Este otoño se ha publicado en vinilo el debut de Laura Sam y Juan Escribano, disponible en plataformas de streaming desde hace unos meses. La edición física del sello Oso Polita ayuda a adentrarse en su mundo, tan crítico con la sociedad actual: leer las letras impresas acentúa su carácter poético, y la lista de autores y libros concretos que han influido a la artista es muy enriquecedora. Rilke, Cesare Pavese y filósofos y ensayistas como Josep María Esquirol, Byung-Chul Han, Marina Garcés… están entre los muchos citados. La lista de «lugares que han inspirado la música», entre cementerios, piscinas y estadios de atletismo, tampoco tiene desperdicio.
Laura Sam es una artista de «spoken word» curtida en el mundo del hip hop. Creció escuchando a Kase.O, que fue quien la animó a escribir, alternando la poesía con el rap y los estudios de Bellas Artes. Tras mudarse a Bilbao con una beca Séneca, participó en varios certámenes, dirigiendo el festival Poemática Fest. Por su parte, Juan Escribano es profesor, compositor de música para videojuegos, productor de Orsai y muy conocido por aquí por haber sido parte de la banda We Are Standard (WAS).
La función de cada uno es nítida en ‘La voz en contra’. La propia Laura afirma que en cuanto a música siempre ha ido «tres pasos por detrás» porque lo que le importa es la letra, por lo que intuimos en Escribano la labor de aportar un fondo de cierto dramatismo a las canciones, sin molestar demasiado ni tomar excesivo protagonismo, como en los beats tipo Portishead de ‘No quiero ser yo‘, o en la guitarra polvorienta de ‘Agurra’. En los poquísimos momentos dulces, como ‘Canción de amor’, la referencia consiente ser Delafé y las Flores Azules, lo que en esta casa no es nada malo. Pero en general los textos son ásperos y muy agresivos en lo político: las referencias son más bien Patti Smith, Laurie Anderson y, últimamente, Kae Tempest.
Las reivindicaciones políticas dejan los momentos más impresionantes de ‘La voz en contra’. Sobran las explicaciones en ‘Búnker’, que comienza con la frase «tenemos 30 años y vivimos en un búnker», en referencia a la lamentable situación de la vivienda en las grandes ciudades de nuestro país y otros occidentales. «Vengo a contarnos nuestra mierda de millennial», dice en otro momento la composición, sin que por ello queden sin analizar otros problemas como el de la migración en el Mediterráneo y los refugiados. ‘La voz de los poetas’, a capella, dice: «llora mi Mar Menor, mi Mar Mediterráneo / mi mar está lleno de los muertos que le sobran a la guerra / y mientras, los turistas se bañan en sus aguas bajo el pulso de un sol indolente y resentío».
Impresiona ‘La hiedra’, que bien podría llamarse «Ya voy sola por la calle» y son, de nuevo, lamentables las explicaciones con textos que deberían avergonzarnos como sociedad, como «solo soy una mujer caminando hacia su casa / quiero llegar a salvo, que no me salven» o «quiero ir sola por la calle sin cruzarme con imbéciles / no somos fáciles / hijos de puta en las esquinas / nosotras te esperamos en el vértice / salgo corriendo como Eurídice».
Pero mi momento favorito del disco es el paso de ‘La voz de los poetas’ a ‘España’. Escuchamos a Laura Sam terminar la pista 6 reflexionando sobre feminismo: «no vengáis a decirme qué mujer tengo que ser / si no conocéis el látigo del hombre»; y a continuación suena la casi terrorífica ‘España’, una reflexión sobre la crispación y la división que hay en nuestro país. «¿Qué tengo que hacer para ser tan buena española como tú?», plantea. «España es la hostia» es su ambiguo estribillo.
‘La voz en contra’ es un disco rico en mensajes, donde también caben reflexiones sobre las redes y la industria musical (‘Algoritmo‘), ánimos a la resistencia («Aunque esto parezca triste, hay una luz que se resiste» en su pequeño hit ‘Nadie nada’), y producciones musicales que definitivamente apuntan a Kae Tempest o antes Mike Skinner (‘Siempre en guerra y siempre sin morirnos’). Ante todo nos introduce en el universo de una artista entre el hip hop y la poesía con un incuestionable talento para la interpretación.
Laura Sam y Juan Escribano actúan este sábado 17 de diciembre en Conde Duque, Madrid, junto a The Secret Society (!).