Las cifras no están acompañando a Benidorm Fest este año. Ha faltado un himno icónico y transversal a lo ‘Ay mamá’. Una polémica política. Un poco de salseo. Alguna cara más conocida. Sin embargo, ya las semifinales han dejado propuestas muy dignas en cuanto a creatividad. En las redes encontraréis muchas críticas hacia el sonido, a lo amateur de algunas presentaciones, al aire que parecía faltarles a casi todos.
Sí, los hemos oído respirar una y otra vez al principio de cada frase. Pero la final va a reunir varias grandes actuaciones, demostrando que hay un antes y un después de Chanel. Que mientras haya Benidorm Fest, España ya jugará a otro nivel en Eurovisión. Que, como vaticinábamos el año pasado, si seguimos así, pronto ganaremos.
En esta segunda semifinal ha dejado sin habla la propuesta de Blanca Paloma. ‘Eaea’, que parece una producción de Bronquio y Rocío Márquez, fue «Canción del Día» en esta casa en cuanto salió. «Puede dar el Chanelazo» fue aquel titular… et voilà. Su puesta en escena minimalista y un tanto lorquiana no ha tenido nada que ver con la de la misma artista el año pasado. La mejora ha sido substancial y por supuesto ha ganado la semifinal. Si es una enchufada de RTVE, queremos más enchufados así en 2024.
También ha deslumbrado la apuesta campestre y familiar de Karmento, en la que al final ha presentado a un coro manchego en honor a su tierra. Su nombre ha sido de los más coreados de la noche, pero ha sido castigada por el jurado, quizá por la presencia internacional. Nunca lo habríamos adivinado, pero ha sido el público quien la ha salvado.
Curradísima ha sido también la propuesta retro de Alfred, que ha pasado de conducir un coche tipo años 50 a cantar en el Benidorm Fest de 1962 junto a un colaborador de aquellos tiempos, Andrés, de 91 años. Un tanto confusa la presencia de varios micrófonos, quizá también algo sobrecargada, pero muy entretenida. Por alguna razón, ha quedado fuera de la final, en favor de José Otero, un baladista a una inexplicable gabardina pegado.
Vicco, que acude con ‘Nochentera’, la canción más popular de momento, ha apostado por el color en su reivindicación de los 80, muy Aitana y muy simpática, quizá poco exportable. No ha logrado brillar ni siquiera en el televoto, por lo que la final se cocerá seguramente entre Agoney y Blanca Paloma, pero tendrá una nueva oportunidad el sábado.
No así Rakky Ripper, que ha salvado los muebles con la papeleta de no poder contar con AutoTune, pero ha carecido de crescendo tras lo mejor: el principio en el suelo. Ha quedado última, pero con todo, ya ha hecho historia poniendo el hyperpop en el mapa. No le faltarán festivales.
Entre las sorpresas de la noche, los catalanes Siderland, que han ideado una gran puesta en escena, pasando de estar encerrados en una habitación a comerse el escenario con su tema tipo Fiesta Mayor. Han quedado cerca de clasificarse.
Sin opciones quedaban Famous o E’Femme, el primero sin demasiada canción y las segundas con pocos más méritos que querer ser las Blackpink españolas. Seguimos comentando todo en el foro de Benidorm Fest de JENESAISPOP, en Twitter, y este domingo 5 de febrero lo haremos en un podcast en directo en Moby Dick, Madrid. Las entradas son 10 € con consumición.