Música

FINNEAS / Optimist

La música en solitario de FINNEAS se ha diferenciado de la de su hermana Billie Eilish desde el principio por su sonido clasicista. Finneas O’Connell puede ser productor de locuras como ‘I Didn’t Change My Number‘ o de maravillas como ‘WHEN I WAS OLDER‘ pero cuando escuchas sus propias canciones parece un artista completamente distinto. En su debut, ‘Optimist’, se aparta definitivamente de la dirección musical de ‘Happier than Ever‘ y no para bien.

FINNEAS no necesita decorar sus composiciones con mil y un adornos para que funcionen. Ahí está su balada ‘Angel’ para demostrarlo (Finneas es además compositor único de ‘ocean eyes’ y ‘when the party’s over’, interpretadas por su hermana). El problema es que ‘Angel’ sigue siendo su mejor canción y ni en el EP ‘Blood Harmony‘ ni en este primer disco largo ha sido capaz de entregar composición igual. Se queda cerca con la bonita ‘What They’ll Say About Us’, otra de sus baladas al piano, pero esta canción salió en verano… de 2020. Las novedades reales de ‘Optimist’ no dejan tan buen sabor de boca.

En ‘Optimist’, FINNEAS se postula como una especie de intelectual pop, un autor que observa el mundo que le rodea y sus propios sentimientos desde la distancia. Unas veces acierta y otras no. La cuca balada al piano ‘A Concert Six Months From Now’ captura con ingenio el absurdo de comprar entradas para conciertos a dos años vista por culpa de la pandemia, pero también funciona como canción de amor. En la animadilla ‘Happy Now?’, que utiliza la melodía de ‘Billie Bossa Nova‘, FINNEAS se enfrenta a sus miedos (la muerte de sus padres) y a la transitoriedad de su propia fama («conduzco por la ciudad como la estrella que pretendo ser») y deja una reflexión madura sobre la felicidad.

Sin embargo, FINNEAS no es el comentarista social y político más ocurrente. ‘The Kids Are All Dying’, que es un poco Elton John, ironiza sobre el privilegio («soy más blanco que el mármol») y las falsas equivalencias («¿cómo puedes cantar sobre drogas cuando los políticos están mintiendo?») pero su crítica social es tan blanda como la canción. ‘Medieval’ se conforma con comparar la cultura de la cancelación con los linchamientos públicos de la época medieval y musicalmente es insípida como el pan de molde. Y lo peor de ‘The 90s’ no es su sobredosis de autotune mal entendido sino su nostalgia por una época previa a internet. FINNEAS dice ser consciente de su privilegio, pero en esta canción peca precisamente de no serlo.

Hay algún momento interesante en ‘Optimist’ en el que FINNEAS busca capturar la experimentación de su hermana, como ‘Hurt Locker’, pero es una excepción. En el disco ni las baladas son especialmente emocionantes (‘Love is Pain’ es somnolienta) ni las incursiones en otros sonidos como la música disco (‘How it Ends’) o el funk a lo Prince (‘Around My Neck’) suenan inspiradas. Y el mayor problema -sorpresa- no son las producciones, sino unas composiciones melódicas realmente débiles que, firmadas por otros artistas, pasarían sin pena ni gloria. Claro queda que el tándem de Billie Eilish y FINNEAS es infalible porque, en solitario, el artista pierde en todos los sentidos.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: finneas