Si te cautivaron canciones como ‘Boy from School‘, si te enamoraste con ‘One Life Stand’, si te partiste de risa con su versión de ‘Loba’ de Shakira, si ‘I Feel Better’ te parecía la composición de una persona que necesitaba un abrazo, es posible que hayas sentido a Hot Chip como parte de la familia. Su nuevo disco ‘Freakout / Release’ es su entrega más emocional en ese sentido, inspirada en el dolor que supuso separarnos en los tiempos de la pandemia, en aquel momento en el que incluso la música dejó de ser en parte un refugio para todos nosotros, pues las discotecas estaban cerradas y no había casi conciertos.
Eso es lo que nos cuenta el tema titular ‘Freakout / Release’, que se refiere a los días, semanas, meses… en que casi nos volvimos locos en casa: «La música solía ser un escape / y ahora no puedo escapar / Necesito una vía de escape y un tipo de cura primitiva». ¿Otro álbum sobre la pandemia? No corráis, esto no deja de ser un álbum 100% Hot Chip, con sus rompepistas como lo es este mismo o el single ‘Eleanor’, con su punto funky, su melodía cálida y sus divertidas referencias a Samuel Beckett y el luchador Andre the Giant.
Siempre hubo algo de soul en el synth-pop de la banda de Alexis Taylor y Joe Goddard, y este es el álbum en el que más se evidencia. El primer sencillo ‘Down’ samplea un tema perdidísimo de los años 70 lleno de groove (‘More than Enough‘ de Universal Togetherness Band); y tras baladas de sintes tipo Kraftwerk y melodías OMD como ‘Broken’, llegamos a la sentida ‘Not Alone’, cuyo estribillo repite «necesitamos un descanso de todo este dolor».
Pero lo mejor de ‘Freakout / Release’ es que a partir de ahí vamos avanzando a una segunda mitad llena de sorpresas y, sobre todo, solidez compositiva. ‘Miss the Bliss’ seguiría esa senda más emocional gracias al significado de su coro, que fue grabado con los hijos de Joe, la hija y el hermano de Alexis y varios amigos (familia elegida). Es, ni más ni menos, que una canción -de piano muy Fatboy Slim- para recordar cuánto necesitamos a nuestros seres queridos.
Por el contrario, ‘The Evil that Men Can Do’ es su primera canción abiertamente política junto al fraseo de Cadence Weapon; y ‘Out of my Depth’ el obligado cierre lleno de épica y esperanza. La primera nos invita a «reconectar» como humanos para «no caer». La segunda se resiste a «pernoctar» allí donde nos sentimos peor.
Como decía, nada de esto significa que estemos ante un disco intensito de Hot Chip. La pandemia y el confinamiento no parecen sino una excusa para inspirar a la banda británica, que encuentra en ‘Time’ otro decidido llenapistas en la estela de Depeche Mode. Que sigue haciéndonos sonreír, por ejemplo con el doble sentido de la palabra «funky» en ‘Hard to Be Funky’ («Ain’t it hard to be funky when you’re not feeling sexy?). Que hace de ‘Guilty’ otro estupendo tema de ecos ochenteros, en este caso llenaestadios, que haría las delicias de The Killers o de su amiga Katy Perry. Hay quien echará en falta una evolución algo más atrevida hacia ritmos y sonidos nuevos; la buena noticia es que no existe relleno en ‘Freakout / Release’. Nada mal para un 8º disco.