Música

Laura Mvula, te entendemos

Arlo Parks ha sido la ganadora del Mercury Prize 2021, insuflando nueva vida a su debut ‘Collapsed in Beams’. Laura Mvula, nominada por tercera vez, con su tercer disco, perdía por tercera vez y se pillaba un sonoro cabreo que manifestaba en las redes de esta manera: «Me roban. Mucho».

No es nada habitual asistir a estos «beefs» en el Mercury. El que es uno de los premios más prestigiosos del mundo y uno de los que han mostrado mejor gusto, de ‘Dummy’ a ‘Let England Shake‘, de ‘I Am a Bird Now’ a ‘The xx‘, de ‘Overgrown’ a ‘Kiwanuka‘, tiene un talante serio. Sus actuaciones son muy formales, no se parecen nada a las de unos premios MTV. Casi diría que son grises de más. Por eso es tan raro que Mvula haya polemizado al respecto. Y sin embargo, hay que entender su frustración.

Pink Noise‘ es un buen álbum en el que la artista expande su sonido. Si su debut, uno de los discos clave del siglo XXI, era deudor del sonido clásico de los hermanos Gershwin, ahora ha llevado ese sonido hacia texturas más sintéticas para rendir homenaje a la música que sonaba en el año de su nacimiento, 1986. Michael Jackson es una influencia innegable en sencillos como el vibrante ‘Got Me’. La exuberancia orquestal se mantiene en joyas como ‘Magical’, solo que el disco ahora presenta otro color. Literalmente, rosa.

Su evolución es clara e interesante y ‘Pink Noise’ es mejor que el disco de Arlo Parks, que también está bien, por otro lado. Y no lo digo yo, sino la crítica en general. Hay gente que ha recriminado a Laura Mvula, y con razón, que no haya dejado a Arlo Parks disfrutar de su noche, de su momento, y no se haya esperado unos días para hacer la reflexión que tuviera que hacer. Tras un año y medio de desconcierto para todos, de enorme incertidumbre para los músicos, y de una insoportable crispación social y política en las redes, en un mundo sensibilizado con la salud mental, dejar mensajes así de tóxicos ya no es bienvenido. Ella lo sabe porque es la tercera vez que acude como nominada a esta ceremonia tan seria y hasta cierto punto poco mediática. Así de harta tiene que estar al respecto.

«No espero ser entendida por el público británico», decía en otro de sus tuits. Es fácil imaginar lo que Mvula quiere decir. A sus 35 años y después de 3 buenos álbumes, quizá espere más de la vida que un 89/100 en Metacritic y 1 sola semana en el top 100 británico de álbumes. El puesto 21 logrado por ‘Pink Noise’ durante una semana y después «hasta nunca» sabe demasiado a palmadita en la espalda. Quizá no sea realista esperar que Radio One la apoye ahora, pues parece estar tan pronto como ya en los territorios de la mediana edad, como Jessie Ware, por marciano que nos pueda parecer. La pena es que la lista de álbumes británica ha empezado a ser también territorio hostil para artistas de álbumes como los mismísimos Wolf Alice, CHVRCHES o incluso favoritos del público británico como The Killers.

Efectivamente, por un lado la lista de singles británica está dominada por lo que pincha Radio One y sobre todo lo que quiere Spotify UK meter en la millonaria playlist «Hot Hits UK». Para sorpresa de nadie, no se comen nada la cabeza y se arriesgan menos todavía: Drake, Ed Sheeran, EDM con sabor a pasado tipo Joel Corry, Olivia Rodrigo, Dua Lipa, Doja Cat… y así con ellos meses y meses. Lo más osado que han abrazado en ese tipo de playlists últimamente es a los italianos Måneskin tras un récord de paciencia, y a ABBA. Salvo estos últimos, y porque han vuelto tras 40 años, «singles» y «playlists» es el dominio de la Generación Z.

Por otro, estaría el extremo de lo que se llama de manera peyorativa «pollavieja», la lista de álbumes. Laura Mvula debería encajar ahí, como en otras generaciones han encajado Björk, todo el Brit Pop o cosas como Portishead que conseguían en Reino Unido sus discos de platino en un tiempo lejano. Pero el problema es que CD’s ya no se venden, el aumento del «share» del vinilo no deja de ser solo un divertimento residual y lo que prima en las listas de álbumes de manera escandalosa es lo que antes denominábamos «series medias».

El 55% de los discos del top 100 británico lleva más de un año en listas

46 de los 100 discos más vendidos esta semana en Reino Unido llevan más de 100 semanas en lista, es decir 2 años. Si sumamos los que llevan más de un año en lista, suben a 55. Es decir, el 55% de los discos que encontramos en las listas británicas tienen más de un año de vida. Son ‘Gold’ de ABBA, ‘Rumours’ de Fleetwood Mac, el ‘Greatest Hits’ de Queen… es decir, los de siempre, sumando ‘Back to Black’ de Amy Winehouse, ’25’ de Adele, ‘Divide’ de Ed Sheeran… y en última instancia, un par de discos del último par de años de Billie Eilish, el difunto XXXTentacion y el difunto Juice WRLD.

Esta devoción por escuchar todo el rato lo mismo ahoga todas las posibilidades de nuevos artistas de álbumes como Laura Mvula que están desarrollando su carrera muy a trancas y barrancas, con más dificultades aún desde que no pueden realizar una gira propiamente dicha debido a la pandemia. Sus discos duran 1 o 2 semanas en las listas y después no vuelve a oírse jamás hablar de ellos. Un dato: Laura Mvula tiene, a nivel mundial, la mitad de oyentes en Spotify que Zahara, Love of Lesbian o Vetusta Morla.

La cantante ya causó un revuelo en 2017 cuando afirmó en Twitter que la habían echado de Sony. Rag’n’Bone Man, uno de los artistas más exitosos en las islas, declaró que no se lo podía creer, considerándola «su autora favorita actual en Reino Unido». Mvula ha sufrido ansiedad y ataques de pánico debido a sus compromisos con la fama durante los primeros años, inmersa en una rueda que nunca se detenía. «Me preocupaba pedir algo y que la gente pensara que yo era una diva. O que si decía que no a algo pareciera desagradecida o que no tenía ambición», confesaba en The Independent.

Aquella rueda la llevó en 2013/2014 a estar nominada en los Brits, en los Ivor Novello, a ganar en los MOBO… pero ahora está en una situación distinta. Todos sabemos que galardones como los Mercury, salvo excepciones tamaño ‘AM’, tamaño PJ Harvey, se enfocan en los artistas nuevos, precisamente porque en las listas de éxitos siempre aparecen los mismos, si bien dejando en una posición incómoda a quien sigue haciendo cosas interesantes en un tercer disco.

En la misma entrevista con The Independent la periodista sugería que si fuera un hombre blanco, las cosas serían más fáciles para ella, y Laura Mvula asentía. Igual no es el único problema, pero desde luego no ayuda: «Al 100%. Es la realidad de toda la vida de ser una mujer negra. ¿Artistas femeninas negras? Dios, estás a la cola de la cadena de montaje. ¿Y no estás en el mainstream? Olvídalo. ¿Quién quiere esta vida? ¡Nadie!». El mensaje final de la polémica dejado por Laura Mavla en Instagram es claro: «intentad no juzgar mi tristeza, solo estoy cansada. Por favor, comprad mi álbum si podéis y venid a un concierto. Muchas gracias. Os quiero».

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: laura mvula