La autora de ‘Record‘ relata que hubo un tiempo en que no le gustaba «totalmente» Madonna por varias razones. Cita su sexualidad, que le llegó a fascinar y a aterrar a partes iguales sobre todo en comparación con el «estilo indie puritano» de Everything But the Girl (ambas fueron compañeras de sello), que al lado de Madonna parecía «pasado de moda» y, de hecho, «puritano». Dice que, visto ahora, lo que sentía en realidad era «envidia» por la autora de ‘Like a Prayer’. Y también cita su voz, que antes no le encantaba pero que hoy considera un «gran instrumento capaz de brillar en los arreglos más densos, de dominar cualquier pista de baile y de destacar en cualquier radio». Con todo, Tracey ha terminado encontrando en Madonna a una «modelo a seguir» igual de «rebelde» y «determinada» que muchas de las artistas a las que sí admiraba abiertamente a finales de los años 70, iconos como Patti Smith o Siouxie Sioux a las que ella llama sus «heroínas punk de pelo oscuro».
Sobre el concierto de ‘Madame X’, Thorn escribe que es una «especie de musical art-pop del West End» que le recuerda a las «películas y videoclips pop dirigidos por Derek Jarman». En este sentido, afirma que el concierto «no teme ser grandioso, o incluso pretencioso, porque sabe que el mejor pop es lo suficientemente fuerte como para aguantar el peso de ambas cosas sin caerse». En concreto destaca la «conmovedora» adaptación de ‘Frozen’ y la fuerte determinación de ‘Future’, cuya frase «no me digas que pare» ella interpreta dirigida a los hombres. Y en este sentido hace su apunte final Thorn, escribiendo que, con ‘Madame X’, ha vuelto a ver a Madonna «haciendo todo lo que las estrellas del pop masculinas hacen pero del revés, con tacones y mejor».
La gira de Madonna ha obtenido a su paso por Londres las 5 estrellas de NME, BBC, Attitude o The Telegraph, y las 4 del prestigioso crítico de The Guardian Alexis Petridis. Sin embargo, Madonna ha informado de la cancelación de algunos de los 15 shows debido a sus lesiones de rodilla y cadera, reconociendo que está recibiendo 3 horas de rehabilitación antes y después de cada show, y que está teniendo que adaptar el espectáculo. Tras cancelar el primero de los conciertos, caen los del 4 y el 11 de febrero para evitar que la cantante actúe 3 días consecutivos. Aguardan también otras 14 fechas en París, con 3 conciertos consecutivos entre los días 25 y 27 de febrero, con los que se desconoce qué pasará.