Aunque ‘Lost In Yesterday’, una de las mejores canciones del año, no ha logrado el impacto comercial de ‘The Less I Know the Better’, sobrevive y sobrevivirá como una de sus composiciones más populares y aceptadas. Es la visión más comercial y bailable de un proyecto comúnmente conocido como «psicodélico» y «lisérgico» que ya no tiene miedo a ser comercial ni kitsch, como indicaba el propio Kevin Parker en una entrevista que le realizamos en Londres. Nos decía: «Siempre me he arrepentido de preocuparme demasiado por sonar azucarado. En trabajos anteriores me he arrepentido de rebajar ese tono «cheesy», de esconderme, de sonar menos revelador, menos grande… y en ‘The Slow Rush’ he querido dejar claro que ya no tengo miedo de esas cosas. Ha sido un ejercicio de no arrepentimiento. Sonar cursi es algo que tengo muy presente, pero ante todo intento simplemente seguir mi visión. Digamos que «one’s man cheese is another man’s crackers»».
Hay que celebrar que Parker haya perdido ese miedo a resultar azucarado, pues por el camino ha dado con un temazo de cadencia disco, elegante y diferente, que además se ve reforzado por un fantástico vídeo situado en una boda. Dedicándose expresamente en la letra a un amigo suyo y de su mujer llamado Matty, que fallecía inesperadamente, la canción habla sobre dejar atrás el pasado y todos los pensamientos negativos, con frases tan explícitas como «‘Cause if they call you, embrace them / If they stall you, erase them». Kevin Parker ha dicho en Triple J que el tema va contra «la nostalgia como droga, a la que todos somos adictos», «contra esa manera de idealizar el pasado» y «ser consumido por remordimientos»… Y a lo mismo anima este tema tan saltarín.
Llegados a este punto y con semejante pepinazo, lo que cabe es preguntarse si algún día podría existir un disco de Tame Impala que estuviera lleno de «Lost In Yesterdays». ¿De verdad necesitamos canciones como ‘On Track’? Sin duda, habrá quien identifique a este proyecto unipersonal con cierto tipo de sonidos y desarrollos… pero también es cierto que las declaraciones de Parker abren las puertas hacia discos cada vez más desprovistos de complejos y prejuicios y menos devotos con las estructuras progresivas.