubren la cuota del poliamor, tan de moda, aunque en otras series se silencie, si bien tienden a hablar con tal intensidad y gravedad, como con tanto hartazgo de sí mismos y de rutina, que más que jóvenes parecen cuarentones atrapados en cuerpos teenager. ¿Esto es ‘Elite’ o un intento caserillo de ‘Eyes Wide Shut’? Suponemos que la edad de los guionistas (Carlos Montero ya trabajó en ‘FOQ’) tendrá algo que ver.
Hablemos de «Omander»: este es el nombre con el que se ha bautizado popularmente -aunque en la serie no aparece- a la pareja formada por Ander, uno de los pijos enrollados del instituto, y Omar, hermano de una de las becadas. Omar, además de camello, es musulmán, y además de musulmán, es «maricón», como ya habréis adivinado. No hemos evolucionado nada y por mucho que queramos evitarlo la relación entre un pobre y un rico, sean los que sean sus géneros u orientaciones sexuales, despierta en la ficción el mismo morbo ahora que hace cientos de años. «19 no es mi edad» no es su mejor frase, pero con pequeñas escenas de homofobia, represión religiosa en el hogar y bullying, ‘Élite’ maneja la trama homosexual con habilidad: atentos a la reacción del odioso Guzmán cuando descubre que tiene un amigo gay. Alguien sabía cuál era el público potencial de todo esto, mejor que el mismísimo Ryan Murphy.
La represión por motivos religiosos no solo salpica a Omar, sino también por supuesto a su hermana Nadia, que no es gay pero sí mujer palestina. La actriz que la interpreta, Mina El Hammani, nació en Madrid de padres marroquíes y por si hacía falta que lo explicara en las entrevistas, es vista como una extranjera tanto en Madrid como en Marruecos. Aunque ‘Élite’ no está muy bien hecha, pues entre otras cosas a menudo presenta un montaje de lo más extraño en el que se salta de una cosa a otra sin ton ni son, la serie sí arriesga al presentar una realidad desconocida para muchos. En su lucha por huir de los estigmas y ciertos maniqueísmos, el guión da al padre de Omar y Nadia, el ogro del hogar, la que para mí es una de las frases más tiernas de toda esta telenovela, mientras abraza un jersey para uno de sus hijos, en ese momento en paradero desconocido.
Hablando de estigmas, solo podemos levantarnos para aplaudir y agradecer a ‘Élite’ el tratamiento dado a la trama de uno de los personajes, que es seropositivo. La serie no es ‘Verano 1993‘, pero sí ha tenido el poder de llegar a millones y millones de personas. Millones y millones de personas que como se vio con Conchita Wurst, están en muchas ocasiones totalmente desinformadas sobre la diferencia entre VIH y Sida, o sobre lo que significa e implica ser indetectable. El rechazo que sufre este personaje por parte de sus propios padres, además con todo el poder económico posible para estar bien informados, es descorazonador.
Atención, SPOILER: en este instituto no estudia nadie. Hay un poco de paripé por ver quién es la alumna más competente, pero apenas ocupa unos minutos de la trama. La frase de este punto es un diálogo entre Christian y Polo que resume muy bien todo esto. Porque por si lo de Omander no te diera para paja, también tenemos a Polo, que por momentos parece recién escapado del cásting de ‘Looking’. Tiene un par de escenas que no pueden ser más homoeróticas, una de las cuales comienza en un cásting que solo existe en la imaginación de su tiempo libre, y que contiene esta genialidad de las matemáticas.
La serie plantea dos personajes que se hacen más antipáticos que el resto desde el principio. Son los malos, los hostiles con los alumnos becados. Sin embargo, los dos acaban siendo de los favoritos por razones evidentes. Mientras Guzmán, el supuesto fan de James Blake, deambula entre una descontrolada violencia y una cursilería que le lleva a hablar en pretérito perfecto simple (en serio, ¿quién en Madrid dice cosas tipo «te amé»?), su novia Lu es la mala de las telenovelas, de hecho es de origen mexicano (la actriz Danna Paola es una cantante megafamosa). Se pasa los 16 episodios de un humor de perros y, si bien no llega a rozar la intención autoparódica de ‘La casa de las flores‘, ha dejado bastantes momentos gloriosos, como ese en el que acude a una fiesta disfrazada de Frida, pero alguien le echa en cara que se ha olvidado el entrecejo. «En el infierno nos hacemos el láser, querida», es su salida.
«Oye, tú, Narco Barbie» es otra de las grandes frases de Lu… que un personaje que aparece en la segunda temporada responde con un meritorio «por cierto, Barbie Latina…». El momento está cerca de la pelea de gatas de ‘Dinastía’, pero es solo la punta del iceberg del gran personaje femenino macarra, “choni” (sic), porque lo del ex presidiario «Nano» está más visto que el tebeo. Mucho mejor Rebe, rica pero con petaca en la discoteca («a mí no me clavan 12 euros por una copa»), y en ella al grito de «A ver qué se cuece… ¡putivuelta!». Rebeka con «k» de «Vicky Pollard» tiene el vídeo de «mejores frases» más divertido del canal oficial: no os lo perdáis.
Es la clave del último episodio hasta la fecha y la que permite la apertura de una tercera temporada. Una vez resuelta la trama principal de la serie, ¿de qué manera puede subsistir ‘Élite’? No lo averiguaremos hasta 2020, aunque sí sabemos que el rodaje de la nueva tanda ya ha terminado y que Leïti Sène y Sergio Momo darán vida a dos nuevos alumnos llamados Yeray y Malick. ¿Merecerá la pena o terminarán provocando tanto “eye rolling” como ‘Pretty Little Liars’?