Cuando ‘How Long‘ salió a principios de año como aperitivo de la segunda temporada de ‘Euphoria’, no imaginábamos que realmente era un aperitivo del 5º disco de Tove Lo. La sueca no sacaba tema en solitario desde 2020, aunque el año pasado sí la vimos en el remix de ‘Venus Fly Trap’ y entregó dos temazos con Duran Duran (‘GIVE IT ALL UP’) y Martin Garrix (‘Pressure’, que sigue sin salir de mi playlist ‘En Bucle’ de Spotify).
Pero el verdadero lead-single vendría unos meses después, junto con el fin de su contrato con una multi y su decisión de seguir de forma independiente después de conversaciones con sellos que pedían control y dinero pero a la vez que hiciera ella su promo haciendo la payasa en TikTok, según comenta. ‘No One Dies For Love’ fue la antesala de un ‘Dirt Femme’ que se ha recibido con recelo y aplausos a partes iguales. En la redacción las pasiones también están polarizadas, pero yo siento que mentiría si no dijese lo que pienso: que éste es el mejor disco de Tove Lo hasta el momento. ‘Blue Lips‘ sigue siendo mi favorito, igual que realmente prefiero ‘American Life’ a ‘Ray of Light’ (ambos tienen algo especial que va más allá de lo técnico), pero ‘Dirt Femme’ puede ser el más cohesionado hasta ahora, aunque a priori no lo parezca.
En una emocionante entrevista con The Line of Best Fit, Tove Lo y la periodista que la entrevista coinciden en los complejos con su cuerpo, y en que el flow 2000 fue una época terrible para las mujeres con trastornos de alimentación, tema que la sueca toca por primera vez en una canción con ‘Grapefruit‘, uno de los mejores cortes de su nuevo disco, y que podría no haber visto la luz: estuvo a punto de perder la voz por los efectos de la bulimia.
Cuenta Tove que su relación con la feminidad ha sido complicada, que le ha ayudado y le ha hecho daño, y que por ello en ‘Dirt Femme’ (antes titulado ‘Feminine’) quería abordar todas las “mujeres” distintas que hay en ella, y que juntas forman, ahora sí, una mujer real. Es interesante cómo esto se traspasa a la contradicción que hay en el álbum, por supuesto en la temática (‘True Romance’ y ‘Pineapple Slice’ coexistiendo), pero también en el sonido: cuando bajan los beats hay espacio para el folk, el ambient, el funk oscuro y hasta un pop-rock cruce de Oasis y Miley, pero los temas más uptempo sí mantienen por lo general una capa sónica común. Esto es uno de los factores que hacen de ‘Dirt Femme’ su disco más cohesionado, junto a otro bastante importante: “lo que lo cohesiona soy yo y mis palabras, la temática soy yo, yo soy la esencia del álbum, y es suficiente”, decía en TheFader.
Ciertamente Tove ha conseguido transmitir una actitud inconfundible en sus canciones; se vislumbraba incluso en el más impersonal ‘Queen of the Clouds’, pero disco a disco es cada vez más evidente: a pocas nos imaginamos diciendo -en ‘Suburbia’- algo como “so if we had a baby, you’d love that more than me?” después de meter en el estribillo una referencia a ‘The Stepford Wives’ (hola, ‘No te preocupes querida’).
Además, en este álbum se puede ver en dos canciones tan distintas como las mencionadas antes, ‘True Romance’ (con la voz a punto de quebrarse mientras grita “I killed a man with tears in my eyes” y segundos después entona dulcemente “I don’t like the real world, let’s go back to our world”) y ‘Pineapple Slice’ (una de sus letras más guarras y una de sus producciones más elegantes, con ecos de ‘Ring My Bell’ en la mano de SG Lewis). “Ate a pineapple slice just for you” puede ser el nuevo “my pussy tastes like Pepsi cola”: en un “cómo se supera la cabrona”, Tove canta aquí cosas como “got you hard, now what you want? / just a fuck? Or lose yourself in me? / you deserve to fill me up endlessly”.
Aunque se eche en falta un bop absoluto tipo ‘disco tits‘ o ‘Are U gonna tell her’, ‘Dirt Femme’ puede presumir de tener la producción más cuidada en general: ‘2 Die 4‘ puede ser la más tosca al respecto (aunque aquí a favor), pero las de ‘No One Dies For Love’, ‘Grapefruit’, ‘Suburbia’ y especialmente el trío ‘Call On Me’, ‘Attention Whore’ (gran acierto el sumar a Channel Tres) y ‘Pineapple Slice’ son una delicia.
La secuencia es para mí otro acierto: además de este trío seguido que en Twitter ya está dando memes como aquella transición de ‘911’, es buena idea atarlo con los dos lead-singles, a su manera, que fueron ‘No One Dies For Love’ y ‘How Long’, y muy inteligente contener los dos temas más duros del disco (‘True Romance’ y ‘Grapefruit’) con el petardeo de ‘2 Die 4’ y el respiro folk de ‘Cute & Cruel’, la colaboración con First Aid Kit, autoras de la excelente ‘Rebel Heart’. Incluso ‘I’m to Blame’ y ‘Kick In The Head’ funcionan con el aroma a final de tracklist que van dejando.
Tove Lo empezó “tarde” con el éxito de ‘Habits’ para lo que se espera de una chica en el pop (tenía 26 años), y ahora podría sentirse a contrarreloj, siendo ‘Dirt Femme’ su última oportunidad para dar un golpe en la mesa y triunfar, lo que parecía que iba a ser ‘Cool Girl’. Pero la verdad es que el mundo que le decía “calm down grandma” a Madonna con 34 años no ha cambiado tanto como queremos creer (ojalá me equivoque, pero por cómo van las cosas últimamente me da que no), y Tove es ya “demasiado vieja” para ese salto mainstream.
Ella dice ser consciente de esto, y que precisamente es otro de los factores que ha permitido que publique este disco incluso de forma independiente: no quiere que nadie la maree prometiéndole el oro y el moro, sino hacer lo que considera más orgánico y, sobre todo, lo que le hace encontrarse mejor. Al fin y al cabo, la advertencia del médico de que podía perder la voz si seguía provocándose el vómito fue el “kick in the head” que necesitó en su momento: estaba hasta el coño de seguir saboteando lo único que le hacía feliz. Con el tiempo, la música y las canciones han sido el canal por el que ha descubierto lo que nos quiere decir en ‘Dirt Femme’: que hay muchas formas de (intentar) ser feliz.