Si no sabes de lo que estamos hablando, ‘Island’ funciona «simplemente» como la historia de una persona que amanece «sola en la costa de una tierra extraña», hablándonos del mal que implica dicha soledad (‘Perseverance of the Saints’), y de otros males del mundo como el odio (‘Fire-Mare’), la mortalidad (‘The Sound of the Engines’) o la catástrofe. Si el single ‘A Bloody Morning’ sonaba poco premonitorio en su estrofa «seguro que algún desastre descenderá y nos ecualizará / Una crisis unificará a los valientes, a los impíos y a los justos»; su vídeo ha terminado de relacionarse con la pandemia con esas personas de tan diversas edades que se ven obligadas a bailar separadas tras un cristal.
Si aún todo esto suena demasiado marciano, y sin canciones fáciles a las que asirse como sí lo fueron en otros momentos de su carrera la mencionada ‘Lewis Takes Off His Shirt’ y ‘He Poos Clouds’, aún la mejor manera de conocer a Owen Pallett; ‘Island’ sí se va revelando como un disco detallista, ideado para aquellos que continúan escuchando música en la intimidad de su cuarto, con los ojos y las orejas bien abiertos, no de fondo. En principio sorprendente por el carácter acústico, casi bucólico, de canciones como ‘Transformer’ o ‘The Sound of the Engines’, situándose el Nick Drake
más austero en ese momento como posible referente; después sí va entregando momentos más cinematográficos y decorados. En ‘Paragon of Order’ y el single principal el desarrollo es más cercano al Owen que más recordamos o a ‘Song for Zula‘, aquella maravilla de Phosphorescent que nunca está de más mencionar.De la misma manera que ‘Transformer’ se funde con ‘Paragon of Order’ como si conformaran la misma pista, también contribuyen al fluir de este largo una serie de interludios ante los que no hay por qué carraspear: el que podemos identificar como «IV» es realmente hermoso, sugiriendo que es algo más que un puente entre dos puntos capitales del disco. Se trata de ‘Lewis Gets Fucked Into Space’ y el desenlace de ‘In Darkness’, donde Pallett nos recuerda: «»no tienes que morir para ser perdonado / no tienes que ser esclavo de tu deseo». La tensión inicial de las cuerdas de fondo del inicio de «IV», prácticamente sacadas de una película de terror, van cediendo espacio a la paz que transmite la sección de metales que se va imponiendo en la desembocadura del álbum («bonus tracks» con versiones alternativas de un par de canciones, aparte).
Pese al inhabitual posado de la portada (lleno de sombras, eso sí), ‘Island’ no revela muchísimo sobre lo que han sido estos 6 años en lo personal para Owen Pallett. No es ese tipo de artista. Lo que sí vuelve a revelar este disco es que Pallett es un buen narrador de historias en las que encontrar pequeñas píldoras de universalidad, al tiempo que por supuesto ofrece disfrutar de su buen gusto para los arreglos. Menos se habla de una preciosa voz que es una pena no haya sido escuchada durante más de un lustro. No sería tan mala idea que sus colaboraciones con Dan Snaith no se limitaran a los arreglos…
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘A Bloody Morning’, ‘Paragon of Order’, ‘The Sound of the Engines’, ‘In Darkness’, ‘— > (iv)’
Te gustará si te gustan: Nick Drake, Tori Amos, Phosphorescent
Escúchalo: el single en Youtube, Bandcamp