Más concentrado en estilo y más centrado en su voz que aquel debut que lo mismo bebía de Fever Ray que de M.I.A. o el R&B, este nuevo álbum llega presentado por un trallazo absoluto llamado ‘About Work the Dancefloor‘, presente en toda lista de las mejores canciones de 2019 que se precie. El ritmo es trepidante como en los sencillos ochenteros más accesibles de Robyn, pero es que además los sintetizadores son celestiales y su pre-estribillo es perfecto cuando habla, como ‘Cheap Thrills’ de Sia, de lo poco que necesitamos para pasarlo bien. «No tengo mucho en términos de dinero / no tengo regalos materiales para ti», así que tan sólo «disfrutemos este momento juntos», promete justo antes del clímax de la composición.
‘About Work the Dancefloor’ es lo mejor que encontraremos en ‘Seeking Thrills’ y también lo que mejor resume un álbum que si tiene un tema principal, es el de la pista de baile sin más. Georgia ha querido grabar todo el largo en analógico, rescatando sintetizadores de los 80, con el objetivo de rendir homenaje a su música favorita, el house de Chicago y el techno de Detroit más primigenios, desde un prisma pop. Como sus colegas de Hot Chip, con los que cantó recientemente, tiene en un pedestal a nombres como Frankie Knuckles, y ni remotamente reniega de ser hija de Neil Barnes de Leftfield. De hecho, que su habitación de niña fuera literalmente su lugar de ensayo o que su madre la llevara a «raves» han sido hechos fundamentales para el desarrollo de su carrera, como nos explica en una entrevista que publicaremos esta semana.
Ha sido desde luego más importante que su trabajo como batería de Kate Tempest, pues lo mejor de este nuevo álbum son cosas tan ochenteras como su gran comienzo con la exitosa ‘Started Out’; el mencionado sencillo explícito sobre la pista de baile; la popera ‘Never Let You Go
‘, que podrían haber cantado Little Boots o Ladyhawke; y ’24 Hours’, que habla sobre pasar 24 horas de fiesta, en Berghain para más señas.A continuación, es cierto que la dinámica del álbum pierde algo de fuerza con las referencias al Amaretto y a Tenerife, tan Miss Kittin, de ‘Mellow’ con Shygirl; pero también lo es que en la segunda parte continúan apareciendo cosas interesantes, como es el caso de ‘The Thrill’. No es que esta pista tenga un estribillo instrumental a la moda de hace unos años, sino que los sintetizadores hacen una melodía pegadiza y complementaria a la vocal, un truco que supo aplicar muy bien durante los 80 Martin L. Gore. A su final, todos aquellos fans del voguing, disfrutaréis con la voz invitada de Maurice jaleando: «look now, ladies / It’s the thrill!» sobre una base de dance muy «early 90’s».
Además, a Georgia, aparte de bailar, también le gustan Kate Bush y Luther Vandross, y una vena baladista bastante onírica aparece en ‘Till I Own It’ y la preciosa ‘Ultimate Sailor’, al tiempo que algunos textos parecen retratar indirectamente la era Brexit. Esa segunda parte suena más política también cuanto más se acerca a M.I.A. (‘Feel It’ y ‘Ray Guns’), mientras la pista final ‘Honey Dripping Sky’ aúna ambas cosas: parece una dulce balada hasta que llega su final, mucho más oscuro y bailable. Al término de todo esto es inevitable contemplar la portada para comprender lo bien que representa esta obra de Georgia. Se trata de una instantánea de 1988 firmada por la americana Nancy Honey, retratando a unas jóvenes inglesas de fiesta. ‘Seeking Thrills’ es un álbum con el que evadirse entre beats y ritmos sofisticados, no importa dónde, precisamente conscientes de la excepcionalidad que supone poder olvidarse de todo durante unas horas.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘About Work the Dancefloor’, ‘Never Let You Go’, ’24 Hours’, ‘The Thrill’, ‘Started Out’
Te gustará si te gusta: Hot Chip, Robyn, Santigold, Depeche Mode
Escúchalo: el single en Youtube