La nube (Just Philippot)
Fue una de las sensaciones de Sitges 2020. El original debut de Just Philippot -que había sido seleccionado para el cancelado festival de Cannes- se llevó el Premio Especial del Jurado (el segundo en importancia) y el de mejor actriz (fantástica Suliane Brahim). ‘La nube’ comienza como un drama rural de “chalecos amarillos”, un relato sobre las dificultades de una viuda con dos hijos para salir adelante en su granja. El elemento inquietante es que esa granja es de saltamontes. Aunque su cultivo está muy extendido en Francia para elaborar pienso animal, el director juega con la entomofobia típica de la cultura occidental y la simbología bíblica-apocalíptica de los caelíferos, para articular un relato de terror en un entorno naturalista.
La película funciona muy bien en dos niveles: como pura película de género, de terror con bichos, llena de tensión (el fabuloso diseño de sonido tiene gran importancia), repulsión e imágenes perturbadoras; y como alegoría ecológica y capitalista, con los insectos chupasangre y la plaga apocalíptica como elocuentes metáforas sobre la realidad socioeconómica de la Francia rural y nuestro posible futuro medioambiental. 8,5
Disponible: Movistar+
Color Out of Space (Richard Stanley)
A los diez minutos dan ganas de quitarla. Es un tópico detrás de otro: diálogos llenos de lugares comunes, personajes fatal dibujados (en particular el geólogo), actuaciones cutres… Pero desde que la madre sufre un “accidente” doméstico, el interés de ‘Color Out of Space’ (adaptación del relato de Lovecraft ‘El color que cayó del espacio’, reeditado el año pasado por Nórdica) se eleva como el nivel de histrionismo de la actuación de Nicolas Cage. La película se desata como la locura que invade a sus protagonistas.
Richard Stanley, desaparecido de las pantallas desde que le echaron del infernal rodaje de ‘La isla del Dr. Moreau’ (ver el documental ‘Lost Soul’, en Filmin), logra trasladar perfectamente al presente los horrores atávicos del genio de Providence. Con la vista puesta en clásicos ochenteros como ‘La cosa’ (1982) o ‘Re-sonator’ (1986), el director elabora una divertida y repulsiva muestra de terror alucinógeno, una pesadilla lisérgica con “colores caídos del espacio” (atención al guiño a Cheech y Chong), tan imperfecta como gozosa. Otro ejemplo más de las singularísimas propuestas que están llegando desde SpectreVision, la productora de Elijah Wood: ‘Daniel no es real’ (2019), ‘Mandy’ (2018), ‘Una chica vuelve a casa sola de noche’ (2014)… 7
Disponible: Movistar+
Mi corazón no late si no se lo dices (Jonathan Cuartas)
Arrasó hace un año en Noves Visions, la sección indie del festival de Sitges: Mejor película y director. El debut de Jonathan Cuartas es una estupenda relectura del tema vampírico, en la línea de películas como ‘Martin’ (1978) o ‘Déjame entrar’ (2008). Ambientada en el extrarradio de una ciudad de Utah, ‘Mi corazón no late si no se lo dices’ es un oscuro y tristón drama familiar protagonizado por tres hermanos, uno de los cuales padece una extraña enfermedad que le obliga a permanecer encerrado en casa y depender de los cuidados de los otros dos.
Esos “cuidados” son el sustrato siniestro del que el director succiona la esencia dramática de la película. Temas como la soledad urbana, la frustración vital, la enfermedad o los conflictos morales se mezclan con elementos de thriller psicológico, asesinos en serie y terror vampírico. Un choque semántico que se aprecia también en la puesta en escena: en formato 4:3 y sin apenas movimientos de cámara. Todo es horrible y malsano, pero también melancólico, intimista y tan triste como un árbol de navidad en marzo. 8
Disponible: Movistar+
Teddy (Ludovic y Zoran Boukherma)
Seguimos con relecturas, en este caso del mito del hombre lobo. Y de Sitges, donde esta película ganó el premio de la Crítica. Protagonizada por el prometedor Anthony Bajon (mejor actor en la Berlinale con ‘El creyente’), ‘Teddy’ es una comedia de instituto que, cuando sale la luna llena, se transforma en una sátira de terror. Algo así como ‘Teen Wolf’ (1985) dirigida por Bruno Dumont. Una fábula ambientada en una zona rural francesa, con mucho humor excéntrico y dobles lecturas.
Los hermanos Boukherma (unos gemelos que van a dar mucho que hablar) utilizan la licantropía como atinada metáfora sobre la angustia existencial adolescente. El protagonista, un chico marginado, con una familia problemática, sin futuro laboral ni perspectivas vitales, va somatizando su rabia y aflicción en forma de rasgos lobunos. Un pelo por aquí, una uña rara por allá… Hasta convertirse en un hombre lobo, en la proyección de sus instintos reprimidos, de su ira contra la comunidad que lo rechaza. Quizá le falta algo de humor negro y locura gore, sobre todo en el clímax final, pero la mezcla funciona bastante bien. 7
Disponible: Filmin
Relic (Natalie Erika James)
Otro debut estupendo. La australiana Natalie Erika James ha hecho una película de terror tan elegante y atmosférica como una novela de Daphne du Maurier. ‘Relic’ comienza como un drama familiar sobre la vejez y las relaciones maternofiliales. El deterioro mental de la abuela protagonista le sirve a la directora como premisa argumental para escenificar otro tipo de deterioros: el afectivo, entre madres e hijas; y el físico, una casa en plena descomposición que funciona como representación del miedo al paso del tiempo: a la demencia, la decadencia, la dependencia…
Gracias a su fabuloso trío de actrices (Emily Mortimer, Bella Heathcote, Robyn Nevin), la directora puede tomarse su tiempo para caracterizar a los personajes. La tensión dramática que se establece entre las tres mujeres, a través de sus relaciones, le permite sustentar el relato sin necesidad de echar mano de golpes de efecto. Poco a poco, cuando lo siniestro se va apoderando de la historia (la secuencia donde la nieta se pierde en la casa es fantástica), la película gira hacia el terror como la cabeza de Linda Blair en ‘El exorcista’. 7,5
Disponible: Filmin, Movistar+, Rakuten