‘ALICIA’, el séptimo álbum de Alicia Keys, vuelve a ser un disco comercial ante todo, pero rara vez suena desesperado. Repito: rara vez. ‘Underdog’, la típica canción que una artista de éxito dedica a la gente de a pie para hacerse la cercana, desprende el mismo optimismo condescendiente que muchas canciones de Ed Sheeran, lo cual cobra todo el sentido del mundo cuando descubres que Edward Christopher es uno de sus autores. Casi se le puede oír a él cantar eso de «canto una canción para las putas que negocian en la estación de bus, para las madres solteras y para los jóvenes profesores», pues parece más una frase de él que de ella. De hecho, ‘Underdog’ es la canción más exitosa de Alicia Keys desde ‘Girl on Fire’: recurrir a la superestrella «relatable» por excelencia ha funcionado.
Peor es el soul-pop de ‘Love Looks Better’, otra producción pretendidamente edificante de Ryan Tedder de OneRepublic que su colega Adele habría rechazado, y que suena a la peor Beyoncé. Sin embargo, ‘ALICIA’ también tiene sus aciertos, y sí, estos vuelven a ser los que presentan producciones un poco más alternativas de lo habitual. El mensaje de superación ‘Time Machine’, que aboga por dejar ir los traumas del pasado porque «una vez liberas tu mente, ves belleza en todas partes», no puede estar más sobado, pero su sonido de disco-funk orgánico recuerda al mejor Leon Bridges, y con unos pocos elementos de percusión electrónica, casi sci-fi, ‘3 Hour Drive’ descubre un espacio enorme a través del que Alicia y su compañero de viaje, el cantante británico Sampha, viajan «hacia ninguna parte» pero siempre «en busca del amor». Es la producción más evocadora de todo el disco y una de las más exquisitas junto a ‘Me x 7’ con Tierra Whack, otra pizpireta producción de R&B minimalista que sienta como un guante a la neoyorquina.
‘ALICIA’ se abre con ‘Truth without Love’, una bonita canción de soul celestial que consigue recordar a la vez a Marvin Gaye, a Aretha Franklin y a Nine Simone, pero cuyo drama no termina de conmover como pretende. Alicia lo consigue de otras maneras a lo largo del disco sin esforzarse demasiado: en el atmosférico medio tiempo ‘Authors of Forever’ suena comodísima sin renunciar a la comercialidad, llegando a poner los pelos de punta por momentos con su actuación vocal (esa cascada en «cloudy skies»); y exactamente lo mismo sucede en el húmedo reggae de ‘Wasted Energy’ con Diamond Platnumz. Más adelante, la balada a la guitarra ‘Show Me Love‘ con Miguel se confirma como una de esas bonitas canciones que ganan dentro del contexto del disco que las acoge, y en un estilo más crudo, la folky ‘Gramercy Park’, en la que Alicia vuelve a reflexionar sobre su identidad, suena familiar y acogedora a la vez.
Por si no ha quedado claro, ‘ALICIA’ es principalmente un disco de baladas, lo cual, en el caso de Alicia Keys, nunca es lo peor que puede pasar. La artista se pasa de conservadora en las composiciones a piano, mientras tampoco su visión del neo-soul es especialmente original en una grabación con Jill Scott que ha decidido llamar ‘Jill Scott’; pero musicalmente el álbum sí tiene algo de interés dentro de que obviamente ha buscado un sonido lo más pulido, accesible y comercial posible. Ya que las letras, por personales que sean, vuelven a estar llenas de clichés, al menos ‘ALICIA’ sí sale ganando por otros lugares.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Authors of Forever’, ‘Wasted Energy’, ‘3 Hour Drive’, ‘Show Me Love’, ‘Gramercy Park’
Te gustará si te gusta: Leon Bridges, Adele, John Legend, Jill Scott
Youtube: vídeo de ‘Show Me Love’ con Miguel