Música

Justin Bieber / Changes

‘Rated R’ en la carrera de Rihanna, ‘reputation‘ en la carrera de Taylor Swift, ‘Witness‘ en la carrera de Katy Perry, ‘ARTPOP’ en la carrera de Lady Gaga… Todos ellos fueron discos polémicos para artistas que venían de grandes éxitos comerciales, editados en general en medio de un bache en lo personal o inmediatamente después. Podías amarlos u odiarlos, pero todos generaron interesantes debates, entreteniendo en el peor de los casos a los seguidores de la cultura pop. Escuchado ‘Changes’, el regreso de Justin Bieber casi 5 años después del pelotazo dado con el excelente ‘Purpose’, uno desearía que fuera un disco así. El artista está narrando su lucha contra las drogas en una serie documental por capítulos llamada ‘Seasons’, pero este álbum no es el recorrido por ese calvario. No es un disco con aristas, afilado ni turbio. Al contrario, editado no por casualidad justo el Día de San Valentín, representa la meta. La llegada a la felicidad del cantante, culminada por su matrimonio con Hailey Baldwin en 2018, ahora Hailey Bieber.

De esta manera, todo el disco es una entrega absoluta al amor conyugal, dejando atrás la etapa egocéntrica del cantante. «Nunca pensé que pudiera ser fiel / a alguien que no fuera yo mismo», indica en la primera pista ‘All Around Me’. «Dime que soy el número 1 de tus cosas que hacer», suplica en ‘Available’, en la que claramente se ofrece. «¿Podrías estar aquí para siempre, siempre, siempre?», se pregunta en ‘Forever’ junto a Post Malone, empezando ya a resultar muy cansino hacia la mitad de la secuencia del álbum, que se extiende hasta las 16 pistas, sumando al amor por Hailey su conocido encuentro con Dios. En ‘Changes’, después de repetir decenas de veces cuánto ha «cambiado», concluye: «La gente cambia, las circunstancias cambian, pero Dios sigue siendo el mismo».

Paradójicamente, el álbum llamado ‘Changes’ agradecería una mayor variedad y un «cambio» más visible en su carrera. Sobre todo cuando llevamos tanto tiempo esperando por él. Bieber puede ser ahora una persona mejor, más preocupada por los demás como quiere mostrar en el vídeo supuestamente altruista de ‘Intentions’

, pero apoyado de nuevo en Poobear, ‘Changes’ no ofrece novedad alguna en lo sonoro. Las producciones resultan estilizadas y elegantes en ‘Come Around Me’ o ‘Available’, pero allí donde colegas como Post Malone (que colabora en ‘Forever’) y The Weeknd han sorprendido con giros estilísticos como ‘Circles’ y ‘Starboy’, Justin Bieber se ha dormido en los laureles.

El resultado es un álbum actual pero no rupturista, cohesivo pero repetitivo, correcto pero monótono. Las canciones son cortas y la secuencia nunca se hace pesada, pero las pistas se suceden sin dejar una enorme huella. ‘All Around Me’ parece una canción de The xx que va a explotar en una producción más bien de Jamie xx, pero se da por concluida antes de que suceda. Cuando llega ‘Second Emotion’ con Travis Scott te parece estar escuchando de nuevo ‘Intentions’ o ‘Yummy‘, un tema que suena a ‘Hotline Bling’ con años de retraso, y haciéndonos pensar que el carácter «trendsetter» que tuvo ‘Sorry’ fue un espejismo.

Cumplen Kehlani en el obligado dúo sexy de ‘Get Me’ y muy especialmente Lil Dicky, que añade un poco de gracia en la burbujeante ‘Running Over’, pero la entrega final del disco a lo acústico resulta hasta extraña. Incluir guitarras acústicas en el último tramo de una secuencia es un truco muy respetable y clásico, incluso podemos hablar del bonito riff que manda en ‘That’s What Love Is’, pero la producción nunca deja de parecer la versión reducida de algo más grande que no ha ocurrido. La grabación acústica hecha para Radio 1 de un hit que no ha sido. Dicen que la felicidad no da lugar a tan buena música como un buen drama. O igual habría bastado con llamar a BloodPop para echarle a estas canciones correctas algo de sal y pimienta.

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Publicado por
Sebas E. Alonso