Delaporte inauguraron el ciclo Tomavistas Extra junto a Delafé y las Flores Azules, como teloneros o parte del programa doble que se extenderá hasta finales de la semana que viene con nombres como Los Planetas con El Último Vecino (1 de julio) o Él mató a un policía motorizado con Cala Vento (30 de junio).
Sea como sea, lo de Delaporte tuvo entidad propia: este no fue el clásico teloneo al que nadie atiende. En sus primeros momentos pareció una sesión de DJ en la que el grupo iba a pinchar éxitos propios y ajenos a modo de calentamiento para la reunión de Delafé, pero no fue eso exactamente.
Sandra y Sergio aparecieron sobre el escenario pinchando un liviano popurrí de temas propios durante un par de minutos hasta que ella agarró el micro para interpretar unas líneas de ‘Toro’ de El Columpio Asesino, canción que han versionado recientemente. Con ella y una serie de beats salvajes, bastante más duros de lo que ofrecen en el estudio, el público se vino arriba tan pronto como a las ocho de la tarde y pese a que Sandra comentó que era una pena que no se vieran las luces que tenían preparadas porque todavía era de día.
Cuando precisamente pensabas que ibas a presenciar una sesión de DJ con algún fraseado por encima, un batería y una corista frente a un teclado se sumaron para interpretar algunas canciones de Delaporte en modo «live» propiamente dicho. Prescindiendo de voces pregrabadas o sampleándose en vivo, Sandra dio empaque con su preciosa voz a temazos como ‘Clap Clap’, ‘Droga Dura’, ‘Ni un beso’ o ‘Un jardín’, sin por ello dejar de intercalarlas con clásicos populares.
Por allí sonaron ‘La gasolina’, mezclada con su versión de ‘Cariñito’, de lo más coreado de la noche; y también The Prodigy, destacando especialmente el mash-up entre ‘Sorry’ y ‘Hung Up’ de Madonna con la excelente ‘Narciso’ de su propio repertorio. Un fiestón aupado por la versión bakala de ‘El volcán’ o la furia contenida en ‘Bang Bang’ que esperamos ver de madrugada en todo festival de este verano, la hora a la que pertenece. Hay un macarreo muy Madrid en este live/sesión que igual aparta a Delaporte de escenarios finos tipo Sónar («¡sois la pollaaaa!», «¡quedan 3 canciones y nos vamos!», «¡quedan 2 canciones y nos vamos!»), pero en el 99% de eventos restantes son más que necesarios. 8,5.