Música

Rostam / Changephobia

Rostam Batmanglij abandonó Vampire Weekend en 2016 y desde entonces ha prosperado más si cabe como productor hasta convertirse en uno de los más importantes de su generación. Mucho se habla de Jack Antonoff pero el trabajo de Rostam en el último disco de Haim, que recibió una nominación a Álbum del año en los Grammy, y en el debut de Clairo es de esos que hacen historia. Gracias a estos dos álbumes y a sus puntuales colaboraciones con Frank Ocean, Solange, Charli XCX o Carly Rae Jepsen, Rostam está dejando su marca en el tiempo.

Es difícil describir exactamente qué hace tan especial su sonido Rostam, pero podemos empezar diciendo que es un artesano del estudio. Al artista le encanta filtrar el sonido de sus baterías, hacerlas sonar porosas, ásperas; lo mismo se puede decir de las guitarras eléctricas y acústicas y también es aficionado a jugar con las texturas y a enrarecer el sonido de los sintetizadores y de todos sus instrumentos en general. Rostam ha convertido canciones excelentes como ‘Sofia‘ de Clairo o ‘I Know Alone’ de Haim en pequeñas maravillas de la producción de estudio capaces de derretir el cerebro. Lógicamente, lo que tuviera que ofrecer en su segundo álbum en solitario era de gran interés.

Tres años después de ‘Half-Light‘, un álbum en el que Rostam destacaba como productor más que como compositor para sorpresa de nadie, la tendencia vuelve a repetirse en ‘Changephobia’. En este caso, el músico se vale de su gusto por el pop-rock de carretera y por el jazz de gente tipo Charles Mingus o Thelonious Monk para ofrecer una colección de canciones levemente eufóricas y serenas en las que se nota que viene de producir ‘Women in Music Pt. III’. Se nota, por ejemplo, en el doo-wop de ‘Next Thing’, que parece una continuación de ‘Los Angeles’ en sonido y temática, o en la producción de cortes como ‘These Kids We Knew’, sobre el cambio climático, o ‘To Communicate’, en el que Rostam ha buscado en verdad replicar el sonido de los Zombies.

Las melodías, eso sí, son bastante menos memorables que las de aquel disco con algunas excepciones. ‘In the Back of a Cab‘ ha demostrado ser un single estupendo en el que su atemporal melodía aparece envuelta en percusiones tipo grapa, 100% Rostam; y ‘4Runner’ es una de esas canciones de pop-rock eufóricas y luminosas hechas para escuchar durante un viaje en carretera que hablan de ídem. Entre los momentos más jazzy de ‘Changephobia’ que vale la pena comentar, ‘Unfold You’ enternece con su bonita instrumentación y con su historia sobre un reencuentro doméstico, en el que Rostam y su pareja terminan tirados en la nieve.

Las historias de ‘Changephobia’ se puede decir que son más universales que lo que pretenden sus canciones. El título alude por supuesto a ese miedo al cambio, que Rostam ha superado para ver un futuro brillante delante de él, y ese cambio ha pasado por ejemplo por aprender a «comunicarse». En varios momentos del disco, Rostam saborea esos instantes pequeños pero sublimes que pasa con su pareja, ya sea en la cama o en un taxi de camino al aeropuerto, incluso cuando reconoce no estar seguro de que esta relación «debiera funcionar». Las composiciones, sin embargo, a veces son demasiado pequeñas y no para bien, sobre todo en una segunda mitad más floja en la que cortes como ‘Bio18’ pasan sin pena ni gloria. Y seguro que alguna de las artistas con las que Rostam ha trabajado habría elevado el experimento drum ‘n bass y grunge de ‘Kinney’ a algo mucho más próximo a un hit…

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: rostam