«Doce pueden parecer demasiados minutos para un single, sea de Sufjan Stevens o del Dalai Lama –no, en serio, el Dalai Lama–. Y de hecho lo son en el caso de ‘America’, a la que está claro que no favorece nada la coda ambient –¿quizá para recordarnos lo de ‘Aporia‘?– de casi cinco minutos con la que se cierra. ¿A nadie en Asthmattic Kitty se le pasó por la mente lo buena idea que habría sido lanzarla con una versión editada? En todo caso, es imprescindible encajarla en un contexto. Es la última canción de su nuevo álbum ‘The Ascension’, y era importante que fuera su primer single porque, como ha explicado Stevens, contiene su germen lírico: la idea de la deriva autodestructiva de la sociedad estadounidense –y, por extensión, de buena parte de occidente, que la ha tenido (y aún la tiene) como modelo y referente durante décadas–. Una sociedad que se ha vendido como idílica y cuyas grietas ya son de un tamaño tan desproporcionado que poco se puede hacer para que no se desborde. Para ello Sufjan habla de pérdida de fe, pero ¿está hablando de su fe en Dios… o de su fe en su propio país, en sus compatriotas? Stevens juega con esa ambivalencia: ¿quién le ha hecho «eso» a América? ¿Dios o los propios americanos? Y en lo musical, ‘America’ deja entrever la posibilidad de que ‘The Ascension’ prosiga la senda de pop experimental de ‘The Age of ADZ‘, que fue un trabajo que se mostró algo arisco al principio y acabó ganándonos. En este caso, vuelve a extraer petróleo de un patrón melódico sencillo, erigiendo un monumento instrumental a partir de él, jugando con la emoción de su gancho y sus autocoros. Ganas de ‘The Ascension'». Raúl Guillén.
«Sufjan Stevens ha decidido presentar su primer disco de verdad en un lustro no con una canción que pueda ser escuchada por todo el mundo como ‘Mystery of Love’, sino con una composición épica de 12 minutos y medio llamada ‘America’, que escribió hace 7 años pero ha visto más oportuno publicar ahora. La mayor revelación de ‘America’ llega al principio de la canción, cuando Sufjan parece confesar (nunca mejor dicho) que ha perdido la fe en Dios, cuando esta misma fe ha marcado profundamente toda su carrera. Musicalmente, ‘America’ parece una de esas canciones que ganan dentro del contexto del disco que las aloja, pues a pesar de su duración, no es una canción especialmente emocionante por ningún motivo, y si la melodía no es de las más inspiradas de la carrera de Stevens, peor aún es que esa coda ambiental no añada nada a lo que ha venido antes. No parece que la canción se la haya ganado. Y cuando termina, da la sensación de que tampoco esta ha aportado demasiado a esos 12 minutos y medio invertidos en ella». Jordi Bardají
.«»No me hagas a mí lo que le has hecho a América» es la súplica que Sufjan Stevens repite hasta la saciedad en el primer single de su nuevo disco. Y funciona por lo que tiene de directa: todos sabemos quién ha hecho daño a «América» durante los últimos años y qué cosas han pasado para que el artista haya perdido su fe. ¿A alguien le sorprende encontrarle dolido y decepcionado -como estamos todos- reconociendo que le «avergüenza admitir que ya no cree»? Las frases en ‘America’ son fáciles de entender, como ha de ser en la canción socio-política, pues si el mensaje no se comprende, no sirve para nada; y mi única duda es esa dependencia de este nuevo tema del sonido de ‘The Age of Adz’ que, la verdad, no es el álbum de su discografía sobre el que más vuelvo, quizá porque jamás llegó a salir un DVD con aquella gira que apasionó a todo el mundo, pero que de manera dramática, cada vez es un recuerdo más lejano. Por lo demás, yo sí tengo 12 minutos para dedicar a un single de Sufjan Stevens. ¿Acaso alguien tiene algo mejor que hacer este verano?». Sebas E. Alonso.