Entendemos que los sintetizadores de The Weeknd en ‘Blinding Lights‘, Dua Lipa sampleando a INXS en ‘Break My Heart‘, incluso artistas latinos como Rauw Alejandro en ‘Todo de ti’… son cosas que han vuelto a poner en el mapa la década de los 80. Y luego está lo del trío Nebulossa, cuyo primer disco es todo un regreso al fascinante mundo de las hombreras, la laca y el flash. Sí, hablo de aquella cosa congelada gracias a la que te pasabas la vida chupando un plástico y que en realidad procedía de los años 70. Como el glam, también en el disco de Nebulossa venerado… y como muchos de los sintetizadores que seguramente han inspirado este álbum.
Nebulossa actúan este sábado 2 de abril en El Perro como parte de la programación Vibra Mahou Escenarios Madrid, que también nos ofrecerá hip hop, jazz, soul pop o post-rock a lo largo del resto del mes. La de Nebulossa sin duda va a ser la propuesta más retro. O como mínimo la más embadurnada de la década a la que se entrega. Nada en el álbum hace referencia a otro estilo que no sea el synth-pop que tanto adoraba John Hughes para la banda sonora de sus pelis.
Nebulossa son Mark Dasousa (sintetizadores, producción), María Bas (voz) y Ophelia Alibrando (batería). Dasousa es un veterano productor de la escena valenciana y María es su pareja, al parecer. Lo que nos importa es la gran cantidad de éxitos potenciales que han logrado reunir en su disco debut, que recibe el pizpireto nombre de ‘Poliédrica de mí’. Uno de ellos, llamado ‘1984’, acaba de ser revisitado con Rocío Sáiz. Ya sabéis, Dios las cría y ellas se juntan, en este caso en una canción escapista que quiere «empezar una nueva vida en un mundo mejor».
Los arpegios de teclado de ‘Stranger Things’, las ambientaciones de ‘Drive’, los ganchos instrumentales… han sido cosas que las que se ha hablado mucho en los últimos tiempos pero que ya estaban ahí en los días de Depeche Mode y OMD, una influencia clara en ‘La herida’. Nebulossa es un grupo con el que lo mismo recordarás a Vicky Larraz que a Mecano, a los que suena el principio de ‘La colmena’.
Destaca también ‘KTJDN’, una canción que empieza recordando «lo que hubo entre tú y yo», pero se termina rebelando: «ahora que soy libre que te jodan». Las melodías vocales pueden tener el preciosismo de Ella baila sola, pero el espíritu es más bien el de Chico y Chica o Espanto. El disco incluye más pepinazos como ‘Anoche’, propio de los mejores Cassino, ‘Poliédrica’ o la final ‘Alud de inconformismo’. Después, hay piezas más melancólicas como ‘Armada Roja’, destacando también los streamings conseguidos por el single titulado ‘Glam’. Un álbum del que se ha escrito muy poco pero que puede ser un vicio para los aficionados al género.