‘Inner Song’, grabado durante tan sólo un mes, recoge tres años de dolor en la vida personal de la artista. Como nos ha contado en una entrevista que publicaremos próximamente, reducirlo a una ruptura le parece «simplista» aunque hay quien lo ha entendido así. ‘On’ puede ser la canción que más claramente apunte en ese sentido, con una letra que habla de ese momento en el que «nos estancamos», no «podemos continuar hacia adelante», pero «el show debe continuar». La producción del tema invita a hacerlo, pues, dividida en dos, en una primera parte retrata el dolor, y en la segunda incita al baile como metáfora de la exploración de nuestra libertad, a través de nuestra propia expresión corporal.
En ‘On’ es necesario elogiar el protagonismo de la voz de Kelly Lee Owens. Animada por un evento conjunto con Four Tet, la ha situado en primer plano («no se te ocurra esconder ese don tan preciado», le dijo Kieran), aunque sin renunciar a algunos instrumentales. Por un lado, su tono angelical y suave se merienda el trip-hop de ‘Re-Wild’, y ahí es cuando te das cuenta de que Four Tet o el colega de este Caribou matarían por poder tener ese filón en su garganta. Y por otro, continúan siendo fundamentales para Kelly Lee Owens los cortes instrumentales: ‘Jeanette’ es un número luminoso y bailable y ‘Flow’ su contrapunto oscuro, de bajón. ‘Melt!’, el single tecno lanzado a modo de «banger», contiene solo un par de frases referidas al cambio climático, quedando a medio camino.
No se puede pasar por alto que el álbum se abre, arriesgando, con un instrumental más que no es propio. ‘Arpeggi’ es una adaptación muy personal de uno de los 2 temas en 1 que encontramos en la discografía de Radiohead, en concreto en el excelente ‘In Rainbows’, que muy poca gente va a reconocer, en este caso para bien, pues sus dos partes resultan igual de cautivadoras, bastante ajenas al original. Ni en esos momentos iniciales del álbum, ni a su término cuando cierra la secuencia un tema lleno de esperanza como ‘Wake-Up’ (“nunca detenerte para asimilarlo / siempre evitar tu sensación de pavor”), tenemos la certeza de estar ante un álbum post-ruptura, sino ante algo más complejo y espiritual. Así lo manifiesta ‘Corner of My Sky’, una canción que no es que cuente con la voz invitada de John Cale, sino que pertenece a este pues la entona en solitario.
Oímos al que fuera miembro de la Velvet Underground hablar en inglés y en galés de lobos, peces, de hombres que jadean en sus agujeros y sobre todo de lluvia; de dar gracias por la lluvia. Es un número introspectivo y misterioso, como lo fue la colaboración perdida entre U2 y Johnny Cash (aquella ‘The Wanderer’ al final de uno de sus discos menos populares, ‘Zooropa‘), muestra de que las inquietudes de Kelly Lee Owens pueden trascender géneros. Hay pasajes en ‘Inner Song’ en los que te das cuenta de que podría ser una gran vocalista de dream pop, como sucede en la preciosa ‘L.I.N.E.’, otros en los que quieres que pinche siempre en el Sónar, otros en los que canta como la «indie girl» que ya nadie recuerda que fue (pienso insistentemente en proyectos tan dulces como Club 8)… de manera que por encima de un hilo conductor temático, se revela como una artista poliédrica, con multitud de mensajes y hábil en los dobles sentidos: en ese tributo a la noche llamado ‘Night’ uno no sabe con qué quedarse, si con el “sienta tan bien estar sola” o con el «contigo» que viene después.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘On’, ‘Night’, ‘Melt!’, ‘L.I.N.E.’
Te gustará si te gustan: Junior Boys, Four Tet, Caribou
Escucha: ‘On‘