Música

Olivia Rodrigo / SOUR

Cuando pensábamos que Billie Eilish iba a ser la enésima «primera adolescente» en conseguir un millón de cosas ha aterrizado como un meteorito la figura de Olivia Rodrigo. El éxito absolutamente descomunal conseguido por su primer single ‘drivers license‘ a principios de este año ha sido para frotarse los ojos y no dar crédito porque es el primer single de Olivia, que viene de Disney pero no era conocida por el gran público; pero pasados los meses cada vez parece más claro que su destino no podía haber sido otro, que el runrún generado por la canción hasta que ha explotado ha sido merecido: ‘drivers license’ es un baladón de 10 sobre 10 que Olivia no ha tenido que esperar toda una carrera en escribir: le ha salido a los 17 años.

En un ejercicio de saber hacer, el sello de Olivia ha exprimido ‘drivers license’ lo justo y ha sabido mover ficha cuando ha tocado para que los siguientes singles de la artista, los más rockeros ‘deja vu‘ y ‘good 4 u‘, el segundo de los cuales le ha dado su segundo número 1 de singles en el Billboard, también generen cifras multimillonarias, apartando para siempre a Olivia de la sombra de los «one-hit-wonders». ‘SOUR’, su álbum debut, ha salido apenas unos meses después que ‘drivers license’ para que parezca que este single lleva años en el mercado. Ya apetece dejarlo en el pasado. El personaje de Olivia Rodrigo se ha cristalizado enseguida con un disco que la representa de manera más fidedigna que una única canción por lo deslavazado e irregular que es, como los de tantos artistas -adolescentes o no- que están empezando.

Porque se podría decir que Lorde y Billie Eilish supieron hacer debuts muy coherentes en estética, y que sus letras desprenden un mayor mundo interior que las de Olivia, pero la cantante americano-filipina ha crecido escuchando a Taylor Swift tanto como a Carole King, a Pat Benatar, a Fiona Apple o a la misma Lorde y tampoco está mal que eso se termine notando en su disco. En ese sentido, ‘SOUR’ es un entretenido escaparate de lo que Olivia es capaz de ofrecer en este momento de su carrera. Hay grunge de la era MTV (‘brutal’), folk (‘enough for you’), baladitas a piano (‘1 step forward, 3 steps back’) y algunas influencias son tan alternativas que ‘deja vu’ suena a medio camino entre Clairo y Deerhunter y ‘jealousy, jealousy’ a la Fiona Apple más ensuciada (ese piano desafinado que emerge en el puente). Las canciones, sin ser históricas en la mayoría de casos, están perfectamente escritas y construidas para conseguir el éxito.

‘SOUR’ es un trabajo dedicado principalmente al desamor, ese que te hace sentir que el mundo se ha acabado. Hay espacio para otros temas como la inseguridad y, en ‘brutal’, Olivia canta que «odia todas las canciones que escribo» y «cómo la gente me percibe» antes de sentenciar: «qué harta estoy de tener 17 años, ¿donde esta mi sueño adolescente?». Este espíritu permea unos textos dirigidos sobre todo a ese chico que en ‘drivers license’ se ha ido con otra, haciendo sentir a Olivia sola y miserable. El drama llega a alcanzar el tamaño musical de Broadway en la pomposa ‘traitor’ («no me has engañado, pero aún así eres un traidor, has esperado 2 semanas para irte con ella»), contiene humor en la muy Paramore ‘good 4 u’ («supongo que la terapeuta que te encontré te está ayudando, se te ve sano y feliz, no como a mí») y llega a empalagar en el single acústico ‘enough for you’, que incluye clamores tipo «¿no crees que te quise demasiado como para que me hayas usado y desechado de esta manera?» antes de resolverse con un mensaje de empoderamiento: «no me digas que lo sientes, mejor siente pena por ti mismo, porque algún día lo seré todo para alguien».

Por intensas que sean las letras de Olivia, ella es la primera persona que reconoce tal cosa y defiende sus canciones a capa y espada, hasta el punto de haber dejado una gran declaración a The Guardian: «Soy una chica adolescente, escribo sobre cosas que siento de manera muy intensa, y siento las rupturas y el anhelo de manera muy intensas, y creo que esto es auténtico y natural. No entiendo qué quiere la gente, ¿que escriba sobre el impuesto sobre la renta?» Más que resultar «amargo», ‘SOUR’ puede dar un subidón de azúcar en muchos casos, pero las composiciones ya desprenden una madurez inequívoca, en lo melódico, en lo vocal y en las influencias que manejan. Que el álbum se cierre con una baladita grunge lo dice todo. Puede que Olivia no sea la más rebelde del lugar aunque lo pretenda, pero nadie puede dudar de las canciones.

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Publicado por
Jordi Bardají