Brent Faiyaz pelea con este ‘Wasteland’ por ser su primer número 1 en el Billboard 200. Sólo ‘Un verano sin ti’ de Bad Bunny puede impedírselo. El artista de Maryland ha alcanzado gran repercusión con su EP de 10 temas ‘Fuck the World’, sus colaboraciones con gente como Tyler the Creator o GoldLink (la millonaria ‘Crew’) y últimamente una ‘Gravity’ que hemos visto crecerse en TikTok.
Esta es una de las canciones que conocemos hace casi 2 años y aun así aparece en este ‘Wasteland’ que se ha publicado esta semana. Un disco que Brent Faiyaz se ha tomado 5 años para terminar y al que ha ido dando un concepto, una historia. Sus largos interludios con diálogos nos van contando una relación de pareja entre Chris -su verdadero nombre es Christopher Brent Wood- y una chica embarazada, que vemos terminar como el rosario de la aurora, con la muerte, en la pista 18, ‘SKIT: Wake Up Call’.
Hablando de dramas propios de una obra de Shakespeare, ‘Wasteland’ parte del número de veces que Brent Faiyaz ha sido acusado de ser «tóxico». En la primera pista, en la que colabora Jorja Smith, explica que no cree que esta sea «una palabra de internet» y que Shakespeare ya la utilizaba, justificando así su relato ostentoso, promiscuo, orgiástico, propio del primer Abel Tesfaye. Una chapa «la gente me ama y me odia al mismo tiempo» cuyo cénit es ‘ROLLING STONE’.
Lo bueno de ‘Wasteland’ es su concreción musical. Dice Brent Faiyaz que se crió con Lauryn Hill, siendo su principal influencia, y definitivamente en la segunda mitad de los 90 nos situamos cuando escuchamos el R&B brumoso de ‘ALL MINE’ o los beats tan Timbaland de ‘Wasting Time’, que cuenta con la voz de Drake al final y la producción de The Neptunes. Pero también hay un gusto por los ritmos post-trip hop, las orquestaciones de este otro género y hasta el pop de cámara que eleva una parte de este disco de manera inesperada.
Mucho se habló de la influencia de las bandas sonoras del cine negro de los años 50 en gente como Portishead, y Brent Faiyaz también ha querido hacer con ‘Wasteland’ su propia película de alguna manera. Cuenta que una de las mayores influencias de este álbum es el cine de Tarantino, todas las veces que ha visto ‘Jackie Brown’ y todas las veces que ha visto ‘Vanilla Sky’ de Alejandro Amenábar «en repeat». Al margen de esos interludios que nos están narrando en efecto una película, pistas como ‘DEAD MAN WALKING’ no pueden tener un carácter más cinético, ni ‘ADDICTIONS’ estar más inspirada en aquellos ritmos.
Las colaboraciones de Alicia Keys en la melosa ‘GHETTO GATSBY’ o de Tyler the Creator en el mencionado hit ‘GRAVITY’ son mediáticas, pero aquí la noticia es la riqueza instrumental. Esta pista está dominada por un gracioso riff de guitarra, como otras lo están por pomposas cuerdas (‘ROLE MODEL’), pizzicatos (‘ADDICTIONS’), lo que parecen samples de los 60 (‘FYTB’) y teclados tan vintage como el que cierra el álbum en la desenfadada ‘ANGEL’, que aparece en última instancia para desatascar el drama narrado en la pista 18. Brent Faiyaz construye así un interesante disco de neo-soul revestido ligeramente de modernidad, con voces pitcheadas y esos cambios de velocidad tan propios de nuestro tiempo.